La frase «fumar es nocivo para la salud» ha recuperado su vigencia tras una oleada de muertos y hospitalizados en Estados Unidos por inhalar cigarrillos electrónicos.
La muerte de seis personas y la hospitalización de otras 450 en 33 estados de Estados Unidos desde julio e 2019 ha demostrado que vapear no es tan inocuo como sus fabricantes han querido hacer creer.
La percepción social de que el vaping o vapear, como se denomina a la inhalación del vapor creado por un cigarrillo electrónico, era mejor que fumar se ha ido desvaneciendo en la medida en que emergen interrogantes sobre los efectos mortales que pudiera desencadenar el consumo de las sustancias líquidas usadas por los vaporizadores.
La preocupación de las autoridades estadounidenses es tal que el miércoles el gobierno del presidente Donald Trump anunció que prohibirá todos los cigarrillos electrónicos de sabores, hasta los dicen no contener nicotina como los de menta y mentol, para evitar males mayores. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, explicó que la medida tiene el propósito de revertir el “muy preocupante uso epidémico del cigarrillo electrónico que está impactando a niños, familias, escuelas y comunidades”.
La primera muerte relacionada con el uso del “vaping” ocurrió el 23 de agosto en el estado de Illinois. Aunque el nombre del paciente no fue divulgado, los funcionarios sanitarios señalaron que el joven fue hospitalizado con severas dificultades respiratorias y que tenía el antecedente de consumir nicotina con cigarrillos electrónicos.
El 3 de septiembre la Autoridad de Salud de Oregón anunció que investigaba la muerte de un individuo de mediana edad que se enfermó y murió después de inhalar aceite de marihuana vaporizado que había sido adquirido a un proveedor legal de cannabis.
El 6 de septiembre los estados de Indiana, Minnesota y California confirmaron otros tres fallecimientos vinculados con el uso del cigarrillo electrónico. Y el martes 10 de septiembre, un hombre de más de 50 años del estado de Kansas fue añadido a la lista de víctimas fatales de esta inusitado problema sanitario. Y todo parece indicar que los efectos letales continuarán.
“Si tu o alguien que amas está vapeando, por favor detente. Las muertes recientes en nuestro país, junto a cientos de casos de lesiones pulmonares se sigue intensificando”, imploró Lee Norman, el secretario del Departamento de Salud y Ambiente del estado de Kansas.
¿Una nueva enfermedad?
Las autoridades sanitarias estadounidenses trabajan contra reloj para determinar qué ha causado esta ola de graves enfermedades respiratorias entre los consumidores de los cigarrillos electrónicos. Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que unos 9 millones de estadounidenses vapean de manera habitual, de los cuales 3,5 millones son adolescentes.
Los pacientes presentan síntomas de neumonía severa, con dificultades para respirar, tos, fiebre, fatiga e insuficiencias respiratoria tan graves como para necesitar el uso de respiradores artificiales y ha afectado principalmente a jóvenes.
Las tomografías de los pacientes muestran anormalidades difusas en los pulmones. «Estamos viendo lo que creemos que es una nueva enfermedad pulmonar causada por los productos de los cigarrillos electrónicos«, dijo Jennifer Layden, jefe de la oficina médica del Departamento de Salud Pública de Illinoins al Wall Street Journal.
El cuadro se complica en la medida en que crece el número de pacientes y los epidemiólogos piden paciencia por la amplitud geográfica del problema. Los médicos supervisan los casos confirmados y analizan los líquidos y los artefactos usados por los pacientes para vapear.