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PRI da por perdida alcaldía capitalina

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Los conflictos al interior del Partido Revolucionario Institucional han llevado al tricolor prácticamente a bajarse de la contienda por el municipio de Oaxaca de Juárez, el más importante política y económicamente de la entidad, al enviar a un candidato sin experiencia política y sin posibilidades de triunfo, lo que aunado al efecto Andrés Manuel López Obrador, deja el camino libre al candidato de Morena, Oswaldo García Jarquín, quien se mantiene como puntero en las encuestas, advierten politólogos

 

David Méndez

 

Al postular como candidato a un cuadro “pobre”, de “segundo nivel dentro de la burocracia”, con poca proyección y poder de convocatoria como Manuel de Esesarte Pesqueira, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) deja de manifiesto que ha dado por perdida la alcaldía de Oaxaca de Juárez, el municipio política y económicamente más importante de la entidad y que durante los últimos seis años ha mantenido bajo su dominio, consideraron analistas consultados por Real Politik, a dos meses y medio de las elecciones del primero de julio.

Para el sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma “Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Isidoro Yescas Martínez, el diputado con licencia Samuel Gurrión, priista de cepa que hace unas semanas renunció a  la organización política que lo enriqueció y le dio impunidad, se perfila, ahora, desde la coalición PAN, PRD y MC, como el único personaje que parece ser capaz de competir por el triunfo contra el aspirante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Oswaldo García Jarquín quien, en la actualidad, encabeza hasta por 20 puntos de diferencia todas las encuestas que han sido divulgadas al interior de los partidos.

Aun con esa ventaja de Morena, el investigador resaltó que Gurrión no puede ser descartado de la contienda, pues recibirá apoyo de las corrientes priistas, perredistas y panistas que repudian al instituto político creado por Andrés Manuel López Obrador.

No sólo eso, sino que el político juchiteco, sobre el que recaen múltiples acusaciones de corrupción, podría convertirse, de acuerdo con la opinión de Yescas, en un rival más peligroso debido a que no percibe la actual contienda como un proceso que terminará el primer domingo de julio, sino como el comienzo de su precampaña en pos de la gubernatura de 2022.

“(Gurrión) va a llevar a cabo una campaña muy intensa, muy amplia; se ve que tiene recursos suficientes como para rebasar los topes de gastos de campaña y para  hacer una precampaña para la gubernatura”, analizó, quien fuera director general del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) entre febrero de 2012 y febrero de 2015.

“Realmente, el contendiente más fuerte que tiene Morena en la elección de Oaxaca de Juárez no es el PRI; no es un burócrata como (Manuel de) Esesarte, sino (que es) Samuel Gurrión porque le apuesta a quitarle cierto capital electoral al propio PRI y tener también algún apoyo importante del PAN.

“Veo que el PRD es un partido que está dividido en Oaxaca; el sector que ahora está alineado con la dirigencia estatal (y que repudió la candidatura de Samuel Gurrión, así como la de otros priistas) podría estar votando por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PES-PT) para el caso específico de Oaxaca de Juárez y el otro sector, donde está Amador Jara (grupo que promovió a cuadros del PRI), estaría votando por la coalición PAN-PRD”, añadió.

De acuerdo con una encuesta pagada por el PRI, cuyos resultados fueron divulgados al interior del Comité Estatal de esa organización política en marzo pasado, Morena encabezaba las preferencias con el 27 por ciento de las tendencias, nueve puntos más que la alianza PAN-PRD-MC, que registraba 18 por ciento, y 11 por arriba del PRI, que acumulaba 16 por ciento.

Otro sondeo, éste divulgado la segunda semana de abril, fue más abrumador, pues dio a García Jarquín el 38 por ciento de ventaja, el segundo lugar a Samuel Gurrión Matías, con 20 por ciento, y el tercer lugar y sin ninguna posibilidad de triunfo, a Manuel de Esesarte, con el 12 por ciento del apoyo.

Si bien dijo desconocer los sondeos mencionados anteriormente, el especialista y ex corresponsal de la revista Proceso, resaltó que aunque en 2016 el PRI logró mantenerse como la primera fuerza electoral de la entidad tras el triunfo de Alejandro Murat como Gobernador, la diferencia con Morena fue de 89 mil 63 votos, por lo que “no me extrañaría que las preferencias apunten, en la actualidad, a un triunfo de Morena” en las elecciones de 2018.

 

***

 

El aspirante puntero de cara a los comicios en la capital es Oswaldo García Jarquín, hijo de Oswaldo García Criollo, fundador de la Universidad José Vasconcelos  (Univas) y ex dirigente priista que en 1992 apoyó la precandidatura de Luis Martínez Fernández del Campo al gobierno de Oaxaca y, antes, colaboró con el gobierno de Pedro Vásquez Colmenares.

En agosto de 2013, después de haber trabajado durante 12 años en la universidad de su padre y convivir con la cúpula empresarial de la entidad, donde incluso se desempeñó como presidente estatal del Centro Patronal de Oaxaca, dependiente de la Coparmex, García Jarquín fue nombrado por el entonces gobernador Gabino Cué Monteagudo, como director del Instituto de Estudios de Bachillerato del Estado de Oaxaca (IEBO), donde permaneció hasta noviembre de 2015, cuando presentó su renuncia.

Sin embargo, durante los dos años que se mantuvo al frente de la dependencia, el ex funcionario fue acusado en múltiples ocasiones por el Sindicato Único de Trabajadores del IEBO (SUTIEBO) de incurrir en actos de tráfico de influencias, despidos injustificados  y en la malversación de al menos cinco millones de pesos.

 

 Los casos

 

El 25 de agosto de 2014, un año después de haber asumido el cargo, el SUTIEBO realizó un paro de labores para denunciar el nepotismo y acoso laboral en el que presuntamente incurría García Jarquín.

Para sustanciar su acusación, los inconformes argumentaron que durante los primeros 12 meses de la administración del empresario, cerca de 100 trabajadores académicos y administrativos fueron despedidos de manera injustificada, en una treta que tuvo el objetivo de conseguir espacios para colocar a los allegados de éste y a los recomendados que egresaban de la universidad propiedad de su padre.

Asimismo, denunciaron que el encargado de aquel subsistema de enseñanza desapareció programas a los cuales les eran etiquetados anualmente alrededor de 12 millones de pesos para promover métodos especiales de educación en comunidades indígenas.

No fue todo: Un año después, en agosto de 2015, los sindicalistas volvieron a manifestarse en contra de García Jarquín, al que, ahora, señalaron de haber despedido a 17 directores y haber acumulado un adeudo con la gremial de alrededor de 5 millones de pesos, producto de la retención del retroactivo del incremento salarial de los trabajadores.

En aquel momento, el personal docente y administrativo amagó con acudir a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) y presentar una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO); sin embargo, una promesa de pago apaciguó, momentáneamente, los ánimos.

Un mes después, en septiembre, el sindicato volvió a movilizarse, luego de que el propio Oswaldo García Jarquín admitiera que al interior del sistema existía un déficit presupuestal de 50 millones de pesos.

Lo anterior, había provocado, de acuerdo con el funcionario, que el gobierno fuera incapaz de cubrir el 25 por ciento de incremento al salario que había ofrecido en 2012 por concepto de “homologación de sueldos”.

 

Un fracaso a cuestas

 

Con el repudio del sindicato sobre sí, García renunció al cargo en noviembre de ese mismo año y anunció que, desde la sociedad civil, comenzaría a “fortalecer” su imagen con el objetivo de contender en las elecciones de 2016 en pos de la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.

El empresario, quien ha sido vinculado por algunos columnistas oaxaqueños con el ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón, mano derecha de Andrés Manuel López Obrador, fue oficializado como aspirante de Morena en las elecciones municipales de marzo de 2016, aunque a la postre perdió la contienda ante José Antonio Hernández Fraguas, del PRI.

De acuerdo con el IEEPCO, Morena contabilizó 26 mil 856 votos, 379 sufragios menos que los obtenidos por el abanderado priista; no obstante, en el recuento por coaliciones, la diferencia entre el PRI y Morena se hizo más amplia gracias a los sufragios aportados al primero por el Partido Verde (3 mil 26).

“A Oswaldo Jarquín no lo veo con mucho liderazgo, no lo veo muy echado para adelante”, subrayó Yescas Martínez.

“Esperaría que tome en serio esta candidatura porque no va a ser fácil la contienda, (a pesar de) que, aparentemente, la tiene ganada por la fuerza inercial, insisto, que le ha imprimido Andrés Manuel López Obrador a Morena, aunque por trabajo propio no se observa”, abundó.

 

 PRI, crisis y división

 

Si García Jarquín carece de personalidad, el priista Manuel de Esesarte no cuenta con una estructura que pueda contrarrestar la campaña de Morena ni la de Samuel Gurrión.

De Esesarte es considerado más bien al interior del PRI como un cuadro conciliador luego del conflicto suscitado entre el actual munícipe, José Antonio Hernández Fraguas, y su antecesor, Javier Villacaña Jiménez, pleito entre ambos personajes de corte diodorista, que desencadenó una crisis de gobernabilidad en la capital oaxaqueña durante 2017.

En aquel episodio, diversas voces, la mayoría afines a Villacaña, incluidos integrantes del Cabildo de Oaxaca de Juárez, demandaron la renuncia de  Hernández Fraguas ante la incapacidad del primer concejal por resolver el conflicto de acumulación de basura provocado por el cierre del tiradero de Zaachila y tras haber puesto en manos del perredista Hugo Jarquín, la administración del único albergue para mujeres violentadas que existía en la ciudad.

A comienzos de 2018, Javier Villacaña se perfilaba para suceder a su hoy archirrival político; no obstante, la dirigencia priista  previó que fuerzas al interior del tricolor vinculadas con Hernández Fraguas, le podrían jugar las contras al ex secretario de Administración y desistió la postulación.

De Esesarte Pesqueira también es visto como un candidato “neutral” en las disputas al interior del PRI entre el grupo de José Murat y Ulises Ruiz, que se agudizaron este año.

“Tal parece que quedó el que menos compromisos tiene y el que podría aceptar sacrificarse a perder y conformarse con una regiduría”, dijo Yescas.

–¿Es parco ese cuadro?, cuestionó Real Politik.

–Sí, muy pobre… Esesarte ha sido burócrata, fue presidente municipal pero de manera interina, entonces, es un cuadro sin experiencia política; lo veo más como parte de la burocracia de segundo nivel del PRI; entonces, en ese sentido, el PRI, pensaría, está dando por perdido el municipio de Oaxaca de Juárez, respondió.

 

Acusaciones de corrupción

 

Pero Manuel de Esesarte no ha estado exento de la polémica: En 2005, asumió el cargo de concejal de Educación y Deportes de Oaxaca de Juárez, como parte del equipo de trabajo de edil Jesús Ángel Díaz Ortega y a finales de 2006, fue nombrado edil interino, luego de que Díaz Ortega se sumó al equipo de trabajo de Ruiz Ortiz durante el conflicto social con la APPO y Sección 22.

En diciembre de 2008, un año después de culminada la administración de Esesarte, la regidora del nuevo Ayuntamiento, Margarita García García interpuso una denuncia penal ante la PGR en contra del ex edil interino bajo la acusación de desvío de recursos y diversas irregularidades en la ejecución de proyectos del Programa Hábitat.

García, en aquel entonces integrante del partido Convergencia y hoy vinculada a Morena, aseguró en la querella que las inconsistencias cometidas por De Esesarte ascendían a más de un millón de pesos por obras que fueron reportadas como pagadas y culminadas, pero que, en realidad, nunca fueron entregadas.

Los proyectos referidos por la funcionaria eran una ampliación de la red de drenaje en la agencia municipal Guadalupe Victoria, la rehabilitación del jardín Antonia Labastida y la construcción de un puente vehicular sobre la calle Benito Juárez, en la agencia municipal de  Donají.

De acuerdo con un peritaje elaborado por la PGR, el mantenimiento del jardín Antonia Labastida, un año después de su supuesta entrega, se encontraba “en proceso”; el puente vehicular reportado como concluido en la agencia Donají permanecía fuera de servicio y la calle en la que supuestamente se realizaría la ampliación de la red de drenaje no existía.

Lejos de ser sancionado o indagado internamente por aquellos señalamientos, el gobierno de Ulises Ruiz  respaldó a De Esesarte y lo postuló como candidato a la diputación federal por el distrito ocho, con cabecera en la Ciudad de Oaxaca, durante los comicios de 2009, cargo que, finalmente, obtuvo.

 

Gurrión y los vicios del PRI

 

–¿Samuel Gurrión, entonces, podría ser más competitivo?

–Trae todas las mañas del PRI… trae todos los vicios del PRI y yo no dudo que vaya a hacer una campaña más en la lógica de una campaña de un priista que de un  candidato opositor; de hecho, él se fue al PAN porque no encontró espacios en el PRI, pero no hay ninguna convicción ideológica.

»Va a ser una campaña al viejo estilo del PRI, apostándole al dispendio, al acarreo y no dudaría que a la compra del voto es un municipio donde están muy fragmentados los votos duros… si Morena no hace una buena campaña, puede llevarse un susto.

–¿Un susto al grado de que el PAN-PRD gane las elecciones?

–No lo sé… yo veo muy cerrado (el entorno)

»… (Aún) no hay campañas, pero un poco por los posicionamientos, por lo que se observa, se ve que va con todo, se ve que está es una coalición fuerte en Oaxaca y será, más que el PRI orgánico, el PRI inorgánico representado por Samuel Gurrión, el que le daría la batalla a Oswaldo Jarquín…

 

El efecto AMLO

es todo en Morena

 

Por su parte, el profesor investigador de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO (IIS-UABJO), Manuel Garza Zepeda, sostuvo que el efecto López Obrador será determinante en la elección del nuevo presidente municipal de Oaxaca de Juárez, pues si la popularidad del tabasqueño continúa como hasta ahora, que rebasa el 40 por ciento de las preferencias en el ámbito nacional, su partido no tendrá problemas para imponer condiciones.

Para Garza, ni el PRI ni el abanderado del PAN-PRD cuentan con el capital político ni la aceptación social suficientes para contrarrestar la empatía que existe entre un amplio sector del electorado con el tres veces candidato presidencial y político tabasqueño.

“En la ciudad de Oaxaca la mayoría (de la sociedad) es opositora, pero la cuestión es que es opositora al PRI, pero dividida entre el PAN, PRD y Morena. Creo que el efecto López Obrador va a determinar el resultado de la elección”, dijo, en entrevista en Ciudad Universitaria.

No obstante, el Doctor en Sociología resaltó que si el actual proceso electoral se llevara a cabo sin la figura de Obrador de por medio, ni el PRI ni el PAN-PRD ni Morena tendrían la certeza de poder alzarse con el triunfo e, incluso, la última organización podría situarse con desventaja.

 

Malos candidatos

 

Cuestionado sobre los factores que aun con el impulso de López Obrador podrían perjudicar las aspiraciones de Movimiento Regeneración Nacional en los procesos locales, incluido Oaxaca de Juárez, sostuvo que tales circunstancias no radican en sus partidos contendientes sino en los propios errores que el instituto político fundado en 2014 ha cometido al momento de designar candidatos.

El investigador se refirió así a las determinaciones del comité directivo estatal de abanderar a personajes con pasado priista o afines al PRI, como lo documentó Real Politk en su pasada edición, lo que ha provocado desencanto y críticas de aquellos sectores que se afiliaron al partido para luchar por la construcción de nuevos cuadros que propiciaran cambios verdaderos en el sistema político del país.

Aunque el voto a López Obrador parece estar claro en casi la totalidad de simpatizantes, explicó, existen grupos que no están seguros de votar por los candidatos al Senado, diputados locales, diputaciones federales y presidencias municipales.

“Las candidaturas a la gente le generan mucha incertidumbre. Hay mucha gente convencida de que las cosas tienen que ser diferentes, de que los viejos partidos ya no (deben imponer condiciones), pero cuando se encuentran con que morena empieza a reproducir prácticas, a reciclar candidatos, se genera un dilema.

“La sociedad dice: ‘Si no quiero al candidato, pero sí a Morena, ¿qué hago? Voto o no voto por aquellos a los que no quiero’. Decir yo voté por Morena, no importa el candidato, a la gente no la deja satisfecha”.

–Usted cree que si el voto del colectivo fuera más razonado, en el sentido de decir voy con López Obrador a la Presidencia, pero no voy con el resto de los candidatos a diputados o a presidentes municipales; entonces sí, muchos candidatos de Morena tendrían la contienda perdida.

–Sí, si pudiera más en el ánimo de la gente el valorar bien al candidato y no decir ‘yo voto todo por Morena’. Hay muchos que van a hacerlo, pero tengo la experiencia de gente que dice ‘yo no voy a votar por éste; voto por morena aquí y lo demás, a lo mejor, no voto.

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