El buen arranque de Bernie Sanders en la contienda por la nominación presidencial demócrata está generando preocupación entre algunos legisladores del partido, los cuales advierten que una fórmula encabezada por el aspirante que se dice socialista podría ser desastrosa para las aspiraciones de esa fuerza política a conseguir la mayoría en el Senado y retener el control de la Cámara de Representantes.
En conversaciones en los alrededores del Capitolio, los nerviosos demócratas han expresado su preocupación de que la etiqueta del senador Sanders de ser socialista y su respaldo inflexible a controvertidas propuestas como “Medicare para Todos” y el Nuevo Trato Verde ahuyentarán a electores en los distritos ricos y moderados que les ayudaron a conseguir el control de la cámara baja en 2018, al igual que en los estados electoralmente muy reñidos donde los senadores republicanos son vulnerables.
El legislador independiente de Vermont ganó el martes por estrecho margen en Nueva Hampshire después de su firme desempeño en Iowa y es considerado amplio favorito junto con Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana.
“Soy un orgulloso capitalista”, dijo el representante demócrata Ben McAddams de Utah, en su primer período en el Congreso, en marcado contraste con Sanders. McAdams, que apoya al exalcalde neoyorquino Michael Bloomberg y cuyo distrito en Salt Lake City figura entre los más difíciles de conservar para los demócratas, dijo que tener a un liberal como Sanders al frente de la fórmula presidencial “quizá me brinde más oportunidades para mostrar mi independencia” del partido.