Luz Adriana Santacruz
Los mexicanos volvieron a enviar dinero a casa. Según un informe del Banco de México, los ciudadanos de ese país residentes en el exterior, enviaron un 8,4% más de divisas en julio pasado respecto del mismo mes de 2013.
Las remesas hacia México venían experimentando –salvo en 2011- un comportamiento a la baja. Pero ahora lograron un fuerte repunte en comparación con el año pasado. ¿Por qué los mexicanos envían ahora más dinero? Para los especialistas hay varios factores que han ayudado al incremento que les permitió enviar 1,995.65 millones de dólares, sólo en el mes de julio pasado. Las remesas son una de las principales fuentes externas de ingresos del país azteca.
“Durante muchos años, la economía de Estados Unidos siempre ha sido esa válvula de escape para absorber empleo de México, para generar ingresos y reflejarlo en el envío que se hace de regreso, para mejorar la economía de las familias mexicanas”, dijo a UnivisionNoticias.com el economista Aníbal Gutiérrez Lara, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En términos totales, el envío de dinero de los mexicanos que viven en el exterior, entre enero y julio del 2014, ha sido de 12,621.41 millones de dólares, un 7.5 por ciento más de lo observado en el mismo lapso del año anterior.
Para los expertos, estos datos no son una coincidencia, sino que tienen mucho que ver con la recomposición del empleo en Estados Unidos.
“El tipo de crisis que se dio en Estados Unidos afectó a los sectores más empleadores de mexicanos. Uno de ellos es la industria de la construcción y otro, el de servicios. Ambos se vieron muy afectados con la recesión de años atrás. Eso mermó no nada más su acceso, sino también la capacidad de dar empleos a hispanos en Estados Unidos además de mejorar sus ingresos”, explicó Gutiérrez Lara.
Etelberto Ortiz Cruz, de la Universidad Autónoma Metropolitana, sostiene: “Es un reflejo de que la situación ha mejorado un poquito sin atreverme a decir que ha mejorado mucho. Si lo vemos en términos comparativos, sí ha mejorado, pero claramente en 2013 la tasa de crecimiento de EEUU fue disminuyendo. Hay todo un debate sobre estancamiento crónico”, aseguró a UnivisionNoticias.com el especialista en ciencias económicas.
EEUU es un país que actualmente enfrenta una tasa de desempleo, que en enero del 2014 era del 6.6% y para julio del mismo año, bajó a 6.2%.
“Hay una cantidad de migrantes que estaban trabajando de manera parcial por la crisis, pero ahora han podido recuperar sus trabajos de tiempo completo, lógicamente esto se refleja en las remesas. Cuando las remesas bajaron, como pasó en la crisis 2007-2008, había una razón muy clara pues la gente estaba en problemas muy graves, dejaron el empleo, estaban en tiempo parcial, ahora se están recuperando”, explicó la académica Ana María AragonesCastañer de la UNAM.
Los últimos datos del Departamento del Trabajo de EEUU señalan que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo disminuyó en mil y que, durante la última semana de agosto, se ubicó en 298 mil manteniéndose cerca del nivel más bajo en los últimos ocho años.
“En el último trimestre se alcanzó un crecimiento de arriba del 4%. Esto significó en generación de empleos y la recuperación de otros sectores que se habían visto afectados en ese sentido. Esto se refleja en la reincorporación de trabajadores mexicanos en las actividades productivas, en las obras, en los servicios. Esto permitió que se recobrara el nivel de las remesas en México”, coincidió Gutiérrez.
Todo se explica a través de un efecto dominó. Si Estados Unidos se recupera, México lo hace, en parte, de la mano de los trabajadores mexicanos.
“Se hacen construcciones nuevas, se hacen más contrataciones, se ven beneficiados diversos sectores en donde están trabajando. Esto permitió que no sólo los mexicanos que están allá, sino el resto de los hispanos que están llegando, puedan tener acceso a nuevos ingresos y enviarlos, con mayor tranquilidad, a sus familias”, dijo el experto.
La falta de oportunidades en México, un país donde el 53.3% de su población vive en la pobreza, es un factor que hace que las exigencias hacia el exterior sean cada vez mayores.
Esto significa que las familias mexicanas no sólo están sufriendo un mayor deterioro en sus ingresos, sino que esto hace que demanden más hacia afuera”, explicó Gutiérrez.
Además, señalan los analistas, hay una diferencia abismal entre el salario mínimo de ambos países. Mientras que en México por una jornada completa se pagan 67 pesos al día (unos 5 dólares), en las zonas de Estados Unidos donde menos se paga, un trabajador percibe un salario mínimo de 7.25 dólares por hora (94.98 pesos), lo que lleva la jornada laboral de 8 horas a 58 dólares por día en EEUU, más de 10 veces por encima que en México.
«El perfil del mexicano que manda el dinero a sus familiares es el que trabaja en la industria de la construcción o como prestador de algún servicio», asegura Gutiérrez.
“Son justamente los que vienen de comunidades donde ha habido menores oportunidades de desarrollo. Su ayuda les permite que en sus localidades haya un poder de compra que sin las remesas no existiría”, afirmó el economista mexicano.
Un mapa elaborado por el Banco de México muestra que las regiones desde HACIA donde hay más flujo de remesas son Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Zacatecas, el Estado de México, el Distrito Federal y Guerrero, por mencionar a algunos.
En el 2013, las remesas en México alcanzaron casi 22 mil millones de dólares. El Banco Mundial calcula que en la actualidad cerca de 26 millones de latinoamericanos trabajan fuera de sus países, la gran mayoría de ellos lo hacen en Estados Unidos. De éstos, unos 11 millones son mexicanos que viven en su vecino del norte y gran parte de ellos trabajan en el sector de la construcción, muy influenciable por las crisis económicas.
En el pasado, las remesas de los mexicanos sufrían una tendencia a la baja. En 2008, su tasa anual cayó un 11,88% mientras EEUU vivía una de sus peores crisis económicas. Al año siguiente, en 2009, tuvieron una caída histórica del 15.74%. Para 2010, quedaron estancadas. Doce meses más tarde tuvieron una recuperación del 6.8 por ciento. En 2012 volvieron a caer un 1.6 por ciento.
En cuanto al futuro, los pronósticos de los analistas son alentadores.
“Las expectativas que tenemos son bastante buenas. Durante la crisis del 2008-2009, donde el desempleo alcanzó una cifra de 10.6%, este fenómeno ha ido para abajo. Vienen ahora navidades, las fiestas importantes de noviembre [Acción de Gracias], es muy posible que esto se mantenga en forma positiva su economía”, explicó Aragones.
En el mismo punto coincide Ortiz Cruz: “Hay un esfuerzo sostenido en Estados Unidos de mantener esta reactivación para el 2015. Puede aparecer con mucha fuerza un proceso político rumbo a las elecciones y mejorar”. Y con esa mejora, las remesas volverían a vivir otra época de bonanza.