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José RUBINSTEIN/Excélsior

Adieciséis meses de finalizar su mandato, Gabino Cué se decidió —o lo decidieron— a gobernar Oaxaca. A escasos días de haber reconocido ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rebasó los recursos financieros, estructuras funcionales y la logística del estado de Oaxaca, el cual carece de fuerzas para controlar dichas protestas, Gabino Cué anunció la transformación y modernización del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

Básicamente se le retira a los líderes del gremio magisterial la facultad de nombrar mandos educativos y supervisores escolares, regresando a clases a los hasta ahora 310 sindicalizados maestros comisionados en tareas administrativas. La Sección 22 del SNTE de Oaxaca, adscrita a la CNTE, por conducto de su líder Rubén Núñez, calificó tal transformación como un acto de provocación, reto y traición al pueblo de Oaxaca, anticipando que sus 83 mil agremiados, en alerta máxima, habrán de defender los espacios ganados en el organismo tras 35 años de lucha —callejera—.

El grado promedio de escolaridad en Oaxaca es de 6.9 —primer año de secundaria— cuando el nada satisfactorio promedio nacional es de 8.6. El 48% de alumnos ya no ingresa a secundaria, el 13.8% de jóvenes no tiene grado alguno de escolaridad, 14.2% concluyó la educación media superior y 9.9% la educación superior. Sin embargo, 160 comisionados en funciones sindicales de la Sección 22 de Oaxaca y, por lo mismo, ausentes en las aulas, cobraron casi cinco millones de pesos por sueldos durante el primer trimestre del presente año. Rubén Núñez, cuyo ingreso mensual supera los 100 mil pesos, se sacó de la manga que les pagan “por hacer política”. En tanto, más de la mitad de las escuelas, en las cuales estos hacedores de política debieran estar dando clases, carecen de instalaciones elementales: tienen goteras al por mayor, faltan vidrios,  pizarrones, baños, drenaje y agua, bardas, paredes de ladrillo o cemento y de techo de concreto o metal. Paradójicamente, de este indigente Estado únicamente 113 de 27 mil maestros de primaria aceptaron evaluarse.

La disidencia magisterial se ha pasado —hasta ahora— a la Reforma Educativa, literalmente, por el arco del triunfo. Marchas, manifestaciones y plantones, robo y quema de transporte público, toma y destrucción de instalaciones gubernamentales y casetas de peaje, obstrucción de carreteras y aeropuertos, despojos y lesiones… ¿y la autoridad?, bien, gracias. Del 3 de enero al 15 de junio, la CNTE realizó 67 movilizaciones en el DF, acumulando pérdidas económicas —datos de Canacope Servytur— en un año y nueve meses de plantón en el Monumento a la Revolución, por dos mil 300 millones de pesos.

El dócil Gabino Cué, en cuyo ¿gobierno? la CNTE se ha movido a sus anchas, ha solicitado a los legisladores de la Comisión Permanente incrementar los recursos a su entidad en dos mil 400 millones de pesos para cubrir el déficit económico derivado del excesivo pago de salarios, bonos y prestaciones otorgados a maestros ¡por fuera del presupuesto!

La entrante directiva del Consejo Mexicano de Negocios le demandó al presidente Peña Nieto no ceder al chantaje de maestros disidentes de Oaxaca y otras regiones del país que rechazan la evaluación docente,  respaldando así a la mayoría de maestros que han acatado las directrices dispuestas en la Reforma Educativa. En la Comisión Permanente del Congreso de la Unión todos los grupos políticos respaldaron la decisión de transformar al IEEPO, donde, por cierto, como señal de renovación, Gabino Cué ratificó al anterior director. Ni modo que el justiciero Andrés Manuel López Obrador dejara pasar la oportunidad de llevar agua a su molino en esta tentadora coyuntura magisterial. El usufructuario de Morena ofreció a la CNTE de Oaxaca sus buenos oficios: “Estoy a favor del movimiento magisterial… entre todos se puede crear un gobierno del pueblo y para el pueblo”.

De acuerdo al Coneval, 2.4 millones —61.9%— de la población oaxaqueña viven en pobreza, 23.3% de los cuales en pobreza extrema. Ningún optimismo cabe cuando dicha entidad ocupa el último sitio en educación primaria y el penúltimo en educación secundaria a nivel nacional. A través del proceso de instauración de la Reforma Educativa hemos quedado absortos del grado de infiltración en la educación pública y en la conducción económica de diversos enquistados grupos de poder, léase el SNTE, de Elba Esther Gordillo, la CNTE y la CETEG.

Tan fácil: El gobierno a gobernar y los maestros a las aulas.

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