Agencias.-La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó el informe anual Going for Growth (Apuesta por el crecimiento).
Señaló que es necesario que los formuladores de políticas implementen planes de reforma de gran alcance que incorporen políticas monetarias, fiscales y estructurales orientadas a estimular una demanda que ha sufrido una baja persistente, reactivar el crecimiento de la productividad, generar empleo y fomentar una economía global más incluyente.
En Going for Growth 2016 se ofrece una evaluación exhaustiva de la manera en que las reformas de la política gubernamental afectan el desempeño económico y el bienestar de sus ciudadanos. Se identifican también nuevas prioridades para restablecer el crecimiento y se destaca la importancia de las sinergias entre las políticas al diseñar programas de reforma.
En la edición de Going for Growth de este año se muestra que la desaceleración en el ritmo de las reformas, observada por primera vez en el periodo 2013-2014, continuó durante 2015, en particular en las economías avanzadas, pero también en las emergentes. Las nuevas reformas están encaminadas a mejorar los resultados educativos y a elevar la participación de las mujeres en la fuerza laboral. Pero no se está haciendo lo suficiente para impulsar la innovación o simplificar las regulaciones de los mercados laboral y de productos, aspectos esenciales de los retos de equidad y productividad afrontados en nuestros días.
La alarmante desaceleración de la economía global demanda una respuesta política urgente e integral, basada en todos los mecanismos de política monetaria, fiscal y estructural a disposición del gobierno, declaró Ángel Gurría, secretario General de la OCDE, durante el evento de lanzamiento en la cumbre de Ministros de Finanzas del G20 en Shanghái.
Debido al alcance y a la constante evolución del crecimiento, así como a los retos relativos a la inclusión que enfrentan las economías avanzadas y emergentes, la desaceleración en el ritmo de las reformas estructurales es un grave motivo de preocupación. Implementar reformas estructurales más ambiciosas puede propiciar mejores condiciones de inversión e innovación, lo cual redundaría en mayor productividad, empleos de mejor calidad y un enfoque más incluyente en la búsqueda de un crecimiento que beneficie a todos los segmentos de la sociedad.
En Going for Growth 2016 se plantea la necesidad de priorizar medidas para fomentar el crecimiento que puedan apoyar la demanda en el corto plazo, al combinar políticas estructurales focalizadas en la reforma regulatoria con inversión en infraestructura pública.
Las tasas de interés actuales, excepcionalmente bajas, mejoran el margen fiscal de los gobiernos y brindan una oportunidad única para hacer inversiones en infraestructura que aumenten la demanda, estimulen el crecimiento y, de hecho, mejoren las finanzas públicas, dijo Gurría.
La elección de los proyectos adecuados, en combinación con la implementación de reformas estructurales, generará mayores efectos multiplicadores en la actividad económica. Esto puede reactivar el crecimiento y, a la vez, reducir la relación deuda/PIB, así como abrir un margen adicional para poner en marcha políticas dirigidas a crear una sociedad más incluyente.
En la presentación de Going for Growth 2016, junto con Lou Jiwei, ministro de finanzas de China, Gurría declaró que las recomendaciones de implementación de reformas planteadas en el informe, adaptadas para cada país, podrían impulsar el crecimiento tanto en la OCDE como en los países pertenecientes al G20. La fórmula para la reforma varía de un país a otro, pero los ingredientes incluyen mejora de la competencia del mercado de productos, flexibilidad del mercado laboral, resiliencia del mercado financiero y eliminación de obstáculos para el comercio y la inversión transfronterizos.
El análisis presentado en Going for Growth 2016 conforma la base de la contribución general de la OCDE al Marco para un Crecimiento Fuerte, Sostenible y Equilibrado del G20. La OCDE trabaja con los países del G20 en la cuantificación de sus iniciativas para cumplir con el compromiso establecido durante la Cumbre de Líderes del G20 de 2014, realizada en Brisbane, de incrementar su PIB combinado en 2% durante los siguientes cinco años y lograr sus objetivos estratégicos nacionales de crecimiento.
En Going for Growth 2016 se observa que el ritmo de las reformas ha variado en todos los países y áreas de política. Los siguientes son algunos de los aspectos más destacados:
– La desaceleración en el ritmo de la reforma observada en el periodo 2013-2014 continuó en 2015, aun tomando en cuenta medidas preparadas pero aún no implementadas del todo.
– En Europa, los países del sur del continente en particular Italia y España han alcanzado más logros en la puesta en marcha de reformas que los países del norte, los cuales han sufrido menos efectos de la crisis económica global.
– Fuera de Europa, los países donde se han tomado bastantes medidas relacionadas con las recomendaciones de Going for Growth incluyen Japón (entre las economías avanzadas), y China, India y México (en el caso de economías emergentes).
– Se está actuando un poco más para aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral y para mejorar los resultados educativos, y menos en mejorar las políticas de innovación, la eficiencia del sector público y la regulación del mercado de productos y el mercado laboral.
– En países donde la desigualdad de ingresos es una preocupación particular, la mayoría de las acciones de reforma emprendidas ayudarían a ajustar la distribución de estos.