A pesar de los múltiples riesgos que la pandemia implica para los trabajadores migrantes en Estados Unidos, el dinero no ha dejado de llegar a Oaxaca, que en el primer semestre del año recibió más de 903 millones de dólares para aliviar los efectos del encierro; lo que enfrentan connacionales para lograr este “éxito” celebrado por el presidente López Obrador no son solo salarios raquíticos, sino la desprotección laboral y los embates del presidente Donald Trump que, a menos de 20 días para las elecciones, mantiene a los migrantes en la mira de su discurso xenófobo
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Pandemia y Donald Trump; pandemia y redadas; pandemia, desempleo o empleo mal pagado y ninguna protección contra el virus, los mexicanos migrantes enfrentan una situación de crisis que se agrava cada vez más en Estados Unidos. Para Oaxaca, aunque el dinero de los migrantes sigue llegando para aliviar del encierro a comunidades marginadas, las estadísticas reflejan que el escenario presenta cada vez más riesgos: a la cifra de personas deportadas por su estancia ilegal –más de 8 mil en 2020- se suma ahora la de muertes por infección de coronavirus, hasta ahora 211.
De acuerdo con los reportes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, hasta el lunes 12 de octubre, habían fallecido 2,603 mexicanos en Estados Unidos a causa del Covid-19; ocho de cada diez de estas personas que han muerto contagiadas de Covid eran oaxaqueños.
La situación de por sí grave que enfrentan los migrantes no hace sino encontrar más elementos para empeorar. A partir de que el 5 de octubre el presidente Donald Trump anunció que se recuperó del coronavirus, su discurso ha sido un factor para que los contagios se incrementen nuevamente.
“Actualmente hay casi 220 mil muertes en Estados Unidos, el 14 de octubre se registró uno de los días con más muertes en un día, más de 1,200; ahora con el hecho de que Trump libró el coronavirus agarró popularidad como un héroe está diciendo a la gente que no le tenga miedo a la enfermedad, eso ha causado más contagios; los migrantes están tomando sus precauciones pero tienen que salir a trabajar forzosamente y quedan expuestos”, acusa Luis López, migrante originario de la Mixteca, director del Programa de Intérpretes Indígenas de la organización Comunidades Indígenas en Liderazgo (Cielo), que además de promover las lenguas y culturas indígenas en Los Ángeles proporciona ayuda a migrantes que requieren apoyo en diversos procesos legales.
Para Luis, la imprudencia presidencial no es ni por mucho el principal obstáculo que enfrentan los migrantes mexicanos, que además del desempleo generado a partir de las medidas de confinamiento impuestas para contener la propagación del coronavirus deben soportar las redadas del Servicio de Control de Inmigración (ICE por sus siglas en inglés), que en lo que va del año ha detenido y devuelto a México a casi 120 mil mexicanos indocumentados. Los migrantes, subraya Luis, han sido detenidos aun estando en sus casas.
OAXACA, DEPORTACIONES Y REMESAS
Aunque durante 2020 Oaxaca ha perdido el segundo puesto entre los estados que mayor cantidad de personas repatriadas ha recibido desde Estados Unidos, se mantiene entre los primeros cinco lugares. Hasta agosto pasado, el Instituto Nacional de Migración reportó que cinco estados concentran el 41% de los 119,257 mexicanos repatriados por el gobierno de Donald Trump: Guerrero suma 11,220; Guanajuato, 10,365; Michoacán, 10,354; Oaxaca, 8,894; y Chiapas, 7,653.
Esta situación, sin embargo, no ha impedido que Oaxaca siga siendo una de las entidades que mayor número de remesas reciba por parte de trabajadores migrantes en la Unión Americana.
De acuerdo con el reporte del Banco de México, Oaxaca es el séptimo estado que más dinero recibió desde Estados Unidos en el primer semestre de 2020, con 903.9 millones de dólares, que representan el 4.7% de los 19,897 millones enviados como remesas al país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha agradecido y celebrado estos datos, sin embargo, para el sacerdote Alejandro Solalinde, el trabajo de los migrantes para apoyar a comunidades afectadas por la pandemia de coronavirus no ha sido debidamente acompañado institucionalmente por el gobierno mexicano. A la crisis multifactorial que enfrentan los mexicanos migrantes en Estados Unidos se suma una actuación débil y omisa por parte del gobierno nacional.
“Desde hace años mexicanos y mexicanas son repatriados por autoridades gringas, en las condiciones más denigrantes. Tanto la Secretaría de Gobernación como Relaciones Exteriores han sido cómplices de este mal trato. Urge que revisen los acuerdos que permiten esto y defiendan ya a nuestros paisanos”, expresó.
Para la diputada federal del PRD, Verónica Juárez Piña, la situación de los migrantes es solo uno de los temas pendientes que no ha explicado el canciller Marcelo Ebrard.
“Tiene que explicar, entre otras, todas las acciones que está llevando a cabo la SRE con relación a los migrantes, el Covid-19, y la situación de la relación bilateral con Estados Unidos, y en lo particular, el conflicto de la presa La Boquilla, vinculado con la entrega de agua al vecino país del norte; y la esterilización, sin su consentimiento, de mujeres mexicanas en centros de detención para migrantes”, señaló.
EL DESEMPLEO Y LA DESPROTECCIÓN
Luis López resalta que los migrantes indocumentados en Estados Unidos han descendido en un espiral de desprotección cada vez más grave. Al quedar en el desempleo en los sectores de la construcción y los servicios, principalmente en restaurantes, los migrantes se acogieron al amparo de una de las industrias que queda en pie y que cuenta con gran demanda: la textil, la que se encarga de manufacturar cubrebocas.
Antes de la pandemia el pago era de un dólar por pieza, hoy, con la sobreoferta de mano de obra y a pesar de las mayores ganancias reportadas, el pago se redujo a diez centavos. “Están pagando diez centavos de dólar, dos pesos mexicanos por cada mascarilla, son las mismas condiciones en las que trabajan en México. Los Ángeles está súper complicado para sobrevivir, un trabajador tenía que hacer entre 800 y 1,200 mascarillas al día para ganar 40 dólares, aquí ese es un salario que no alcanza para la renta”, resalta.
El bajo salario es el primer riesgo, pero no el único. La sana distancia en las maquiladoras es imposible. “En las fábricas no hay regulación, sobre cómo protegerte del Covid, las personas tienen que estar muy juntas y no hay espacio para tener una distancia de seis pies entre cada trabajador.
“Ahora en la industria de la costura para producir más pusieron en un espacio donde había una persona a dos o tres; dividieron el trabajo para pagar menos, les dan más trabajo y eso está produciendo que más gente se quede sin qué comer, tampoco tienen mascarillas, no pueden usar las que están produciendo, no les dan gel antibacterial o a veces no pueden ni ir al baño porque es tiempo perdido”, denuncia Luis.
La organización Cielo ha comenzado a denunciar las condiciones en las que se trabaja en la industria textil estadounidense durante la pandemia, muchas de las cuales implican violaciones a los derechos humanos.
California, el estado donde opera con mayor fuerza Cielo, es el quinto mayor productor de alimentos del mundo, otro de los refugios cotidianos de los trabajadores migrantes es el campo. Odilia Romero, una de las fundadoras de la organización ha reportado las condiciones en las que trabajan los que fueron catalogados por el gobierno estadounidense como esenciales cuando inició la pandemia.
“Ahora mismo California está siendo afectada por los incendios forestales, Odilia entrevistó a unos paisanos durante 30 minutos, cuando volvió al auto estaba toda cubierta de cenizas, la pegunta es cómo quedan los pulmones de quienes trabajan ahí ocho horas o más, son migrantes mixtecos o triquis los que están ahí”, señala Luis.
El gobierno de California, apunta, ha actuado con retraso para proteger tanto a los trabajadores agrícolas, a pesar de que se les catalogó como esenciales para enfrentar la pandemia.
ELECCIONES, LA PRÓXIMA SALIDA
Estados Unidos se encuentra a menos de 20 días para las elecciones presidenciales en las que Donald Trump buscará su reelección y en las que los “hispanos” como se conoce a todos los latinoamericanos y centroamericanos serán ahora la minoría más importante. Los 32 millones de personas de origen latino que podrían votar el próximo 3 de noviembre superan a los 30 millones de probables votantes de la comunidad afroamericana y a los 11 millones de asiáticos. De acuerdo con el Pew Center, esta tendencia seguirá al alza, pues para 2024 36 millones de latinos podrán votar.
Para estos votantes, el trato que recibieron durante la pandemia podría ser decisivo para elegir. Para el profesor emérito de El Colegio de la Frontera Norte, Jorge Bustamante, la comunidad latina durante la emergencia sanitaria quedó vulnerable.
“Hay una extraordinaria desproporción de las muertes de la comunidad latina, en relación a su demografía total con Estados Unidos. Tiene que ver el hecho de que habían declarado a los mexicanos como trabajadores esenciales y los que producen los alimentos de la población de Estados Unidos. Estos trabajadores son los que se están muriendo más”, expone.