Los juegos pirotécnicos son una verdadera obra de arte, pero sí son mal manipulados causan la muerte y mutilaciones
José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
Los juegos pirotécnicos al ser mal manipulados o al no contar con las medidas de seguridad han causado terribles desgracias en Oaxaca, el país y el mundo.os juegos pirotécnicos o artificiales iluminan el cielo de Oaxaca, coreado de un ostentoso estruendo a través de verdaderas obras de arte fabricados totalmente de manera artesanal.
Felipe Reyna Romero, coordinador estatal de Protección Civil de Oaxaca, reportó que de enero a la fecha, cuatro polvorines clandestinos han explotado en la entidad por el uso inadecuado y el mal manejo de sustancias o materias primas utilizadas en la elaboración y manejo de los juegos artificiales y explosivos con pólvora, utilizados en diversiones y fiestas.
Los polvorines funcionaban de manera clandestina en la colonia Cuauhtémoc de la ciudad de Oaxaca, Suchilquitongo, Etla; Huajuapan de León, Pinotepa Nacional y Ejutla de Crespo, este último cumplía con los requerimientos para el almacenamiento, fabricación y venta de juegos pirotécnicos reglamentados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en su ley y reglamento.
El resultado de estos desastres fueron una persona que perdió la vida y varios lesionados.
Reyna Romero precisó que de acuerdo a las investigaciones se desprende que en estos sitios trabajan menores de edad por su sensibilidad y tacto para el manejo de las sustancias que se utilizan en la elaboración de los juegos pirotécnicos.
Polvorines deben operar mínimo a 1 kilómetro de zonas urbanas
De acuerdo a la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca, los polvorines donde se fabrican juegos de artificio o artificiales, deben de encontrarse al menos a un kilómetro de la ciudad, comunidades o zonas conurbadas.
Con condiciones de seguridad óptimas como son: que no se encuentren cerca de centros educativos, líneas de alta tensión o áreas de concentración de personas.
Deben contar con un espacio para almacenar materia prima, otro exclusivo para maniobrar y elaborar los artificios, y un área para el almacenamiento del producto terminado.
Cada uno de estos espacios debe contar con sistema de energía estática que evita una explosión al llevar a cabo la manipulación, señalética en materia de prevención, tambos de agua, arena, extintores y un sistema de para-rayos para disipar las descargas atmosféricas.
Operan unos 300 polvorines de forma clandestina
El Coordinador Estatal de Protección Civil del Estado dio a conocer que unos 200 polvorines operan cumpliendo los requisitos que establecen la normatividad, y 300 más que funcionan de forma clandestina -al carecer sus propietarios- del capital necesario para la construcción de espacios adecuados y la actualización de zonas seguras.
El almacenamiento de materiales explosivos está reglamentado por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, conteniendo: requerimientos para el almacenamiento, permisos para los fabricantes y comerciantes de estos productos, la expedición de permisos a usuarios, los expedientes de los reportes requeridos a los permisionarios.
Los polvorines deben mantenerse secos, bien ventilados y frescos. El reglamento requiere que todos los materiales explosivos se guarden en polvorines autorizados, excepto cuando se encuentren en proceso de fabricación, uso o transporte.
Las medidas de seguridad más comunes a seguir en un polvorín son: los explosivos se almacenarán de forma que se pueda dar salida a los productos más antiguos, ya que de esta manera es más difícil que caduquen.
Para evitar aplastamiento, la máxima altura de almacenamiento será de 1.5 metros. Los explosivos y los detonadores se almacenarán en nichos diferentes.
Es obligatorio tener un libro de registro para llevar al día las entradas, salidas y existencia del polvorín.
Dentro del polvorín está terminantemente prohibido fumar, llevar aparatos que produzcan llama desnuda y sustancias inflamables.
La Secretaría de la Defensa Nacional regula la participación de las instancias como lo es la autoridad municipal debido a que da su aval para realizar este tipo de actividades, y solicitar el dictamen favorable para el uso de sustancias y fabricación.
La Sedena da la autorización o permiso general para almacenar materia prima, fabricación de los artificios explosivos y venta del producto terminado: ruedas catarinas, cohetones, cascada, castillo, cohetes de luz.
La venta de estos productos está autorizada solamente en el domicilio que en el permiso aparezca.
Las autoridades municipales tienen la responsabilidad de regular y vigilar que no se realice la venta en la vía pública y coordinarse con las autoridades federales, Secretaría de la Defensa Nacional, Procuraduría General de Justicia (PGR), Fiscalía del Estado y Protección Civil para la vigilancia, y en dado caso, decomisar el producto que no se encuentre bajo la ley.
Juegos artificiales son nocivos para medio ambiente y salud
Los juegos de artificio, alegría de fiestas patronales, bodas, calendas, festividades cívicas, para lograr los efectos y los colores que los caracterizan requieren mezclas con múltiples compuestos químicos:
Bario para los tonos verdes, estroncio para los rojos, sodio para los dorados, aluminio para las chispas plateadas y blancas, antimonio para destellos, entre otros.
Se utiliza perclorato de potasio o de amonio como oxidantes.
Los juegos artificiales pueden provocar ceguera, quemaduras de tercer grado y cicatrices permanentes. También incendios graves en casas, vehículos, pastizales.
De acuerdo a estudios, el ruido causado por el uso de la pirotecnia es nocivo para quienes la queman pues puede provocarles lesiones auditivas. El estallido puede alcanzar hasta 190 decibeles que es más de lo que el oído adulto puede soportar. Los niños son más proclives al daño porque su sistema auditivo es más vulnerable.
Las quemaduras generalmente afectan la piel, pero también pueden afectar otras áreas importantes del cuerpo, como por ejemplo, las vías respiratorias y los pulmones pueden dañarse al aspirar emanaciones tóxicas y gases calientes.
Los fuegos artificiales son también una de las principales causas de incendios forestales, ya que basta una mecha encendida para provocar un desastre ambiental con consecuencias irreversibles para la biodiversidad.
Recomendaciones
Los niños nunca deben manipular pirotecnia, debe manejarse en lugares abiertos, no guardar en bolsillos, no arrojar contra muros, cajas de luz, vehículos o materiales inflamables, debe mantenerse en el piso, nunca en las manos, ni dentro de botellas o latas, cuando un producto no explota no debe tocarse aunque la mecha aparezca apagada.
Los órganos más afectados son los ojos, brazos y manos por el fuego o la explosión, así como los genitales, cuando la persona lleva los cohetes en el bolsillo del pantalón.
El estruendo genera la muerte de las células sensoriales que se encuentran en los oídos, y no se regeneran.
Los juegos artificiales y los explosivos, por más inofensivos que parezcan están elaborados con pólvora, a pesar de contener pequeñas cantidades, su estallido puede provocar lesiones auditivas, quemaduras, heridas abiertas y amputaciones de extremidades.
Sigamos disfrutando de la maravilla de los juegos artificiales que iluminan el cielo de Oaxaca y, dan alegría y ambiente a las diversas festividades, pero siempre observando las medidas de seguridad para evitar desgracias como las sucedidas en otras entidades del país y aquí en Oaxaca.