El recién nombrado secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, es un funcionario “pobre”. No declara cuentas bancarias, ni casa, ni autos, aunque en los 45 meses que ocupó la Subsecretaría de Gobierno de la Segob percibió ocho millones 981 mil 616 pesos con 15 centavos. Su declaración patrimonial se reduce a su currículum escolar y laboral. Pero tiene un vicio, su gusto por uno de los deportes más costosos para practicar: el golf; eso lo ha convertido en socio de los 2 clubes más lujosos del Estado de México: el Club de Golf Los Encinos y el Ixtapan Golf Resort Country Club, donde pasa las horas con su amigo íntimo y compadre Enrique Peña Nieto, cuando la agenda lo permite
Sin embargo
CIUDAD DE MÉXICO.– En sentido figurado, Luis Enrique Miranda Nava, nuevo encargado de combatir la pobreza en México, es un funcionario “pobre”. Su declaración patrimonial –el máximo documento del patrimonio de un servidor público – no presenta casas, ni automóviles, ningún ahorro en cuentas bancarias ni ninguna otra inversión. Se reduce al currículum profesional y académico del funcionario que incluye la Licenciatura en Derecho por la Universidad Isidro Fabela, cuya cédula profesional obtuvo en 2011.
Luis Enrique Miranda Nava no mencionó posibles conflictos de interés, en la primera, segunda y tercera declaración, presentadas entre 2013 y 2015. Luego, el 27 de mayo de 2015, el funcionario publicó un nuevo documento en el que dijo que no los tenía. Un año después, el 29 de mayo, volvió a presentar la declaración y suscribió que no quería hacer público este renglón.
Este medio pudo comprobar en el Colegio de Notarios del Estado de México que su padre, Luis Miranda Cardozo ocupa la Notaría Pública 166 en esa entidad, la cual fue creada en 2011, el último año de Enrique Peña Nieto en el Gobierno del estado, según consta en la Gaceta de Gobierno de esa entidad. Se trata de un dato que Miranda Nava pudo decir o no ante la Secretaría de la Función Pública como “posible conflicto de interés”. Pero el formato de la declaración patrimonial en México, regida por la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, no es tan estricto para exigir la actividad profesional y empresarial de los parientes en línea ascendente, y buena parte de la información depende de la voluntad del servidor público.
Conflicto de interés
En 2015, organizaciones civiles y no gubernamentales presentaron en el Congreso de la Unión la iniciativa 3de3 que implicaba una declaración patrimonial exhaustiva de intereses; es decir, los nombres de parientes, amigos o familiares con los que no se pudiera, en el futuro, entablar relaciones contractuales. Pero el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en plena vorágine por el escándalo “casa blanca”, respondió con la puesta en marcha de “ocho acciones ejecutivas para prevenir la corrupción y evitar posibles conflictos de interés”.
Así, de acuerdo con tales acciones, el renglón para “posibles conflictos de interés” en el formato de la declaración patrimonial quedó a expensas de la voluntad del funcionario público.
Según la recomendación del Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sobre lineamientos para manejar los conflictos de interés en el servicio público, el conflicto de interés implica una discrepancia entre el deber público y el interés privado de un servidor público, cuando su interés personal puede influir de manera negativa en el ejercicio del servicio público y las responsabilidades que le son inherentes.
Eduardo Bohórquez, director de la organización Transparencia Mexicana -una de las impulsoras 3de3- piensa que la aportación del dato omitido por Miranda Nava habría contribuido con el ejercicio de la declaración patrimonial de una manera ejemplar, dado que el formato no lo exige.
De diciembre de 2012 cuando fue nombrado subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación hasta el día de su remoción el pasado 7 de septiembre, Miranda Nava ganó un sueldo bruto de 199 mil 591.47 pesos al mes; es decir, en los 45 meses que ocupó ese cargo percibió ocho millones 981 mil 616 pesos con 15 centavos.
Pese a la percepción, Miranda Nava presentó el 27 de mayo de 2016 una declaración ante la Secretaría de la Función Pública en la que publicó sólo su currículum escolar y laboral. Al final, suscribió la frase: “El servidor público no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales”.
Un pobre paladín
Miranda, nuevo paladín contra la pobreza, es fan de uno de los deportes más costosos para practicar: el golf. Eso lo ha llevado a convertirse en socio de los 2 clubes más lujosos del Estado de México.
Para jugar su deporte favorito le gusta tener toda la comodidad del mundo, por ello él y su amigo íntimo, su compadre, Enrique Peña Nieto, acostumbran cerrar las instalaciones del campo en turno cuando hacen su recorrido por los 18 hoyos.
Primero el Club de Golf Los Encinos, al que acostumbraban visitar cuando Peña Nieto gobernaba el Estado de México y Miranda era el segundo a cargo (2005 – 2011); después el Ixtapan Golf Resort Country Club, ubicado a hora y media de Toluca, donde ambos poseen lujosas villas. Los socios tienen que esperar, el acceso es imposible cuando los políticos se apoderan del green.
Los temas más íntimos, los negocios, la vida en la cúpula presidencial desde una perspectiva relajada eran escuchados atentamente al menos una vez al mes, cada que la agenda lo permitía, por Luis Enrique Miranda entre swing y swing, desde el tee de salida, hasta llenar la tarjeta final.
Un caddie del club Los Encinos que prefirió guardar anonimato, dijo que en los tiempos del sexenio anterior, rara vez se le vio a Miranda conectar un birdie, mucho menos un eagle.
“Ahora parece que ya trae buen nivel el señor Miranda. A él sí lo llegué a acompañar más de una vez en los recorridos que hacía con mi patrón [se guarda el nombre], pero al Presidente, a ese sí no me tocó verlo. Decían que cerraba el campo con sus guardaespaldas para que nadie los molestara, pero no me tocó estar”, recuerda el anónimo caddie en contacto telefónico con esta casa editorial.
En la actualidad los socios de Los Encinos ya no tienen que padecer la exclusividad de su campo. Hoy el club preferido por Peña Nieto y su compadre Miranda es el Ixtapan Golf Resort Country Club. 18 hoyos, canchas de tenis, un spa de nivel Beverly Hills, lago para pesca deportiva, otro para remar y salones de juego.
Horas y horas de recreación para el nuevo secretario de Desarrollo Social han transcurrido en este sitio, en compañía de Peña Nieto, en una zona VIP mexiquense donde el panorama está rodeado por aguas termales, clubes de golf, zonas residenciales y parques recreativos, administrados por los hijos de Arturo San Román Chávez, ‘El Señor de los Balnearios’, QEPD.
Resulta curioso que Luis Enrique Miranda reciba ahora el nombramiento como titular de Sedesol. En teoría, tendría que ser un aliado de los pobres, pero de forma indirecta, los sectores más vulnerables han sido atropellados por gente relacionada de primera mano con él, como los San Román.
Francisco Cruz Jiménez, periodista y escritor del libro Los Golden Boys, narró en entrevista con SinEmbargo que a partir de 1947, Alfredo San Román Chávez, comenzó a construir su imperio, gracias a concesiones gubernamentales, entre ellas el permiso para explotar los borbollones de San Gaspar.
En su momento, dicha concesión generó la oposición de pobladores y pequeños hoteleros. El disgusto popular se mantiene, ya que desde entonces, empresas de San Román, como Nueva Ixtapan (NISA), han resultado favorecidas como la principal concesionaria de agua de riego. Concesión renovada en 1997, durante el mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
Gracias a decretos políticos, los San Román monopolizaron toda el agua del municipio, incluso la de riego que se distribuye a los campesinos. Comuneros de la región otomí narran que desde hace años los San Román han ido despojando de sus tierras a sus pobladores originarios para luego construir grandes campos de golf y zonas residenciales.
También se dio la monopolización del sector turístico con el reimpulso en el sector inmobiliario que facilitó la construcción del Golf Resort & Country Club Gran Reserva, donde Miranda ahora presume tener mejor hándicap que el propio Presidente, o bien, donde en algún tiempo cambian la rutina para montar en el club hípico.
Si el recorrido por los 18 hoyos resultó muy agotador, no hay problema. El Presidente y el nuevo integrante de su gabinete, poseen reconfortantes “villas de descanso” en el exclusivo Resort.
Millonarios ingresos
Ahora, en su nuevo despacho en la Sedesol, Luis Miranda Nava tendrá un monto de percepciones brutas de 205 mil 122 pesos al mes. Se trata de una cartera con 209 puestos vacantes de un total de mil 56 que muestra el Portal de Obligaciones y Transparencia (POT). Por ejemplo, no hay funcionario en la Dirección General Adjunta de Seguimiento de Programas en la Subsecretaría de Desarrollo Comunitario y Participación Social.
Además, en la Sedesol hay un padrón de 25 millones 637 mil 99 beneficiarios del programa Prospera, según los datos abiertos de la misma dependencia publicados por la obligación que marcó el addendum al Pacto por México de mayo de 2013.
El 22 de abril de ese año, el Partido Acción Nacional (PAN) anunció su salida del Pacto por México, el convenio político con las fuerzas opositoras a través del cual, el Jefe del Ejecutivo impulsó las reformas estructurales en los ámbitos de Telecomunicaciones, Educativo, Financiero y Energético. La razón de Acción Nacional fue la presunta compra de votos en Veracruz a través del programa Oportunidades, hoy llamado Prospera. En ese momento, el partido pidió la destitución de Rosario Robles de la Sedesol para que fuera investigada y demandó pesquisas en contra de Javier Duarte, gobernador de Veracruz.
En los días siguientes, el presidente Enrique Peña Nieto estuvo en un acto público con el gobernador de Veracruz y en otro, le pidió a Rosario Robles no preocuparse por las críticas. “No te preocupes, Rosario”, le dijo.
El PAN presentó denuncias penales por delitos electorales en contra de 57 funcionarios. Poco a poco, la petición de la renuncia de Rosario Robles se diluyó hasta que dejó de ser condición para reanimar al Pacto por México.
Después del episodio del uso de programas sociales, en mayo de 2013, el presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes de los tres principales partidos políticos signaron un addendum al Pacto por México que tuvo un punto esencial: el compromiso del Gobierno federal de blindar los programas sociales regidos por la Sedesol en los procesos electorales.
En 2015, José Antonio Meade Kuribeña fue nombrado como Secretario en sustitución de Robles Berlanga quien fue removida hacia la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).