Los Guerreros de Oaxaca se sacudieron una desventaja de cuatro carreras y vencieron 6-5 a los Sultanes de Monterrey para mantenerse con vida en la Serie del Rey de la Liga Mexicana de Beisbol.
En la décima entrada, con bases llenas, Samar Leyva pegó un sencillo ante el relevista dominicano Wirfin Obispo y le dio a los Guerreros su segundo triunfo luego de tres derrotas, lo cual causará que la decisión del campeonato sea en Monterrey el martes o miércoles.
Los Sultanes, del timonel panameño Roberto Kelly, tomaron ventaja en la primera entrada con sencillo del estadounidense Julio Borbón y doble del mexicano Ramiro Peña, pero los Guerreros respondieron en la parte baja de ese episodio y empataron con hits del estadounidense Jay Austin, el mexicano Julián Ornelas y el cubano Henry Urrutia.
Ante el zurdo Alex Delgado, los visitantes hicieron dos carreras en el cuarto inning, impulsadas por doble de Ramón Ríos y sencillo de Alí Solís, además agregaron dos más en el quinto por cuadrangular de Peña, doble de Agustín Murillo y hit productor de José Amado.
Cuando el duelo parecía de un solo lado, los Guerreros revivieron con cuatro carreras en el cierre del quinto capítulo, producidas por sencillo de Erick Rodríguez, doble de Ornelas, imparable del cubano Yuniesky Betancourt y rola de su compatriota Urrutia.
Los Guerreros comenzaron la novena con doble de Samar Leyva y sencillo de Alejandro González que lo puso en tercera base. Con todo en contra, los Sultanes colgaron el cero; Erick Rodríguez bateó para doble play sin que pudiera anotar el corredor y Jay Austin, retirado de segunda a primera y forzó los extrainnings.
En el décimo acto, bajo la lluvia, el cubano Yuniesky Betancourt pegó imparable, Obispo regaló boletos a Dustin Geiger y Alan Sánchez y Leyva decidió el duelo con una línea a la banda izquierda.
Por los Guerreros, Betancourt lideró el ataque al ligar de 5-3, y por los Sultanes Borbón se fue de 5-3 y Peña de 6-3 con doble, triple, jonrón y un par de carreras empujadas.
El juego lo ganó el mexicano Samuel Zazueta, con dos ceros colgados, y lo perdió Obispo.
