Oaxaca perdió 321 empleos formales durante el segundo trimestre de 2017, al tiempo que permaneció como la entidad con el mayor porcentaje de población en la informalidad laboral, con un promedio de 73.6 por ciento, reportó la organización civil México Evalúa.
Mientras tanto, la pobreza laboral; es decir, ciudadanos que no pueden adquirir la canasta alimentaria con su sueldo, aumentó de 60.7 por ciento, en el segundo trimestre de 2016, a 63.1 en el segundo trimestre de 2017, precisó.
Según los indicadores que conforman el “Semáforo Estatal de Oaxaca”, para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, las autoridades debieron haber generado 19 mil 300 empleados entre enero y junio de este año; no obstante, las estadísticas de la agrupación aseveran que, en lugar de ello, desaparecieron 321 plazas de trabajo.
Durante el primer trimestre del año, precisó, el estado había creado 677 puestos laborales en los que los empelados recibían todas las prestaciones de ley; la mitad se perdieron, para un acumulado de 356.
En lo que corresponde a la informalidad laboral, en una comparación directa entre el segundo trimestre de 2016 y el segundo trimestre de 2017, el porcentaje bajó dos décimas, de 73.8 a 73.6.
Aun así, Oaxaca permanece en el primer lugar nacional por arriba de Guerrero, que tuvo una tasa de 69.9 por ciento; Hidalgo, con 68.3 por ciento; Chiapas, con 67.8 por ciento; Tlaxcala, con 67.7 por ciento, y Puebla, con 67.5 por ciento.
En caso contrario, Chihuahua reportó el índice más reducido del país, con el 32.3 por ciento de su población laboral sin recibir prestaciones de ley, por delante de Nuevo, que registró el 33.7 por ciento, y Coahuila, con 35.6 por ciento.
En pobreza laboral, esta entidad se ubica en el tercer lugar nacional con las condiciones más desfavorables: sólo las condiciones de Chiapas, con 68.4 por ciento, y Guerrero, 64.4 por ciento, son peores.
En Oaxaca, 63 de cada 100 trabajadores obtienen ingresos insuficientes para llevar una dieta con alimentos nutritivos y en la cantidad suficiente.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en junio pasado, el valor de la canasta alimentaria (Línea de Bienestar Mínimo) urbana pasó de mil 322 pesos con 61 centavos (junio 2016) a mil 422 pesos con 25 centavos (junio 2017), con un incrementó 7.53 por ciento.
Asimismo, el valor de la canasta alimentaria (Línea de Bienestar Mínimo) rural pasó de 937 pesos con 96 centavos (junio 2016) a mil 14 pesos con 15 centavos (junio 2017), lo que equivale a un incrementó 8.12 por ciento.
