La crisis de violencia e inseguridad creciente en Oaxaca parece no tener solución: con un 2019 que se encamina a romper el récord de mil 172 homicidios dolosos reportados en 2018, el estado se ve afectado por la dispersión del crimen organizado, aunado a una marcada debilidad de las fuerzas de seguridad pública y la ineficiencia del sistema de justicia penal, que incluye la pobre actuación de la Fiscalía General del Estado, que en 2018 dejó impunes el 97.6% de los asesinatos violentos
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la crisis de inseguridad y violencia homicida que vive el país, Oaxaca continúa cosechando resultados negativos: a nivel nacional tiene el mayor incremento en número de asesinatos intencionales entre 2015 y 2018 (420%), es el décimo estado que mayor porcentaje de homicidios dolosos registra en el país (3.5%), superando a entidades como Tamaulipas, Sinaloa, Morelos y Nuevo León; es además la tercera entidad donde mayor porcentaje de los homicidios registrados se cometieron con arma de fuego (79.3%) y la tercera donde mayor número de estos crímenes quedaron impunes, con 97.6%. Matar en Oaxaca es un delito que se comete cada vez con mayor frecuencia y donde las consecuencias son ínfimas.
El Reporte 2019 sobre impunidad en homicidio doloso presentado el pasado 2 de diciembre por la organización Impunidad Cero da cuenta de los pobres resultados en materia de seguridad pública, procuración e impartición de justicia que se han logrado en Oaxaca.
De acuerdo con el reporte, entre las causas que explican la creciente inseguridad en el estado se encuentran la “dispersión del crimen organizado, aunada a una marcada debilidad de las fuerzas de seguridad pública y a la ineficiencia del sistema de justicia penal”.
Este panorama se mezcla con un avance mínimo respecto a la resolución de homicidios, al bajar el índice de impunidad de 99.4% en 2015 a 97.8% en 2018, una reducción de 1.6% en tres años.
“En 2015, Oaxaca fue el estado que tenía mayor impunidad en homicidio doloso, ahora es el tercero, es un pequeño avance, apenas es del 1.6% la reducción de la impunidad, aún queda mucho camino por andar, por eso se requiere mejorar la capacidad de investigación. Respecto al homicidio doloso, hay ataques en todo el estado, la extensión del fenómeno en la entidad es amplia, es un desafío”, expresa Guillermo Zepeda Lecuona, coautor de la investigación de Impunidad Cero.
El investigador, doctor en sociología por la UNAM, apunta que ha habido cambios relevantes en la incidencia de los homicidios dolosos en Oaxaca durante las últimas dos décadas. “A principios del actual siglo había mucha violencia rural. Hasta 2001 uno de cada tres homicidios en México se cometía en Guerrero, Oaxaca, Chiapas o Puebla, el mapa de la muerte ha cambiado. Oaxaca llegó a tener hasta 45 homicidios por cada 100 mil habitantes, llegó a bajar hasta ocho o nueve, pero a raíz del incremento de la presencia del crimen organizado, de las disputas po5r la plaza se ha agudizado”, explica.
Asimismo, señala que además de exponer la grave situación de impunidad que prevalece en el país, el informe de Impunidad Cero enfatiza los esfuerzos que han hecho diversas entidades para detener la violencia homicida. Nuevo León, por ejemplo, ha logrado disminuir el número de asesinatos violentos y elevar el número de sentencias.
2019, EL AÑO MÁS LETAL
Los números que muestran el panorama adverso en la entidad siguen: con 28.6 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, superó en 2018 la media nacional, que fue de 26.7.
Desde 2015, el número de homicidios cometidos en la entidad se ha incrementado anualmente: 225 se reportaron ese año al Secretariado
Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública; en 2016, la cifra subió a 847; 961 en 2017; y 1,172 en 2018. Hasta octubre, pasado, el Secretariado registraba 986 asesinatos intencionales en 2019, por lo que, de mantenerse el promedio de homicidios, este año la tendencia de crímenes continuará al alza y fijará un nuevo récord.
De los 1,172 homicidios registrados en 2018, únicamente en 26 casos se dictó una sentencia condenatoria. A pesar de la variación a la baja, la impunidad para quien comete un asesinato intencionalmente en Oaxaca está prácticamente garantizada, pues en 2018 97.6% de los casos quedaron sin sentencia.
La entidad que lidera la tabla de impunidad en el delito de homicidio doloso es Morelos, con 99.6%, seguido de Chiapas (99.0%) y Oaxaca.
En 11 estados, la impunidad en homicidio doloso supera el 91% y en siete el 95%. El promedio nacional de impunidad es de 89%. Es decir, solo 1 de cada 10 homicidios se resuelve.
FISCALÍA, INOPERANTE
En septiembre pasado Impunidad Cero publicó el Índice estatal de desempeño de las procuradurías y fiscalías 2019, que expone cuáles son algunos de los elementos que explican el por qué la Fiscalía estatal se ha convertido en un ente inoperante.
A nivel nacional, Tlaxcala se sitúa como la entidad con el menor presupuesto por persona en procuración de justicia, con 106.11 pesos; seguido de Puebla y Oaxaca con un gasto de $140.16 y $166.10 pesos, respectivamente. El gasto en la Ciudad de México, líder en este rubro, es de 740.57 pesos por persona.
Los ministerios públicos a cargo de la Fiscalía de Oaxaca fueron además los segundos del país en los que más tiempo se requirió para interponer una denuncia: 236.17 minutos, casi cuatro horas.
La confianza ciudadana en los ministerios públicos de Oaxaca también es una de las más bajas. Aunque el porcentaje del promedio nacional de personas que confían mucho en los ministerios públicos es de 9.6%, en Oaxaca es de 8.6%, el séptimo más bajos del país.
La probabilidad de que se resuelva un delito denunciado en el estado es de 1.4%; la media nacional es de 1.3%.
Incluso un renglón en donde la labor de la FGEO es destacado, el de efectividad en el cumplimiento de órdenes de aprehensión, donde obtuvo el segundo mejor resultado del país con 83.7%, se ve desdibujado por el bajo porcentaje de casos que investiga.
“Puebla, Oaxaca y Tlaxcala tienen una efectividad de investigación menor al 20%, por lo que la efectividad se ve diluida, ya que no esclarecen mucho, pero al menos hay mayor probabilidad de captura en los casos en los que se esclarecen”, señala el reporte.
A nivel general, la Fiscalía de Oaxaca tiene el séptimo peor desempeño del país, con 41.19 puntos de 100 posibles en el ránking nacional.
POLICÍAS MUNICIPALES NO ESTÁN LIMPIAS
Otro factor que agrava el estado de inseguridad en la entidad es la falta de coordinación entre los cuerpos de seguridad pública. Para el senador por el Partido Verde Ecologista, Raúl Bolaños Cacho, esta situación ha sido provocada en gran parte por los gobiernos municipales, que no han garantizado si quiera que sus cuerpos policiacos estén limpios.
“Las autoridades municipales tienen la obligación, primero, de verificar a sus policías, si están capacitadas y si están totalmente desvinculadas del crimen organizado. Tienen que coordinarse los presidentes municipales con el gobierno estatal, yo veo una fuerte coordinación entre el Gobierno del Estado y la Federación, con la Guardia Nacional y con el secretario Durazo, pero hay veces en que los presidentes municipales no están entrando en esta sinergia que debe de haber”, señala el legislador.
MÉXICO, LA GRAVE IMPUNIDAD
La impunidad para castigar un homicidio doloso en México es de las más altas del mundo. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen (UNODC) muestran que el país es el tercero con mayor porcentaje de crímenes sin resolver, con 89%, solo superado por Honduras y Belice, con índices de impunidad de 96.4% y 92.2%, respectivamente.
México se ubica entre los países más violentos en términos de homicidios. El país con la mayor tasa es El Salvador, con 61.8 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguido de Jamaica, Honduras, Belice y Sudáfrica.
México ocupa la decimosegunda posición, con una tasa de 24.8, un valor muy similar al observado en Colombia.
México es el país más violento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con una tasa de homicidios de 24.8; le sigue, de lejos, Estados Unidos con una tasa de 5.3. Países como Japón y Noruega tienen tasas de homicidio de 0.2 y 0.5 por cada 100 mil personas.
GUARDIA NACIONAL, ESTRATEGIA POCO ÚTIL
Pese al panorama de incremento en las cifras de homicidio doloso en México, la estrategia para prevenir y disminuir la alta incidencia delictiva, la estrategia que está aplicando el nuevo gobierno resulta equivocada, al menos así lo observa el investigador Guillermo Zepeda al analizar el presupuesto de egresos de la Federación 2020, a través del cual se destinarán al menos 56 mil millones de pesos para la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina.
“La mayor capacidad de disuasión es reducir la impunidad y aunque la Guardia Nacional tenga muchos recursos, a la Fiscalía se le están reduciendo recursos, de nada sirve patrullar mucho, incluso detener a muchas personas si no se tiene la capacidad de procesarlas, de esclarecer los hechos y defenderlos en una sala de audiencia”, expone el investigador.
El PEF aprobado por la Cámara de Diputados para 2020 destinó 16 mil 702 millones de pesos para la Fiscalía General de la República, monto que representa mil 500 millones de pesos menos que en 2019.
Actualmente, agrega el entrevistado, “la probabilidad de que un delito se resuelva en México es de 1.33%, el tema de la impunidad está en la investigación, apostar a que con patrullaje y mayor presencia militar o de la Guardia se venza al crimen organizado es como esperar a que los bomberos salgan a buscar incendios, así de poco útil es esta estrategia”.
