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“Nueva normalidad” arranca con semáforo rojo en todo el país

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Por disposición del gobierno federal, este lunes 1 de junio inicia la reapertura de actividades económicas en el país, sin embargo, hasta el viernes pasado, el semáforo de riesgo epidemiológico mostraba un mapa del país totalmente rojo, con un punto naranja en el centro, lo que indica, de acuerdo a las autoridades sanitarias, que México está en riesgo máximo por la pandemia del Covid-19. Los titubeos de la Federación para tomar las riendas de la emergencia abrieron la puerta para que gobernadores de oposición expresen su rebeldía y su rechazo

 

 

Alonso PÉREZ AVENDAÑO

 

Este lunes 1 de junio, México entrará a la “nueva normalidad”, etapa que comprende la reapertura de las actividades económicas, con semáforo rojo o riesgo máximo en 31 de las 32 entidades del país, incluido el estado de Oaxaca.

El semáforo de riesgo epidemiológico, presentado la semana pasada por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gattel, incluye los siguientes colores: rojo: Riesgo máximo, naranja: Riesgo alto, amarillo: Riesgo medio y verde: Riesgo bajo.

Sin embargo, de acuerdo con información proporcionada por el funcionario federal, en 31 de las 32 entidades del país, este indicador se encuentra en rojo; sólo Zacatecas está en color naranja.

“La epidemia no ha concluido, tiene que completar varios ciclos de transmisión en varios puntos del país. No debe nadie confundirse de que se está en descenso, porque no es el caso”, dijo López-Gatell.

“La nueva normalidad es porque las actitudes, respecto a la prevención, son elementos que no se pueden quitar, probablemente en años, porque nos permiten convivir con este nuevo virus en todo el mundo”, añadió el funcionario epidemiológico.

El subsecretario afirmó que cada mandatario decidirá las actividades que pueden abrir en su entidad con base a los colores que marque el semáforo de riesgo.

 

DESACUERDOS CON LA FEDERACIÓN

 

Lo anterior, ha abierto 32 frentes en contra del gobierno federal, uno por cada estado que se confronta con las decisiones de Palacio Nacional sobre las formas en las que se reanudarán las actividades económicas el próximo lunes 1 de junio. Aunque algunos de estos frentes, como el caso de Oaxaca resulta más endeble ante la falta de propuesta oficial, impera aún el desconcierto, el cómo funcionará la “nueva normalidad económica del país” en medio de los crecientes “nuevos casos diarios de coronavirus”.

Aunque desde el 13 de mayo en que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció la ejecución de un semáforo que definiría cuáles actividades podrían iniciar y cuáles no a partir del 18 de mayo y el 1 de junio, se estableció que las decisiones las tomaría cada municipio y cada estado, el pasado 26 de mayo, cinco días antes de concluida la Jornada Nacional de Sana Distancia, la Cuarta Transformación dio un giro a su plan.

En una conferencia con gobernadores y representantes de entidades, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, anunció que el semáforo económico lo impondría el gobierno federal y llamó a los gobernadores a acatarlo.

“Debemos tener una coordinación federal y ahí el diálogo con los gobernadores, para que todos vayamos en la misma gradualidad y en la nueva normalidad realizando conjuntamente las aperturas de las industrias, la respuesta es tajante: el semáforo es federal”, aseguró.

Su determinación no fue definitiva. Solo un día después, la ministra en retiro de la Suprema Corte reculó y aceptó que los semáforos serían regionales.

“El semáforo va a ser regional, no va a ser para toda la República porque no es lo mismo lo que está aconteciendo en el norte, que lo que está aconteciendo en el centro, el sureste, oriente o el poniente. Es una situación distinta”, sostuvo.

Aunque la decisión se dio empujada por la rebelión de gobernadores de oposición que rechazaron atender las determinaciones del gobierno federal, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) recibió por parte de la Secretaría de Salud federal un documento en el que se hace explícito que la mayor parte de las entidades mantiene un alto nivel de riesgo sanitario por la pandemia.

Un documento entregado por el subsecretario Hugo López-Gatell a la Conago detalla el nivel de peligro que presenta el país de acuerdo con los indicadores de ocupación hospitalaria, tendencia de hospitalización, tendencia de síndrome covid-19 y positividad a covid-19. En conjunción los cuatro indicadores señalan que, a excepción de Zacatecas, todas las entidades se encuentran en riesgo alto.

 

ESTADOS CON CASOS CRECIENTES

 

Pese a las protestas de los gobernadores, ninguna de las entidades que representan han demostrado haber frenado los casos de contagio de coronavirus. Jalisco, Guanajuato y Nuevo León, que encabezaron la rebelión contra la Federación, superan los más de 1,300 casos confirmados de coronavirus.

Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, señaló respecto a la determinación de Gobernación que la entidad seguiría su propio semáforo a pesar de aceptar que el país se encuentra en la etapa más crítica de la emergencia sanitaria y que la curva de contagios seguiría al alza “cuando menos 30 días más”.

“¿Cuándo será el pico? no lo sé, sinceramente les digo ya no nos metamos en ese debate con el subsecretario López-Gatell, ellos están en su derecho de hacer lo que consideren, hay respeto del gobierno del estado al gobierno federal, mantenemos la comunicación pero en Jalisco hay un solo semáforo que hemos construido en lo local, hay una sola estrategia, con la Federación hay coordinación y comunicación, pero no hay sumisión, hay una ruta que definimos y así vamos a seguir”, expresó.

Aunque en el caso de Jalisco no se ha dado a conocer el semáforo que se seguirá a partir de este lunes 1 de junio, otras entidades como Guanajuato ya expusieron cuál es su plan de reactivación económica, que incluye incluso la reapertura de centros que implican gran concentración de personas.

Aun cuando el semáforo se mantenga en rojo, en esta entidad será posible la reapertura del 30% de establecimientos comerciales al por mayor (sin especificar si se refiere a tiendas departamentales de venta de electrodomésticos, por ejemplo), plazas comerciales (con excepción de bares, áreas de comida y juegos) y restaurantes y hoteles.

El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez, basa su decisión en el hecho de que adelantarse al gobierno federal ha permitido obtener buenos resultados durante la pandemia.

“Nos adelantamos a la suspensión de clases, abrimos el primer hospital Covid del país, adquirimos ventiladores y equipo antes que nadie, generamos apoyos a sectores económicos y de salud.

“En este gobierno no hemos esperado determinaciones que no llegan, las hemos tomado y así seguirá siendo, las políticas públicas implementadas con los ciudadanos en Guanajuato han funcionado y son avaladas por sus resultados”, expresó.

Este estado, sin embargo, acumula 1,300 casos confirmados de coronavirus y apenas el 25 de mayo registró su día de mayor número de contagios, con 78.

El caso de Nuevo León, con 1,324 casos positivos confirmados, es también contradictorio. Su vocero para la epidemia ha sido el secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, quien en la reunión de gobernadores con Sánchez Cordero expresó que la entidad tiene sus propias necesidades y aunque “ellos (la Federación) hacen el semáforo, nosotros le ponemos el color”.

Ya en solitario, en conferencia de prensa en el palacio de gobierno neoleonés, aceptó que la reapertura económica implica riesgos. “Estoy preocupado porque se va a reactivar el próximo lunes primero de junio la economía y podemos tener un rebrote… se nos pueden generar muchos contagios y tendríamos que suspenderla nuevamente”.

Otros estados, como el de Oaxaca, no han expuesto cuál será el criterio de reapertura económica que se seguirá a partir del 1 de junio.

 

REBELIÓN DE GOBERNADORES

 

El viernes, gobernadores de siete estados del país conformaron un bloque para rechazar el semáforo epidemiológico que presentó el gobierno federal para el arranque de la “nueva normalidad”.

Pese a que estas entidades están marcadas en color rojo, los mandatarios estatales anunciaron en conferencia de prensa que aplicarán sus propias estrategias para comenzar a reanudar actividades.

El anuncio se realizó luego de la onceava reunión interestatal celebrada en Colima y en la que participaron: Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila; Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán; José Rosas Aispuro Torres, de Durango; Enrique Alfaro Ramírez, de Jalisco, y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima.

En su mensaje a medios, puntualizaron que este anuncio ni su propuesta de revisión del pacto fiscal pretenden generar polémica, ni se hacen con “ánimos separatistas”.

“No tenemos ningún ánimo separatista, lo que queremos es diálogo y respeto a las entidades, y que se respete el principio de equidad de distribución de Hacienda Pública. Nadie ha planteado separarse de la unión; requerimos un nuevo acuerdo en la distribución de los recursos”, apuntó Silvano Aureoles.

Pero sí acusaron que tanto el semáforo epidemiológico federal -conformado por cuatro indicadores- como la Jornada de Sana Distancia se realizaron de manera unilateral, dejando fuera a las administraciones estatales y municipales.

En este sentido, refirieron que ahora, con el mapa presentado este viernes, el gobierno federal trasladada toda la responsabilidad y contención de la pandemia del coronavirus Covid-19 a las autoridades locales.

“Por lo anterior, manifestamos toda nuestra incomodidad y rechazo a un semáforo que no refleja la realidad de nuestros estados, por el contrario, pareciera ser que tiene un propósito político para responsabilizar a los estados por los muertos.

“Además, la autoridad sanitaria federal incumplió el compromiso que hizo con los gobernadores para darles a conocer el semáforo previamente, antes de su publicación”, expresaron en un comunicado conjunto, al que Silvano Aureoles dio lectura.

En consecuencia, agregaron, cada gobernador informará sobre el proceso de reapertura gradual en sus respectivos estados, tomando en cuenta todas las medidas sanitarias y con una mayor capacidad de pruebas para detectar el Covid-19 y evitar contagios en los centros de trabajo.

“Esta reapertura será en corresponsabilidad con la sociedad y con el sector empresarial”, enfatizaron.

Además, acusaron que el gobierno federal los ha dejado solos durante la pandemia pues desde hace unos dos meses, señalaron, López Obrador no los ha convocado a una reunión ni está en comunicación con ellos.

Incluso, mencionaron que tampoco han recibido recursos extras del fondo de estabilización para hacer frente a esta emergencia sanitaria.

El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca recalcó que el fondo de contingencia para estabilizar presupuestalmente a los estados, es un fondo de cada estado, por lo que rechazó que desde la Secretaría de Hacienda se estén manejando como “recursos extraordinarios”.

Antes de este mensaje conjunto, el gobernador de Jalisco calificó de «cínico» al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, por el mapa presentado en la conferencia presidencial.

“Es verdaderamente increíble el nivel de cinismo del señor López-Gatell, y lo digo con todas sus letras: nos quiere echar a los estados la responsabilidad de indicar un proceso de la reactivación de la economía, porque ya pinto de rojo a todo el país”, dijo en un mensaje a medios.

“Cómo nos explican eso: ¿por qué salimos en rojo? Ni con sus interminables explicaciones técnicas puede sostener esta idea”, cuestionó el mandatario estatal.

 

ENTRE LA ECONOMÍA Y LA MUERTE

 

Para analistas y especialistas, la decisión que tomen tanto las entidades federativas como el gobierno federal para reactivar la economía se basa en la falta de pruebas y de evidencias para conocer el tamaño real del riesgo.

“Abrir sin hacer pruebas me parece que es abrir a lo ciego, abrir con el modelo centinela y con la cantidad de pruebas que estamos haciendo me parece una apuesta complicada, entiendo la parte económica, que el choque económico es complicado, pero están en juego vidas humanas”, señala Valeria Moy, directora general del centro de análisis México ¿Cómo vamos?

Para el periodista Raymundo Riva Palacio, las estadísticas de propagación del coronavirus son señales de que la normalidad se encuentra aún lejos en el país. “Cuando presentó López Obrador el plan (de reapertura), hace 14 días, había 1,997 casos por día, y el lunes pasado (25 de mayo) hubo 3,455. Se habían registrado 3,465 decesos, y el lunes sumaron 7,733. Se suponía, porque así lo habían dicho el presidente y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que el pico de la pandemia de Covid-19 sería entre el 1 y el 8 de mayo”.

Por su parte, para el historiador Lorenzo Meyer la disyuntiva entre economía y seguridad de la población, pone de manifiesto la desigualdad social imperante en el país.

“En el dilema entre mantener la cuarentena-reabrir la actividad económica, alguien dijo que la divisa aperturista es ‘vivir y dejar morir’. Del otro lado, la divisa podría ser ‘para no morir hay que bajarle al vivir’. Difícil saber cuál es el justo medio, pero hay que buscarlo.

La igualdad, resaltó, se muestra en la situación laboral. Por un lado, explicó, “se encuentran aquellos que simplemente no tienen donde confinarse -los pobres entre los pobres- o los que por vivir al día no pueden modificar sus actividades cotidianas -generalmente trabajadores informales. Por otro, aquellos que la propia sociedad les obliga a laborar por ser ‘imprescindibles’: los trabajadores del sector salud, los que producen, procesan y distribuyen alimentos y medicamentos, los transportistas, los encargados de la seguridad, de compleja red de servicios municipales o bancarios y un largo etcétera”, explicó.

 

APOYOS DE GOBIERNOS, INSUFICIENTES

 

Aunque en el discurso apoyan fuertemente la necesidad de reactivar la economía, desde sus trincheras los gobiernos de los estados han dado respuestas dispares cuando se trata de generar apoyos directos tanto a trabajadores, formales e informales, y a empresas de cualquier tamaño.

Solo al observar las determinaciones sobre el Impuesto Sobre la Nómina se observa que no hay coincidencias sobre si se debe condonar, posponer o subrogar su pago.

Tamaulipas, cuyo gobernador Francisco Cabeza de Vaca ha sido otro de los más férreos defensores de la rebeldía contra la Federación, decidió diferir únicamente el pago de este impuesto correspondiente a los meses de abril y mayo siempre y cuando se trate de empresas con menos de 20 empleados. Quintana Roo condonó el 20% de este impuesto a quienes lo pagaran puntualmente. Tabasco carece de una política al respecto.

También respecto a la bolsa de recursos que destinarán para apoyos directos a empresas hay una fuerte disparidad en las entidades.

Oaxaca, por ejemplo, anunció únicamente 100 millones de pesos para ofrecer créditos preferenciales a PyMEs, hoteles y restaurantes.

Puebla ha anunciado hasta 500 millones de pesos para apoyar a empresarios, con créditos que van de 500 mil a 5 millones de pesos con un plazo de pago de 36 meses.

Tlaxcala ha decidido sustituir el programa Prospera, eliminado por el gobierno federal, para apoyar a mujeres beneficiarias con una bolsa de 140 millones de pesos.

El gobierno de Veracruz anunció un apoyo de $1,000 pesos a trabajadores que participaban en actividades relacionadas con el turismo y cultura.

 

 

 

 

 

 

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