La Cámara del Pequeño Comercio demanda al gobierno federal echar atrás el nuevo esquema de precios de gasolinas, porque sólo ha propiciado una escalada inflacionaria que golpea gravemente la economía familiar
José HANNAN ROBLES
Para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, Servicios y Turismo de Oaxaca (Canacope), Pedro Corres Sillas, para 2017 se vislumbra un “negro panorama” en materia económica, principalmente por el alza del costo de los energéticos, lo que ha propiciado una escalada inflacionaria que ha golpeado la economía familiar.
La alternativa, enfatizó, es que el gobierno federal dé marcha atrás a este nuevo esquema de venta de gasolinas, que ha provocado un enorme malestar social que abre la puerta a muchos otros factores políticos.
El alza de los combustibles que no fue hecho de manera programática, explicó, hace mover lo que se puede decir que son las fuerzas naturales del mercado: la demanda, la oferta y, sobre todo, la especulación.
Ante estas fuerzas al subir los energéticos, porque no solo ha subido la gasolina, sino el gas y la electricidad, se presentarán serios problemas, indicó.
Puso como ejemplo, que una tiendita que en promedio paga de cinco a seis mil pesos de energía eléctrica, porque le aplican tarifas comerciales, el costo de la electricidad se reflejará en el precio de los lácteos, carnes frías como jamón, refrescos, bebidas frías, entre otros.
El precio del gas ya se está reflejando en el precio de la tortilla, así como en las cocinas económicas, taquerías, entre otros, porque estos negocios requieren este energético al igual que algunas industrias ligeras para desarrollar sus actividades.
Las mercancías para que lleguen de la fábrica al centro de distribución, y de este a las tiendas requiere combustible, lo que genera un alza generalizada de los precios de los artículos que tienen que ser movidos, abundó.
El empresario sostuvo que será hasta abril o mayo cuando las fuerzas naturales estabilicen el mercado permitiendo tener una referencia de lo que subirá de precio, “mientras no tengamos una estabilización en el mercado la especulación seguirá siendo el factor que determine los precios”.
Espiral inflacionaria
El gobierno federal anunció que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tal vez como una manera de controlar los precios, va a estar vigilando que no haya alza excesiva en productos y servicios, sin embargo las fuerzas naturales del mercado van a actuar por varios meses hasta lograr su estabilización, comentó.
Citó que el precio de la tortilla ya es una especulación, porque esta industria reclama gas para su actividad y gasolina o diésel para los vehículos que transportan los insumos que utiliza.
Los patrones, empezarán a recibir con todo el fundamento del mundo, quejas de sus trabajadores porque el precio de la vida va a la alza, por lo tanto el dinero que reciben por la venta de su mano de obra, ya no les alcanza para cubrir los satisfactores necesarios para tranquilidad de su familia, comentó.
Los patrones, agregó, tienen la obligación moral de reajustar salarios, lo que repercutirá en los precios de los productos y servicios que ofrecen, lo que significa que hay un desplazamiento en el mercado, es decir al subir el precio de un producto o servicio, menos gente lo puede adquirir.
Pagar menos al trabajador significa sacrificar factores muy importantes de la empresa, como es la productividad.
Aumentar el salario conlleva a hacer ajustes en los precios de los productos y servicios, para poder solventar las necesidades sin sacrificar otros rubros.
Las empresas sacrificarán una parte de sus utilidades, que va entre cinco y 10 por ciento, afirmó el entrevistado.
Sacrificar utilidades consiste en tener menos oportunidades de crecimiento de los negocios, de contratar a un mayor número de empleados, y menos oportunidades de inversión a factores que influyen en la productividad, como la capacitación.
El recorte de personal o reducción de horarios de trabajo, explicó se dan en situaciones generadas por un momento atípico, y lo que vamos a empezar a vivir es una espiral inflacionaria, es decir que todo se va a correr para ajustarse; en estos ajustes lo que se hace es alzar los precios.
Indicó que en Oaxaca se ha agudizado la situación, porque el gobierno anterior le dejó a la nueva administración una situación económica desastrosa, fue un gobierno sobreendeudado, que no cumplió ciertas normatividades para contratar servicios, y hoy muchos de los que le proveyeron bienes y servicios, no están registrados en el padrón o no les calificaron las facturas, otros no tienen órdenes de compra, lo que les impide cobrar.
Ese dinero que les deben no está circulando; dejaron un estado también lleno de problemas y conflictos sociales que generó temor e inseguridad, concluyó.