Pese a que el gobierno del estado implementó nuevas medidas, entre ellas cerrar los círculos de la Central de Abasto, la principal zona de comercio de la capital sigue con sus labores de manera cotidiana.
Locales que ofrecen productos “no esenciales” como dulcerías, jugueterías, zapaterías entre otros, continúan abriendo, pues de acuerdo con los comerciantes, viven al día y no pueden dejar de vender.
De acuerdo con un comerciante de productos de plásticos, aunque no sabe desde cuándo iban a cerrar el mercado, todos los locatarios decidieron no hacerlo porque se quedarían sin comer.
“No sabemos cuándo se iba a cerrar, pero no vamos a cerrar; ya lo acordamos ayer que no se cierra, pero aún nos falta ver otras acciones”, mencionó.
Por ello, decidieron hacer obligatorio que todos los vendedores porten cubrebocas, gel antibacterial y cada uno tenga una cubeta de agua para sus clientes; además redujeron los horarios.
“Aún no decidimos bien el horario, pero antes cerraban a las 11 de la noche, ahora están cerrando a las 10. Yo cierro a las 9 y a esa hora casi todos estamos cerrando”, detalló.
En algunos locales se leen letreros en los que recalcan: “Estimado cliente, se le informa que trabajaremos de manera normal con las medidas necesarias”.
Asimismo, a través de redes sociales ha circulado un mensaje en el que aseguran que “el Mercado de Abasto no cerrará sus puertas al 100” y detallan un horario específico para giros esenciales y no esenciales.
En ese mismo mensaje se detalla que todos los trabajadores, comerciantes y estibadores, deberán portar el cubrebocas, lo cual se pudo observar durante el recorrido que realizó Noticias Voz e Imagen a esta zona comercial.
Sin embargo, algunos lo colocan debajo de la boca o lo utilizan por momentos, principalmente cuando deben atender a algún cliente.
Cabe señalar que desde el lunes pasado se les envió a cada comerciante una minuta en la que se les invitaba a los comerciantes de productos no esenciales a cerrar sus locales, por lo que en caso de no cumplirlos se clausurarían durante el tiempo de la contingencia; no obstante, la mayoría no obedeció.
Contrario a esto, Noemí Alavés Aquino, coordinadora ejecutiva de la Central de Abasto, declaró hace unos días a esta casa editorial que alrededor de 800 comerciantes han “bajado las cortinas”, además de que algunos tianguis han cumplido con no instalarse.