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La delegada del gobierno de la República en el estado, advierte que en la Cuarta Transformación Los diputados, ni federales ni estatales, tendrán recursos para ejecutar obras ni tendrán facultad para gestionarlas, “ya no van a traer bolsa ni van a pedir moche”
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
A partir del 1 de diciembre, Nancy Ortiz Cabrera funge como delegada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en Oaxaca, una posición desde la cual coordina tareas de seguridad pública, la operación de programas de desarrollo social, la inversión en el Istmo de Tehuantepec, la reconstrucción de comunidades dañadas por los sismos, la creación de 10 universidades públicas, la construcción de caminos rurales y una larga lista de acciones.
Por las múltiples tareas que atenderá Nancy Ortiz como los otros 31 delegados estatales que nombró el Presidente de la República les han ganado el mote de “súper delegados”.
Aunque el anuncio de estos funcionarios ha generado ya el disgusto de gobernadores,que incluso interpusieron un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ortiz Cabrera señala que continuará con la encomienda que les confirió López Obrador: “ser sus ojos y oídos en los estados”
La ex presidenta estatal de Morena señala que la relación del gobierno federal sufrirá cambios respecto a todos sus interlocutores, con el gobernador, los diputados federales, locales, las organizaciones sociales y, por supuesto, los ciudadanos.
“Vamosa mover muchos intereses, pero venimos en la ruta que trazó el presidente”. “Lo que estaríamos diciéndole al gobernador es que caminemos de una forma institucional, yo voy a representar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y lo importante es que le vaya bien a Oaxaca”.
Los diputados, ni federales ni estatales, tendrán recursos para ejecutar obras ni tendrán facultad para gestionarlas, “ya no van a traer bolsa ni van a pedir moche”, subraya.
En el tema de seguridad pública, cada día habrá un acto verificativo de seguimiento al estado. A las ocho de la mañana convocará al gobernador, al secretario de Seguridad Pública, al Fiscal del estado, a representantes de la Sedena,de la Marina y de la Policía Federal para revisar la agenda y los hechos delictivos relevantes.
“Si el secretario de Seguridad Pública no va a estar una o dos veces, ahí hay un problema. La apatía que haya de los funcionarios se va a estar diciendo ‘fulano no viene’, por qué, porque es una indicación del Presidente de la República. Hay quien dice que no va a funcionar y tal vez no va a funcionar porque si tú quieres dormir bien, como funcionario, comer bien a la hora y no hay compromiso con el pueblo pues nunca vas a dar más de tu tiempo”, señala.
En la estructura de comunicación con los estados al presidente López Obrador le seguirá Gabriel García Hernández que es el coordinador general de los“superdelegados”. García trabajó en la administración obradorista cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal como director de Adquisiciones de la Oficialía Mayor, desde donde coordinó la compra consolidada de la administración pública federal. En la elección se desempeñó como secretario de Organización de Morena.
Bajo su coordinación estarán los 32 delegados estatales y 266 delegados regionales,de los cuales 15 operarán en Oaxaca, cuatro de ellos en el istmo de Tehuantepec, una zona prioritaria para el desarrollo económico en el gobierno de la Cuarta Transformación. Con los delegados regionales operarán los“servidores de la nación”, que actualmente trabajan en la elaboración del censo de los diversos programas sociales anunciados por López Obrador.
La primera labor de los delegados será la operación de tales programas para la atención de grupos vulnerables, jóvenes sin empleo, estudiantes universitarios y adultos mayores.
Ortiz señala que la inversión para Oaxaca está garantizada, tanto para el corredor Transístmico –que ya cuenta con el aval de los ciudadanos-, como la conclusión de las súper carreteras a la Costa y el Istmo de Tehuantepec.