A casi seis meses de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, en el estado de Oaxaca han muerto 33 trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeras y personal de otras áreas, todos perdieron la vida en la línea de combate, dando la batalla al Covid-19 en instituciones públicas o en forma privada. Las principales causas de estos fallecimientos se deben al deficiente material sanitario utilizado y la ausencia de protocolos de protección, aunado a la opacidad y negligencia de las autoridades de salud
“El virus ha sido una tragedia. Nos ha tocado ver morir a muchas personas, recibir a infectados que llegaban a urgencias sin poder respirar y no poder atenderlos de inmediato”
Javier Medina
Enfermero
Yolanda PEACH
El médico Óscar G. Sánchez Martínez estuvo en la primera fila de la batalla contra el coronavirus. Trabajaba en el sector privado en la región Mixteca. Su consultorio, en Villa Tamazulápam del Progreso, sirvió para atender los primeros casos por el Covid-19 en esa zona.
Tras contagiarse, tuvo que ser hospitalizado. La salud del médico no mostró mejoría, sino todo lo contrario, empeoró tanto que falleció el 8 de mayo. “Era doctor en Tamazulapan, Oaxaca, de 35 años, una persona muy sensible como la estrella de la familia de mi tío Bartolo y deja a cuatro niños pequeños atrás y a su esposa. Fue una experiencia difícil porque es cercana”, comenta Lila Downs, su prima.
El personal médico y sanitario en primera línea de combate del virus es el sector más expuesto y con mayores riesgos de contagio. Al inicio de la pandemia llegaron a ser el 25 por ciento de los pacientes con Covid-19, actualmente, representan el 15.95 por ciento; de las 33 muertes, 16 son de médicos, 12 de diferentes áreas y 5 de enfermería.
La falta de insumos adecuados para protegerse del virus, aunado al desconocimiento y falta de preparación para combatir este flagelo, nuevo en el mundo, llevó a que el personal médico fuera el sector más castigado por esta pandemia.
EXPOSICIÓN PROLONGADA
Atender a los pacientes enfermos de Covid-19, con escasos recursos y sin conocer del todo al virus, no sólo fue el principal reto al que se enfrentó el personal médico, sino también, no enfermarse en el proceso.
Médicos, enfermeras, laboratoristas, dentistas, personal de limpieza y otras labores de atención a la salud, son los más expuestos al virus.
Gran parte de los contagios y muertes por Covid se debió a la exposición y a una gran carga viral durante periodos largos.
Se sumó la falta de insumos de protección, como los cubrebocas profesionales y la vestimenta adecuada, así como una deficiente e insuficiente capacitación que les enseñara a prevenir el contagio.
“El virus ha sido una tragedia. Nos ha tocado ver morir a muchas personas, recibir a infectados que llegaban a urgencias sin poder respirar y no poder atenderlos de inmediato”, cuenta Javier Medina, un enfermero.
“Uno de los primeros problemas es que no sabíamos nada sobre el virus. Sólo lo que veíamos en las noticias. Cada médico empezó a implementar un tratamiento diferente para ver con cuál reaccionaba mejor el paciente”.
La noche más terrorífica fue cuando se enteró que uno de sus compañeros se había contagiado. “Me tuve que aislar, por prevención. Temía por mi esposa y mis hijos. Fueron días terribles”.
Admite que sufría, al igual que la mayoría de sus compañeros de ataque de ansiedad. “Creíamos que seríamos inmunes por la edad, porque se decía que los más afectados eran personas mayores, pero a urgencias vimos llegar a infectados de todas las edades”.
El personal médico considerado de alto riesgo, fue confinado a sus domicilios, los que quedaron al frente recortaron sus horarios. Los pacientes, en cambio, aumentaban, lo que volvió difícil la atención adecuada.
“Se dividió el hospital, en áreas de No Covid y las especializadas en atender este virus, pero no fue suficiente. Nada nos garantiza que se puede proteger al 100 por ciento el hospital”, dice una especialista del ISSSTE, quien resultó positiva al virus.
“Por supuesto que tuve miedo, esta enfermedad también ataca el estado emocional y psicológico. Estábamos conscientes que no había una forma eficaz de combatir esta enfermedad, todo al inicio fue un experimentar”.
Se aisló de inmediato, temerosa por su familia. Su esposo y sus hijos. “Decidí no hospitalizarme. Renté un cuarto. Todos los días me llevaban de comer a la puerta, cuando corroboraba que se habían ido, salía por las cosas”.
BROTES EN HOSPITALES
El brote más escandaloso de Covid-19 lo sufrió el Hospital General “Macedonio Benítez Fuentes”, en Juchitán, donde incluso se cerraron sus puertas.
Las autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca los pusieron en cuarentena luego de realizar la prueba Covid a 183 trabajadores, en la cual 115 de ellos dieron positivo al virus.
Al cerrar aprovecharon para desinfectar las diferentes áreas del hospital y dotar de equipos de protección personal para minimizar riesgos médicos y de operación.
Tras seguir con las pruebas, sumaron 170 trabajadores de la salud positivos al virus, de los que se determinó, 120 permanecieran en aislamiento.
“La situación se tornó complicada, ya que, de los 385 trabajadores, 290 estuvieron ausentes, ya sea porque dieron positivo a Covid o porque se consideran población de alto riesgo ante el avance de la pandemia”.
Otros brotes se dieron en el Hospital Básico de Tamazulápam del Espíritu Santo, así como en el Hospital Regional de Alta Especialidad.
El secretario general de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSSA), Mario Félix Pacheco, indica que la cifra de los contagios se obtuvo a través de las diversas delegaciones y subdelegaciones en todo el estado, “es una cifra aproximada debido a que hubo o hay trabajadores que son asintomáticos y siguieron laborando sin percatarse que contagiaron a otros de sus compañeros con quienes estuvieron en contacto”.
Lamenta que no existieron pruebas suficientes para aplicarse a quienes en su momento reportaron síntomas y es la demanda constante.
Sostiene que, pese a las condiciones, el personal otorgó la atención a pacientes que se reportaron con síntomas de la pandemia y a los que estaban hospitalizados.
La Dirección de Prevención y Promoción de la Salud de Oaxaca, refiere que, del total de casos positivos acumulados en el sector salud, 967 estaban en el área de enfermería, 730 del área médica y 697 de otras áreas, lo que daba un total del 15.95 por ciento del total de pacientes.
Por jurisdicción sanitaria, Valles Centrales encabeza con el mayor número de fallecimientos por Covid-19, al registrar cinco decesos de médicos, cinco de otras áreas, cuatro de enfermeras, uno de un laboratorista y otro de un dentista.
Por edad de los trabajadores que fallecieron por este nuevo coronavirus, 10 eran mayores de 60 años, nueve tenían entre 50 a 59 y un número igual se encontraba entre los 40 a 49 años; los demás entre 30 a 39 años.
Del total de decesos, 14 tuvieron como comorbilidad asociada la hipertensión arterial y 11 la diabetes, que a la fecha representan las principales enfermedades que tenían la totalidad de oaxaqueños que murieron por Covi-19.
Por institución de salud, 14 decesos ocurrieron en trabajadores del IMSS, uno del IMSS Oportunidades, 10 del ISSSTE, uno de Sedena, uno de Semar y seis de los Servicios de Salud de Oaxaca.
La doctora Isabela, del ISSSTE, advierte que nada volverá a ser igual. “No sabemos qué tanto se pudo evitar si desde el inicio, nos hubieran dotado del equipo adecuado. Ahora, no nos queda más que aprender a vivir sin el amigo que murió y comenzar a ver la vida de una forma diferente. Cuidarnos más y cuidar a nuestra familia”.
CONSTERNACIÓN
El luto por la muerte de los médicos, no sólo se apoderó de sus compañeros y familiares, sino de los que alguna vez fueron sus pacientes.
La muerte del ginecólogo Gerardo Ricárdez Bernardino sorprendió a decenas de mujeres, “Esta enfermedad nos está arrebatando a los verdaderos héroes de la salud”.
“Lo mejor en ginecología, en verdad, un ser humano maravilloso”, comenta Guadalupe Calderón; “el mejor ginecólogo, gracias a él salvé mi vida y la de mi hija”, asevera Eloísa Vásquez, mientras que Isela Gómez Cárdenas agrega que su muerte dejó un vacío enorme en todas las personas que lo conocieron, “salvaste la vida de mi madre y ella siempre lo agradecerá”.
El ginecólogo murió a inicios de junio en el Hospital General de Zona 01 del IMSS después de estar hospitalizado varias semanas. Ese día sumaban nueve los decesos.
En el conteo, se incluyó la muerte de Cuauhtémoc de Gyves de la Cruz, de 65 años, trabajador del área de mantenimiento del Hospital Civil de Juchitán, fallecido el 14 de abril.
El viernes 9 de mayo se reportó el fallecimiento del médico Óscar G. Sánchez Martínez, de 30 años, quien laboraba en el sector privado en el municipio de Tamazulapam del Progreso.
El 19 de mayo se informó que la cardióloga Lourdes Esther Cruz Martínez, adscrita al Hospital Regional Presidente Juárez del ISSSTE, murió por Covid.
El 30 de mayo, el Sindicato Nacional Libre de los Trabajadores del Seguro Social, sección Oaxaca dio a conocer los decesos de los trabajadores del sector salud, Aldo Diego Aguilar y Pedro Diego Aguilar, quienes laboraban como enfermero y camillero en el Hospital General de Zona 1 “Demetrio Mayoral Pardo”, que pertenece al IMSS.
La muerte del ginecólogo Martín López Aguilar, de 33 años de edad, conmocionó a sus compañeros de labores. El profesionista, fue director del Hospital Básico de Asunción Nochixtlán.
“Un médico comprometido con su profesión. Entraba a apoyar a los médicos en turno y en cirugías por ello no estaba siempre en su oficina. Le tocó atender casos de Covid y pedía a los pacientes que se cuidaran, repetía que la pandemia no era un juego”.
La presidenta municipal de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, reconoció que fue un excelente médico y publicó sus condolencias.
Son los médicos que luchan contra la pandemia del coronavirus los que están en contacto directo contra la enfermedad, y los que, por falta de equipo adecuado o suficiente, han sufrido con más fuerza el embate del virus.
Personal de las diferentes instituciones de salud ha sido insistente en el fortalecimiento de las medidas de prevención en las unidades médicas, donde requieren mayor número de insumos, equipo de protección e infraestructura; en tanto, se siguen sumando a las víctimas de la pandemia.