El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha reconocido de forma oficial este martes la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, después de que los integrantes del Colegio Electoral de ese país formalizaran el lunes el triunfo del candidato demócrata frente al republicano Donald Trump. El presidente López Obrador, quien tiene una buena relación con Trump, se había negado a reconocer que Biden ganó la elección del 3 de noviembre, lo que generó críticas tanto en México como en Estados Unidos y abrió una etapa de incertidumbre en las relaciones entre ambos países.
López Obrador sorprendió a periodistas, políticos y analistas a ambos lados de la frontera al pedir tiempo para reconocer la victoria demócrata, a contrapelo de líderes mundiales como el francés Emmanuel Macron, la alemana Angela Merkel y el británico Boris Johnson e incluso China, potencia con la que Washington mantiene una tensa relación diplomática. El líder mexicano explicó primero que no quería ser imprudente y esperaría “hasta que se terminen de resolver los asuntos legales” de la elección, en alusión a las impugnaciones y reclamos no justificados de fraude electoral que esgrimió la campaña de Trump. Luego afirmó en Tabasco, su Estado natal, que es “respetuoso de la autodeterminación de los pueblos” y aseguró que reconocer el triunfo del candidato demócrata choca con el principio de no intervención, base de la diplomacia mexicana. “Tenemos que esperar”, aseguró López Obrador.
Su postura generó críticas como las del congresista demócrata Joaquín Castro, quien escribió en su cuenta de Twitter que “representa un verdadero fracaso diplomático del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un momento en que la Administración entrante de Biden busca marcar el comienzo de una nueva era de amistad y cooperación con México”. La oposición mexicana también criticó la decisión del presidente y de forma separada líderes opositores expresaron públicamente sus felicitaciones por la victoria demócrata. “Felicitamos a Joe Biden por su triunfo como el 46º presidente de Estados Unidos. Hacemos votos para que esta elección nos permita construir una relación bilateral basada en el respeto mutuo”, dijo Marko Cortés, presidente del derechista Partido Acción Nacional (PAN). “Confío en que el triunfo de Joe Biden represente una nueva era de respeto y trato digno para los migrantes mexicanos y latinoamericanos”, afirmó Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Analistas y exfuncionarios mexicanos se unieron a las críticas contra López Obrador. Luis Carlos Ugalde, expresidente del Instituto Nacional Electoral, dijo que la decisión de López Obrador demuestra “falta de conocimiento” y la calificó como un “error estratégico”, mientras que el historiador Enrique Krauze, una de las voces más críticas contra el Gobierno de México, dijo que no felicitar a Biden “no es un error, es una aberración”.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México, que exporta casi el 90% de sus productos a su vecino. El volumen del comercio entre ambos países hasta octubre fue de más de 260.000 millones de dólares, a pesar del golpe que la pandemia de coronavirus ha dado a la economía mexicana, que venía arrastrando una recesión desde 2019. México puso todas sus esperanzas en el nuevo Tratado de Libre Comercio (T-MEC), renegociado junto con Estados Unidos y Canadá por las presiones de Trump, para lograr un impulso económico en un año difícil y cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que al finalizar el 2020, la economía mexicana se va a contraer un 10,5%.
De hecho la única visita oficial que López Obrador ha hecho a un mandatario extranjero fue precisamente a Trump para sellar la puesta en marcha del tratado comercial. El mexicano se reunió con el republicano en la Casa Blanca y a pesar de los ataques de Trump al Gobierno de México, sus amenazas de que el vecino del sur pagaría por la construcción de un muro fronterizo, sus posturas sobre la migración y sus ofensas a los mexicanos, López Obrador se llenó de halagos y dijo sobre su homólogo: “En vez de distanciarnos hemos optado por viajar juntos, hacer a un lado las diferencias con diálogo y respeto mutuo. Hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos y explícitos de cooperación. En vez de agravios hemos recibido de usted comprensión y respeto”. Trump, por su parte, afirmó más escueto: “somos amigos contra todo pronóstico”.
Está por verse cómo se desarrollará ahora la relación bilateral con una Administración demócrata en la Casa Blanca, aunque Biden es un viejo conocido de México. En 2002 se reunió en Ciudad de México con López Obrador, entonces candidato a la presidencia, quien expresó la importancia de un nuevo modelo de cooperación entre ambos países. A inicios de noviembre, el presidente se refirió a Biden en estos términos: “Lo conozco desde hace más de 10 años, que nos entrevistamos. No hay malas relaciones”.
