México es el cuarto país con mayor desarrollo económico de América Latina, pero el salario promedio de sus trabajadores es similar al de las naciones más pobres de la nación, de acuerdo con datos del Banco Interameticano de Desarrollo (BID).
Pero el nivel salarial de los trabajadores no es el único indicador negativo para el país, la tasa de informalidad laboral también es una de los más elevadas de la región.
“El mercado laboral mexicano es un caso atípico en la región y no en el buen sentido. Hicimos un análisis de 17 países de América Latina de 2018 y México era el cuarto país más rico en cuanto a PIB per cápita, pero en otros indicadores laborales, en particular salario promedio, hay ocho países más pobres que México y tienen salarios promedios mayores y seis países más pobres que México y con menor tasa de informalidad”, afirmó David Kaplan, especialista en mercado laboral del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En ese sentido existen dos medidas urgentes para evitar que los trabajadores mexicanos continúen laborando en condiciones salariales negativas: que el gobierno federal apruebe en este momento un incremento al salario mínimo de 30 pesos y detener las prácticas ilegales de outsourcing que incluyan nuevas medidas de inspección a empresas, coincidieron especialistas durante un diálogo organizado por el Observatorio de Trabajo Digno.
“El mundo del trabajo en México es de los peores de la región por bajos salarios, falta de seguridad social, ausencia de contratos formales y capacidad de negociación colectiva”, alertó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador del colectivo Frente a la Pobreza.
La meta de ese incremento al salario mínimo inmediato, sin esperar a la revisión salarial anual, es que éste se enfoque en la recuperación salarial del ajuste porcentual del fin de año, que sirve como referencia para el conjunto ajustes salariales y negociaciones contractuales.