Con más de dos mil 100 millones de usuarios en el mundo, Facebook cumple 15 años de existencia, y México es el quinto país con más seguidores, con 85 millones.
Usada con libertad y responsabilidad, ésta, como cualquier otra red social, puede ser una estupenda herramienta; pero si se le usa indebidamente es un absurdo y un peligro, afirmó Fabián Romo, director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para Gerardo Dorantes, especialista en tecnologías de la información y comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), es urgente avanzar en la regulación de las redes sociales e Internet, pues involucran la privacidad, derechos de autor y libertad de expresión.
En un comunicado de la UNAM, ambos expertos coinciden en que sumada a Internet y a los demás avances tecnológicos registrados en las últimas décadas, la red creada por Mark Zuckerberg cambió la manera de comunicarnos: ahora este proceso es más interactivo y se efectúa no sólo de los medios masivos a muchos individuos, sino de los individuos entre sí con otros grupos.
Fabián Romo indicó que la calidad de esta información es de sus aspectos más criticables, pues no se verifica lo se publica, como sucede en los medios masivos. “El problema no es que cualquier irresponsable diga algo, sino que la gente lo crea”, aseveró.
Lamentó que la tecnología y las redes avancen más rápido que la educación de la sociedad sobre su uso, pertinencia y revisión de contenidos. “Hay mucha información falsa, agresiva, de discriminación. Ha potenciado la comunicación, pero también actitudes o comportamientos no ideales para la sociedad”.
Facebook, red social creada el 4 de febrero de 2004, que para muchos es una bitácora de vida, también puede ser una herramienta para el cambio social. Por ejemplo, durante la Primavera Árabe, en Egipto, las personas la utilizan para dar a conocer sus protestas.
También, durante desastres naturales han sido de gran ayuda para que las personas informen de su situación, como ocurrió tras los sismos de 2017 en México.
Entre los aspectos negativos están su modelo de negocios, que consiste en vender la información que los usuarios colocan en la red cada vez que dan un clic. Estos datos son analizados por inteligencia artificial, con algoritmos que se van auto programando para encontrar patrones de consumo.
Dorantes, especialista en comunicación política, expuso que la venta de información no era tan criticada hasta que empezó a hacerse con datos de política, para las campañas electorales.