Agencias.-Los gobiernos de México y de países de Centroamérica acordaron ayer efectuar el mes próximo una prueba piloto para trasladar a territorio mexicano a miles de migrantes cubanos varados en Costa Rica.
En una reunión celebrada en Guatemala se acordó llevar a cabo «un primer ejercicio piloto de traslado humanitario en la primera semana de enero», informaron las cancillerías de Guatemala y Costa Rica. Para ello, «se ha conformado un grupo de trabajo que tendrá la responsabilidad de realizar las coordinaciones necesarias para este primer traslado», agregaron.
Las autoridades no dieron más detalles, incluso sobre el número de migrantes que se incluirán en el plan piloto y otros de tipo operativo, con el argumento de que algunos países pidieron discreción por la seguridad de los cubanos. Apenas el domingo, el papa Francisco hizo un llamado para resolver el caso.
Los países de la región determinaron que los cubanos saldrán vía aérea de Costa Rica hacia El Salvador y viajarán a México en autobús.
La vocera de la cancillería de Costa Rica, Melissa Durán, indicó que los propios cubanos pagarán los gastos de traslado. También garantizó que el paso de los isleños por Centroamérica será un proceso «seguro, ordenado y documentado». Es una medida que sólo se aplicará a los cubanos que ya se encuentran en ese país, puntualizó.
El inicio del conflicto
De esta manera, los gobiernos dan salida al conflicto que se suscitó luego de que Nicaragua cerró sus fronteras hace algunas semanas. Le siguieron Guatemala y Belice, mientras Costa Rica suspendió el 18 de diciembre la emisión de visas de tránsito extraordinarias para los migrantes cubanos. Este país además anunció que a partir de esa fecha cualquiera que se interne en su territorio sin documentos sería detenido y deportado a la isla.
De hecho, las autoridades migratorias informaron el fin de semana que iniciaron el trámite de deportación de 56 cubanos que ingresaron después del día 18. Además, se calcula que en Panamá deambulan al menos otros mil cubanos que buscan llegar a la frontera con Costa Rica.
Antes, en el país tico se desmanteló una banda de traficantes de personas, lo que desencadenó la oleada de migrantes que quedaron a la deriva entre Ecuador, Colombia y Panamá.
Los 8 mil cubanos que ya se encuentran en Costa Rica esperan llegar a Estados Unidos para beneficiarse de una ley que les da la residencia en ese país. La salida de ciudadanos de la isla aumentó en 2015 debido a que muchos temen que la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba termine con sus privilegios migratorios en el país del norte.
La solución para una salida ordenada de Costa Rica se logró en la reunión de autoridades técnicas de migración en Guatemala, en seguimiento a la sesión ad hoc que México promovió el 22 de diciembre, para encontrar alguna alternativa.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó que los países participantes realizarán encuentros especializados, la Conferencia Regional de Migraciones, para redoblar esfuerzos en materia de combate al tráfico de migrantes y la trata de personas.
La dependencia puntualizó que el fenómeno migratorio es un tema cercano a la región latinoamericana y caribeña que demanda una solución colectiva de los países de origen, tránsito y destino, con pleno respeto de los derechos humanos.
En tanto, desde La Habana, el canciller Bruno Rodríguez afirmó que «Cuba solicita que la solución para los miles de migrantes cubanos en Costa Rica sea adecuada, tome en cuenta el bienestar de esos ciudadanos y sea lo más rápida posible».
Precisó que la nación caribeña no estuvo representada en la cita de Guatemala «porque se refiere específicamente a las naciones que deben encontrar fórmulas para hallar una solución como ha solicitado el gobierno cubano».
El funcionario también señaló que «la politización de la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba debe cambiar, debe cesar su aliento a la emigración ilegal, insegura y desordenada».
En Panamá, el presidente Juan Carlos Varela ordenó ayer la clausura de albergues temporales para 759 migrantes cubanos varados en la occidental provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, así como su traslado a centros de hospedaje, en un intento por resolver la crisis.
La decisión se tomó en medio de críticas nacionales e internacionales a las precarias condiciones en que se encuentran los cubanos que llegaron a territorio panameño, pero no pueden continuar su viaje vía terrestre a Estados Unidos.