José HANNAN ROBLES
En el año 2015 hubo un repunte terrible en el número de muertes violentas de mujeres en el estado, señaló Liliana Araceli Hernández Gómez, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Mujer y Razón de Género.
Reconoció que los feminicidios han tenido una conducta variable: en 2010 se presentaron 71; en 2011 se conocieron 84; en 2012 se atendieron 80; en 2013 fueron 84 y en 2014 se dio un repunte aterrador, al registrarse 129 asesinatos de mujeres.
En 2015, se contabilizaron 91 feminicidios, en lo que va de este año se ha conocido de 10.
De esta cantidad, explicó, en aproximadamente 20 por ciento había una relación de pareja, en el resto se siguen líneas de investigación. Varios de ellos son homicidios calificados.
La fiscal especializada en delitos contra la mujer y razón de género, destacó que no se pueden involucrar en las cifras como que todos los asesinatos de mujeres son feminicidios ejecutados por la pareja de la mujer asesinada.
De las muertes conocidas en 2014, precisó, 58 podría ser una especie de feminicidio, existiendo solamente en 17 una relación de pareja, en el resto se desconoce el móvil presumiéndose ajuste de cuentas, extorsión, venganza, robo, conflicto agrario.
La cifra de feminicidas detenidos y procesados en este año es de 24 y de años anteriores 11, sumando 35.
En 2014 fueron aprehendidos 31; de 2010 a 2013, cayeron en manos de las autoridades 42 feminicidas, más de 105 homicidas procesados, lo que habla de que se está trabajando, conjuntamente con los fiscales de todas las regiones y la mesa de feminicidios para esclarecer los asesinatos, comentó.
La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia Contra la Mujer, conocida como Convención Belem Do Pará, define a la violencia de género como cualquier acción o conducta, basada en su género, es decir por el solo hecho de ser mujer, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como privado. México ratificó la convención, por lo cual es obligatoria su aplicación.
Hernández Gómez explicó que las principales causas de los feminicidios son, el contexto de violencia en la familia, de pareja en que el esposo, el concubino o el novio asesina a su pareja; la persona con que tenía una relación sentimental la mujer pero no solo es en este contexto, sin embargo, subrayó, esto representa menos de 15 por ciento los asesinatos que realmente son cometidos por la pareja de la mujer.
Hay otros asesinatos que tienen que ver en gran parte, más con el tema de delincuencia organizada, que con la violencia social que se ha desarrollado en el estado, se sabe de ciertas regiones, como la Mixteca, donde las rencillas de las familias son por años dando por resultado los asesinatos de mujeres; hay homicidios por robo situaciones de venganza, conflictos agrarios, ajustes de cuentas, explicó.
“La violencia contra las mujeres no tiene que ver precisamente con la pobreza, la marginación o la ignorancia; la violencia en la familia surge por la desigualdad entre hombres y mujeres, y se da en todos los estratos de la sociedad, hay feminicidas campesinos, profesionistas o gente que tiene otro tipo de ocupación”.
Entre las consecuencias del feminicidio, que es la violencia más extrema contra las mujeres, se encuentra la desarticulación de toda la familia, hay abuelos que tienen que hacerse cargo de los nietos, porque el padre se va a la cárcel y la mujer está muerta, origina toda una disfunción familiar, es un rompimiento terrible al núcleo familiar, sostuvo la fiscal.
Cuando se habla de la violencia en los hogares, es ahí donde justamente se detona este tipo de patrones de conducta desiguales, si no se atiende el origen de esta va provocando que los niños, que fueron violentados en su edad temprana, puedan ser violentadores posteriormente, o niñas que fueron violentadas cuando lleguen a la edad adulta toleren y permitan este tipo de conducta, precisó.
Sigue existiendo una educación y una cultura desigual, es importante la participación de los padres y las madres para educar a sus hijas e hijos en igualdad, haciendo hincapié en que un sexo no es superior a otro, que ambos pueden hacer las mismas tareas y no pasa nada, que tienen los mismos derechos y obligaciones, sostuvo.
El rango de edad que ocupa el primer lugar en violencia va de los 40 a 50 años, “es terrible porque se habla de la edad productiva de la mujer, esto también prende el foco rojo de que cuando se comete dentro del contexto familiar es porque ya han pasado aproximadamente 10 o más años de convivencia en pareja, es un ciclo de violencia que no se logra cerrar y termina en feminicidio”.
Reflexionemos en las secuelas: muerte de mujeres en edad productiva, traumas en las familias, decenas de niños huérfanos que se ven dañados por el resto de sus vidas en sus emociones, afectividad y forma de pensar, añadió.
Consideró de gran importancia que se haya fortalecido la cultura de la denuncia, pues era un tema del cual casi no se hablaba, las mujeres difícilmente acudían a alguna institución a solicitar orientación o se atrevían a hablarle a alguien acerca de la violencia que vivían en sus hogares; es un problema que ha existido de siempre, históricamente ha habido esta desigualdad en todas las culturas, no es privativo de Oaxaca ni de México, ocurre en países muy avanzados, como España que tienen un grave problema de asesinatos de mujeres.
Sustentó que las estrategias de prevención, permite que un mayor número de mujeres conozcan sus derechos, sepan que la violencia es un delito que pueden denunciar.
Otro de los pasos muy importantes que se han dado, dijo, es la existencia de estructuras como la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Mujer y Razón de Género y otras que hay en Oaxaca, que apoyan a las mujeres, así como los programas preventivos
Habló del proyecto de prevención Mujer Segura, que ha logrado que en Valles Centrales se reduzca el índice de feminicidios, porque ahora cuando hay una llamada de auxilio de una mujer un grupo especializado acude de manera inmediata lo que ha permitido hacer consignaciones por tentativa de femenicidio.
La fiscalía a su cargo ha sufrido una serie de transiciones. En 2005, funcionaba como fiscalía, con la misma estructura orgánica que tenía la Agencia de Delitos sexuales.
Posteriormente, en 2010, fue elevada, de acuerdo a la estructura orgánica de ese momento, a subprocuraduría de Delitos Contra la Mujer.
Actualmente, ante la implementación del nuevo sistema y estando próximo a consumarse en todo el estado, la Procuraduría de Justicia pasó a ser Fiscalía General, y esta área como una institución transversal especializada se denomina ahora Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Mujer y Razón de Género.
Su objetivo general es la integración de averiguaciones previas, de legajos que lo serán en su momento, y de todas aquellas investigaciones de delitos cometidos contra mujeres, principalmente de delitos de violencia intrafamiliar, sexuales, la conformación de cifras estatales tanto en trata de personas como en los casos de feminicidio.
La fiscalía está desagregada en el trabajo de violencia intrafamiliar y mesa de delitos sexuales, cuenta con un grupo especializado de división de género que realiza las investigaciones y la ejecución de las órdenes de aprehensión, tiene un turno de 24 por 48 horas, trabaja de manera coordinada con el Centro de Justicia para las Mujeres.
Resaltó que Oaxaca fue uno de los primeros estados que tipificó el feminicidio, anteriormente se consideraba que era un homicidio doloso, pero conociendo los contextos en los cuales son asesinadas las mujeres debido a un impulso de las organizaciones civiles se considera importante hacer visible el feminicidio como tal.
