El promedio de hospitalización de un paciente con traumatismo craneoencefálico severo es de 10 a 15 días, en el área de urgencias o de terapia intensiva
José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
Cada mes al Hospital General Aurelio Valdivieso ingresan en promedio 300 pacientes por atropellamiento, de 20 a 25 por derrapar en motocicleta, y 30 por choque o alcances, reportó Gerardo Víctor Pérez Lescas, médico internista, encargado de la Jefatura de División de Medicina Crítica de este hospital.
Se ha registrado una disminución en las volcaduras de los vehículos que transportan peregrinos al Santuario de la Virgen de Juquila, indicó.
El promedio de hospitalización de un paciente con traumatismo craneoencefálico severo es de 10 a 15 días, en el área de urgencias o de terapia intensiva, en este último se incrementa el costo.
La estancia en cualquier hospital o en una unidad de terapia intensiva, tiene un costo de cinco a seis mil pesos día-cama. La permanencia de un paciente con estas características, por espacio de 10 días representa un gasto de aproximadamente 60 mil pesos.
Para el hospital representa un gasto elevado.
En la mayoría de los accidentes, uno de los órganos afectados es el cerebro, la mayor parte ingresa por traumatismo craneoencefálico, en promedio los pacientes duran hospitalizados entre 10 y 15 días, tanto en el área de urgencias, como en el de cuidados intensivos donde entran los pacientes más críticos.
Falta de uso del cinturón o casco hacen más severas las lesiones
El médico refirió que la escasa cultura que predomina para el uso del cinturón de seguridad y casco, en el caso de los motociclistas, hacen más severo el traumatismo craneoencefálico cuando llegan a sufrir un accidente.
El 50% de los pacientes que ingresan por derrapamiento o alcance de la motocicleta cuando se transportaban, no utilizaban casco en el momento del percance.
Esto se ha establecido porque los encargados de las unidades de rescate entregan junto con el accidentado, un reporte de atención pre-hospitalaria donde especifican si el conductor llevaba puesto el cinturón de seguridad y, en el caso de los motociclistas, si es que utilizaban casco.
Comentó que entre los automovilistas se ha ido generando poco a poco la cultura del uso del cinturón, a diferencia de los motociclistas que hacen caso omiso de utilizarlo lo que provoca que sufran lesiones más graves que muchas veces terminan con la muerte del paciente u otras con secuelas que los dejan con un déficit bastante severo.
La mayoría de accidentados en edades de 18 y 35 años
Pérez Lescas manifestó que la mayoría de pacientes que sufren accidentes automovilísticos o de motocicleta, están en la edad productiva de la vida, sus edades oscilan entre los 18 y 35 años, volviéndose una carga para la familia.
El 60% de los accidentados llegan con antecedentes de haber ingerido bebidas alcohólicas, situación que se da también en las parejas, mujeres, que viajan con ellos.
“Se ha incrementado el consumo del alcohol en forma general en la población joven y adolescente, ya casi es a la par el hombre y la mujer en alcoholismo”, refirió.
En la temporada decembrina, informó, se incrementan los pacientes por quemaduras provocadas por artefactos hechos de pólvora utilizados en las fiestas patronales, posadas y la celebración de Navidad y Año Nuevo.
Cuando la superficie quemada es mayor a 50%, la mortalidad es muy alta, y la mayoría fallece.
Llamó a los padres de familia evitar que sus hijos manipulen cohetes y artefactos elaborados con pólvora, sobre todo de origen chino que al parecer son más potentes.
Los graves accidentes suscitados por el uso de pólvora, deben hacer conciencia en la ciudadanía para que tenga la cultura de cuidar su salud, su vida.
Lo mismo recomendó a los motociclistas y automovilistas, que no les importa usar el cinturón de seguridad y el casco, que lo hagan, porque les puede salvar la vida.
Comentó que de por sí, este hospital es considerado un nosocomio rojo porque es donde se refiere a lo largo del año todo tipo de accidentados. Es un hospital de concentración al que llegan los pacientes más críticos, en la temporada de fin de año se procura tener disponibles una o dos camas para este tipo de pacientes.
También llegan pacientes con otros diagnósticos y complicaciones, de otras unidades médicas de la Secretaría de Salud o de los hospitales IMSS del régimen de Oportunidades, incluso de clínicas privadas.
“Esto en ocasiones nos condiciona que no tengamos en el momento la disponibilidad de atender, posiblemente, en el caso de que se diera un accidente masivo”, señaló.
El encargado de la Jefatura de División de Medicina Crítica, lamentó que en el estado no funcione al 100% la red hospitalaria; los nosocomios están catalogados de acuerdo a nivel de atención, el Aurelio Valdivieso está considerado de segundo nivel de atención, el Hospital de alta Especialidad es de tercer nivel, contando con infraestructura, para que en un momento dado, atienda problemas de traumatismo craneoencefálico, pero no lo consideran dentro de su cartera de servicios.
“Si sucede un accidente, y una persona resulta con traumatismo craneoencefálico, y lo llevan a este hospital no lo aceptan, lo canalizan al Hospital Aurelio Valdivieso”, reveló.
Los accidentes automovilísticos lo que más provocan son lesiones del sistema nervioso, por ello uno de los principales motivos de ingreso son los traumatismos craneoencefálicos; en segundo lugar son las lesiones de columna que también son graves, si el paciente no fallece queda incapacitado para el resto de su vida; en tercer lugar son las fracturas de huesos largos como el fémur, de cúbito, de radio que no tienen una mortalidad y muchas veces el paciente se logra reintegrar a sus actividades normales.
La persona que sufre traumatismo craneoencefálico, si no fallece queda con muchas secuelas neurológicas que ya no le permitirán ser una persona activa al cien por ciento, al igual que los pacientes con lesión de columna quedan con paraplejia postrados a una silla de ruedas.
En 2014 se registraron 4 mil 224 accidentes
Por su parte, Rafael Arnaud Ríos, jefe del departamento de Enfermedades no Transmisibles de los Servicios de Salud de Oaxaca, dio a conocer que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2013, en Oaxaca se presentaron cuatro mil 224 accidentes, con un saldo de dos mil 761 heridos y 475 fallecimientos.
En este sentido, precisó que la tasa de mortalidad abarca peatones atropellados, seguido de ocupantes de vehículos, motociclistas y ciclistas.
En la zona metropolitana se concentra la mitad de los accidentes viales que ocurren en el estado, siendo los tramos carreteros Oaxaca-Tlacolula, y Oaxaca-Puebla, donde más siniestros se registran, seguido de los municipios de San Juan Bautista Tuxtepec, Santa Cruz Xoxocotlán, Huajuapan de León, entre otros.
