Agencias
Nueva York. Las cuatro armas fueron obtenidas legalmente, informaron las autoridades sobre las dos pistolas y dos rifles semiautomáticos empleados para matar a 14 personas y herir 21 más en San Bernardino, California. Son sólo cuatro de las más de 300 millones de armas de fuego en manos privadas en este país, las cuales cobran la vida de un estadunidense cada 16 minutos en promedio.
Aún no se sabe con precisión cuál fue el motivo de esta última matanza, o “tiroteo masivo”. Lo que sí se sabe es que los llamados tiroteos masivos se han vuelto parte de la vida cotidiana de este país: según un conteo se reporta en promedio casi uno por día.
Un tiroteo masivo –definido aquí como un incidente en donde cuatro o más personas son baleadas– ya no llama la atención, tan común se ha vuelto. “Tenemos ahora un patrón de tiroteos masivos en este país que no tiene paralelo en ningún otro lado del mundo”, afirmó el presidente Barack Obama el miércoles en sus primeros comentarios sobre el incidente en California.
Aunque el número de víctimas en San Bernardino hace que sea el peor incidente de tiroteo masivo desde la masacre de 20 niños y 6 adultos en una escuela primaria en Connecticut en 2012, es sólo uno más de los 351 incidentes de tiroteo masivo ocurridos en lo que va de este año en Estados Unidos, de acuerdo con un conteo de ShootingTracker.com (no hay una lista oficial y hay varias definiciones diferentes de qué conforma un incidente con múltiples víctimas). Según este conteo independiente, el total de víctimas antes de este último incidente en 2015 llega a 447 muertos y mil 292 heridos.
El proyecto de Gun Violence Archive, una ONG especializada en la violencia con armas de fuego, ofrece un cálculo más conservador de tiroteos masivos, 309, en 2015, pero registra que el número de todo tipo de incidentes con armas de fuego de este año ya numeran 48 mil 366, con el saldo de 12 mil 235 muertes y 24 mil 753 heridos. [http://www.gunviolencearchive.org].
De hecho, como recuerda el columnista Nicholas Kristof del New York Times, en los últimos cuatro años más gente ha muerto en Estados Unidos por armas que el total de estadunidenses que perdieron la vida en las guerra de Corea, Vietnam, Afganistán e Irak combinadas.
En este país, según cálculos de varias organizaciones, circulan suficientes armas en manos privadas como para armar a cada persona de esta población
El editorial del Los Angeles Times expresó el hartazgo con su cabeza: “La obsesión estadunidense con las armas está al borde de un impulso suicida de toda la sociedad”. El rotativo, resumiendo sólo los casos más recientes de violencia masiva con armas de fuego, cita al presidente Barack Obama declarando después de la última antes de California (contraPlanned Parenthood en Colorado hace unos días) que “esto no es normal”, y afirma que, “tristemente se está volviendo demasiado normal en Estados Unidos”. Agregó que “es absurdo que una de las sociedades más ricas, libres y avanzadas en la historia mundial aguante tal flagelo con tanta ecuanimidad”.
El tabloide Daily News de Nueva York fue más sucinto, incluso respondiendo a las ya cansadas respuestas de políticos de que “estamos rezando por las víctimas”, al cubrir se primera plana entera con la cabeza “Dios no está resolviendo esto” y acusando a los que deberían de tomar medidas de “esconderse detrás de lugar comunes”.
Pero a pesar de que Obama reiteró una vez más que es “demasiado fácil” obtener armas en este país, e instó de nuevo a legisladores estatales y federales a imponer restricciones sobre el acceso y compra de armas, nada indica que algo se logrará para impedir que otras 297 personas sean víctimas de armas de fuego en las próximas 24 horas