Juan PÉREZ AUDELO
Los diablos se soltaron con la reciente declaración del diputado local y presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura del Estado, SAMUEL GURRIÓN MATÍAS. En un video subido a youtube afirma: “Mi riqueza proviene de mi trabajo, no de la corrupción”. Por lo que sabemos, desde 2004 la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), lo tenía en la lista de aquellos cuya fortuna había crecido de manera espectacular. Se dice que de aquella forma de meterse lana, a través de la construcción de templos evangélicos, que le dejó a la familia buenos dividendos y a los diezmos cobrados como pastor, brincó al rubro de las ferreterías y agencia de carros. Poco más tarde al negocio de la venta de carne… humana, vía edecanes y trata de sudamericanas, que le abrió las puertas de la política de una forma, podíamos decir, subrepticia.
En la pasada contienda electoral para la gubernatura, justo cuando ALEJANDRO MURAT ya se perfilaba como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a pesar del estigma que ha venido arrastrando, aún así SAMY GURRIÓN se le quiso atravesar. Previa la definición quiso, a través de sus testaferros, adquirir espacios en algunos medios impresos para, por medio de columnas políticas, golpear a MURAT HINOJOSA y al resto de “aspirinas” que le hacían sombra. Más aún, soñó con hacer alianzas siniestras para golpear al candidato priista que ya estaba a punto de “destaparse”. Para ello, coqueteó con algunos sectores del mismo PRI, que también comulgaban con el entonces fallido aspirante por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), BENJAMÍN ROBLES MONTOYA.
La bandera de SAMY era su supuesta amistad con MANLIO FABIO BELTRONES, a la sazón presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Fue el sonorense quien lo habría llevado con el mismo presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, para candidatearlo a pesar de que el juchiteco no traía nada, salvo los envíos de República Dominicana y otros países en donde se dice, contrataba chicas para halagar a políticos y dirigentes. No fue fortuito que el mismo MANLIO FABIO intercediera por él, justo cuando se definían los liderazgos en la LXIII Legislatura, con la atenta súplica que “le dieran algo”.
MURAT HINOJOSA, en su afán de sumar a la clase política priista accedió. Por ello, cuando en la primera quincena de noviembre, en el Hotel Fiesta Americana de Reforma de la CDMX, estaba reunida la bancada priista del Congreso local, convocada por ALEJANDRO AVILÉS, entonces presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor y SOFÍA CASTRO se perfilaba como la “pastora”, hacían falta una diputada, MARÍA DE LAS NIEVES GARCÍA FERNÁNDEZ y el diputado SAMUEL GURRIÓN. De pronto llegó el ejecutivo estatal con ambos. Dos personajes disímbolos: una que se ha mantenido demasiado disciplinada y con bajo perfil y SAMY, un chivo en cristalería. Veremos si sigue igual, ahora que el Sistema de Administración Tributaria (SAT), reabrió algunos expedientes.
