11 de abril Día Mundial del Parkinson
José HANNAN ROBLES
FOTOS: Jairo ARAGÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó que el II de abril fuera el Día Mundial del Parkinson, fecha que corresponde también al aniversario del natalicio del neurólogo británico James Parkinson, que en 1817 describió lo que en ese entonces llamó parálisis agitante, que actualmente se conoce como Enfermedad de Parkinson.
Entrevistado por Real Politik, el médico neurólogo Pastor López Gómez, adscrito al Servicio de Medicina Interna del Hospital General Aurelio Valdivieso, explica todo lo relacionado a esta enfermedad que afecta a unos cinco mil oaxaqueños al año.
Doctor ¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
Es una enfermedad neurodegenerativa que implica deterioro en partes específicas del cerebro en particular. Le sigue en frecuencia a la enfermedad de Alzheimer, que es mucho más común, a la cual mucho le tenemos temor de llegar a sufrir.
El Parkinson depende de la pérdida de la función de una parte específica del cerebro, que se encarga de sintetizar un neurotransmisor que se llama dopamina que tiene que ver con la regulación o control de los movimientos, de ahí que la expresión clínica de la enfermedad de Parkinson tenga que ver con trastornos de movimiento.
¿Qué síntomas presenta el paciente?
Trastorno de movimiento que se expresa con temblor, que es la forma clínica más común que se tiene en mente, es un temblor involuntario, de reposo, que se asocia a otros datos clínicos como rigidez, pérdida del control de los reflejos posturales, por ejemplo, cuando vamos caminando y aspiramos abruptamente, el cuerpo compensa esa inercia, en el caso del parkinsónico no compensa, siendo el reflejo de postura muy lento o no está presente y el paciente puede caerse como consecuencia.
Rigidez, inexpresividad facial, escasez de movimientos automáticos, como el parpadeo o el braceo al caminar.
¿Existen otros trastornos en el enfermo de Parkinson?
Aunado a las manifestaciones clínicas, se presentan otros trastornos no motores que son mucho más comunes al inicio de la enfermedad, como alteraciones olfatorias que se pueden presentar años antes de que aparezcan las manifestaciones motoras a que se ha hecho referencia.
¿Su origen de esta enfermedad es genético?
No en el cien por ciento de los casos. Hay una carga genética en un grupo específico de pacientes parkinsónicos. Hay genes que median esta enfermedad que se vienen a expresar en diferentes generaciones de una familia, en estos casos si se habla de una forma genética de la enfermedad. Pero la variante esporádica es la más común.
¿Cómo se diagnostica?
El Parkinson es una enfermedad de diagnóstico clínico. Existe un diferimiento en el diagnóstico del paciente parkinsónico, cuando se diagnóstica y se atiende como enfermedad de Parkinson transcurren varios años. El neurólogo realiza el diagnóstico con los datos aportados por el paciente y su familia y los hallazgos de la exploración física. Por otra parte, el diagnóstico se establece por un médico que tenga experiencia en movimientos anormales, estamos hablando de médicos neurólogos en particular.
El diagnóstico se integra con base a las manifestaciones clínicas, los estudios de laboratorio son complementarios que permiten descartar, en algunos casos, la presencia de patología que no es enfermedad de Parkinson, pero que están dando manifestaciones parkinsónicas, son patologías crónicas como los coágulos intracraneales, sobre todo en pacientes de edad avanzada que pueden sufrir traumatismos que muchas veces no refieren y desarrollan esta complicación de forma lenta y progresiva.
Es muy importante descartar la existencia de una patología que esté condicionando una manifestación clínica similar, en cuyo caso puede ser resolutivo el tratamiento.
Es muy importante la precisión diagnóstica, la cual depende de la experiencia y conocimiento del médico. Si se habla de médicos generales se ha visto que existe una equivocación diagnóstica hasta de 50% de sus pacientes, de ahí que es muy importante la referencia de pacientes que tienen movimientos anormales al médico especializado, en este caso el neurólogo.
¿Es curable?
Es un trastorno neurodegenerativo en el cual existe pérdida de tejido cerebral que condiciona las manifestaciones motoras, en consecuencia no es restituible porque la pérdida del tejido cerebral ya no se subsana.
La pérdida del tejido cerebral implica que existe pérdida de neurotransmisores que producen las neuronas que se han perdido.
El tratamiento está enfocado a sustituir el neurotransmisor, existiendo un arsenal de medicamentos que se pueden utilizar.
¿A qué edad se presenta esta enfermedad?
Después de los 60 años es más común encontrarla, sin embargo hay variantes de enfermedad que pueden presentarse en etapa temprana de la vida, el Parkinson juvenil puede presentarse en personas de 20 años, por lo común puede ocurrir la presentación clínica después de los 60.
¿Es mortal?
Progresiva y discapacitante. Dado que existe una pérdida de tejido cerebral y el tratamiento debe ser sostenido, hay complicaciones tardías. La pérdida de la capacidad funcional del paciente es progresiva, en el transcurso de 12 o 13 años la excreción clínica de la enfermedad llega a ser más severa y puede hacer dependiente al paciente de sus familiares. La complicación de muerte con la enfermedad de Parkinson depende de otras complicaciones agregadas, dado que uno de los problemas importantes en un paciente de Parkinson es la demencia o deterioro cognitivo y la dependencia del familiar para realizar sus actividades cotidianas.
En sí la enfermedad es discapacitante, y en etapa tardía, por complicaciones agregadas puede ser fatal.
¿Cuál es la incidencia en México?
En México se considera una prevalencia de 40 a 50 casos por cada 100 mil habitantes. En Oaxaca, si se habla de una población de cuatro millones en el estado, se tienen alrededor de cinco mil casos por año.
A nivel nacional, se considera que existe una incidencia de alrededor de 500 mil casos por año. Es una enfermedad relativamente frecuente.
¿Cómo afecta a la familia?
El tratamiento está orientado a brindarle independencia al paciente para que realice sus actividades cotidianas, pero conforme la enfermedad progresa, es más severa y lo hace dependiente del cuidador o de sus familiares, quienes tienen que ayudarlo a bañarse, vestirse, etc.
La carga para el cuidador o familiar llega a ser significativa. Al no contarse con un sistema de apoyo de seguridad social para estos pacientes, entonces se habla de un apoyo del núcleo familiar.
¿El costo de la enfermedad, cuál es?
Hablando del tratamiento medicamentoso, el Seguro Popular les proporciona uno de los medicamentos clásicos en el manejo de los pacientes parkinsónicos, la Levodopa, también les ofrece medicamentos para el temblor.
En pacientes parkinsónicos es muy importante que la terapia justitiva se dé en una forma tal que sustituya el efecto fisiológico de la dopamina, es decir que debe haber presencia del fármaco en forma constante, lo que se conoce como estimulación dopaminérgica continua permitiendo que el paciente se encuentre en mejores condiciones clínicas y pueda tener diferimiento en la presentación de complicaciones tardías.
Existen otros medicamentos que no tiene el Seguro Popular, con un costo significativo.
El paciente requiere un tratamiento farmacológico sostenido y de por vida. La erogación es de unos 600 pesos mensuales.
En México existen centros de referencia de pacientes parkinsónicos, con complicaciones motoras discapacitantes que pueden ser manejados neuroquirúrgicamente, a los cuales se les coloca un marcapaso en la profundidad del cerebro mejorando clínicamente a los pacientes, permitiendo que disminuya la necesidad de medicación de forma muy significativa.
Es una opción terapéutica en boga, que ha crecido mucho. Hay centros de referencia en el Instituto Nacional de Neurología en la Ciudad de México donde los médicos tienen bastante experiencia en la colocación de los marcapasos.
El costo de esta opción terapéutica es prohibitivo para la mayoría de pacientes, ya que su costo es del orden de un millón 200 mil pesos.