Yuriria SIERRA/Excélsior
Una de las razones por la que los comicios de este domingo tienen una relevancia particular es porque decidirán a los gobernadores de estados que han vivido bajo una coyuntura complicada. Guerrero y Michoacán cambiarán de cabeza de gobierno y trazarán un rumbo distinto para cada uno de los factores que los han tenido bajo fuego y viviendo en violencia. O eso desearíamos. Hace unos días entrevisté a Beatriz Mojica, abanderada del PRD en Guerrero. Cuando le pregunté sobre qué pasaría con Ángel Aguirre en caso de que llegara a la gubernatura se limitó a responderme que sólo se haría responsable de lo que bajo su mandato suceda. Vaya orfandad de justicia para un estado que es lo que más está esperando.
En Michoacán ocurre lo mismo. Fausto Vallejo se fue, que por razones de salud, pero a su salida tanto ha salido a la luz. Su hijo Rodrigo fue detenido, liberado y, hoy, de nuevo detenido. Videos en los que se le veía en tono de compadre con Servando Gómez, La Tuta, en un inicio no sirvieron, extrañamente, para culparlo de nexos con el crimen organizado. A menos de una semana de las elecciones fue detenido de nuevo. Habrá que ver si no recupera su libertad con otros siete mil pesos, como los que pagó en abril pasado por fianza. El caso del hijo del exgobernador es el ejemplo más claro de aquella orfandad de justicia michoacana, pero no el único.
Ayer escribíamos que hay personajes que aún no llegan al poder y ya tienen una enorme cola que les pisen. Qué horror pensar de lo que serán capaces si resultan ganadores. Es el caso de José Ascención Orihuela, candidato de la coalición PRI-PVEM. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos tiene elementos para comenzar una investigación que los involucra a él y a su familia por corrupción y lavado de dinero. La cosa está así: un documento oficial de la Cancillería de EU (del que se tiene copia), da detalles de movimientos bancarios a la cuenta del hermano de Chon Orihuela, Ignacio Orihuela Bárcenas, hasta por cuatro millones de dólares. Ahí nomás.
Y para darle aún más precisión a la figura de un político con actividades criminales, también el consulado estadunidense en Jalisco tiene registro de actividades de Los Caballeros Templarios, que conducen a su influencia para asegurar que sea el candidato priista quien llegue a la gubernatura. Esto data de 2011, cuando Chon Orihuela quería contender por la silla del despacho estatal, pero cedió el paso a Fausto Vallejo. Y ya conocemos el resto de la historia, la misma que involucra al hijo de este último. Hoy, Chon Orihuela pretende llegar a la gubernatura de uno de los estados que más exige y obliga a la justicia. Que la DEA investigue a su familia y a él no habla, precisamente, de que sea una figura capaz de gobernar Michoacán.
“Queda registrado y monitoreado por el Departamento del Tesoro de EU que Ascensión Orihuela Bárcenas ha lavado dinero, en cuyo caso se han usado bancos de Chicago, Illinois, donde se confirmó que el titular de esta cuenta es pariente de Ascensión Orihuela, y el ICE ha sido advertido de la investigación para encontrar la fuente del flujo de dinero, hacia EU…”, dice otro informe, éste de la DEA, también en posesión de esta columna. Así que a las autoridades estadunidenses sólo les falta definir el origen de esos recursos. Los elementos que tienen parecen dirigir todo hacia el crimen organizado.
Eso fuera de nuestras fronteras, porque dentro, el PRD ha denunciado ya al candidato tricolor por ser poseedor de más de 90 propiedades a su nombre y de familiares. En total hacen cerca de 301 millones de pesos. Y nos gustaría tener un poco más de precisión respecto de las declaraciones patrimoniales de Ascensión Orihuela, pero fue uno de los que no respondieron al llamado de la iniciativa #3de3. Ya esperaremos el resultado de la investigación que le realiza la DEA.