Vecinos desconocen un acuerdo signado entre los líderes de Colonias Unidas y el Fiscal General del Estado, a través del cual se autorizaba durante dos días la apertura del basurero municipal; impiden ingreso de camiones recolectores
David Méndez
A pesar de que los líderes de Colonias Unidas acordaron con el Gobierno del estado la apertura durante el fin de semana del tiradero municipal de Zaachila, ciudadanos de la agencia Vicente Guerrero y de asentamientos cercanos se sublevaron a ese pacto y hasta la tarde del sábado impedían el ingreso de los camiones recolectores de basura.
Una fuente de la agencia Vicente Guerrero, que pidió no ser identificada, manifestó que la noche del viernes, los presidentes de colonias y jefes de sectores sostuvieron un encuentro con el fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos, ante quien se comprometieron a permitir el acceso de los camiones durante sábado y domingo para distender la crisis que hasta el cierre de este reporte se suscitaba en la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca, donde se habían acumulado más de 5 mil toneladas de basura.
Sin embargo, cuando los dirigentes notificaron lo anterior al resto de la población, en una asamblea que comenzó la noche del viernes y finalizó durante los primeros minutos del sábado, la mayoría de ciudadanos se pronunciaron en contra y determinaron mantener el cierre aun con las consecuencias que ello implicara.
«Se va a reforzar más el basurero», indicó la fuente, que ha acompañado el conflicto de su exacerbación, el pasado 28 de mayo.
«Están inconformes los pobladores por la negociación que hicieron sus líderes sin consultarlos en los acuerdos que tomaron», indicó, por su parte, un dirigente de una organización de transportistas.
El tiradero, localizado en jurisdicción de la colonia Renacimiento de Zaachila, fue cerrado de nueva cuenta el viernes 18 de agosto, un mes con cinco días después de que el gobernador, Alejandro Murat Hinojosa, visitó la zona y se comprometió a atender las peticiones de la población, que giran en torno de la expulsión en definitiva de todos los simpatizantes del Frente Popular 14 de Junio, la detención de sus líderes y el otorgamiento de medidas de seguridad.
Los ciudadanos acusaron a las autoridades de no haber dado cumplimiento a ninguna de las peticiones, por lo que optaron por tomar de nueva cuenta las instalaciones del tiradero, en el que son vaciados los desechos de todos los municipios que conforman la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca.
Antes de la visita de Murat Hinojosa, el basurero había permanecido ya inhabilitado durante 10 días, en la víspera de los festejos de los Lunes del Cerro 2017.
El sábado 19 de agosto, un día después de que el tiradero fue cerrado de nueva cuenta, elementos de la Policía Estatal detuvieron a cinco miembros de la Comisión de Vigilancia de Colonias Unidas, bajo cargos de portación ilegal de armas de fuego.
Esta acción radicalizó más a los pobladores, quienes esa misma noche bloquearon el flujo vehicular en ambos sentidos de la carretera federal 175; también se movilizaron en Ciudad Judicial y la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) hasta que lograron la liberación de sus compañeros.
Después de una semana de negociaciones, el viernes pasado, el Gobierno estatal notificó a los municipios afectados que, al día siguiente, podrían acudir a vaciar sus camiones recolectores.
El personal de limpia intentó normalizar sus actividades; sin embargo, cuando los vehículos arribaron a la zona del basurero no les fue permitido el paso.
Real Politik intentó contactar al agente municipal, Rey Francisco Valencia Farías, pero respondió que se encontraba en una reunión e inmediatamente cortó la comunicación telefónica.
Municipios, impotentes
Un día después del cierre del basurero, las autoridades del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez ordenaron el sábado 19 de agosto que los camiones recolectores vaciaran los residuos sólidos en un terreno contiguo al penal de Tanivet, Tlacolula.
Sin embargo, cuando las unidades comenzaron a trasladar los desechos, pobladores de la región interceptaron los vehículos e impidieron que continuaran sus labores, bajo el argumento de que el gobierno estatal no había solicitado su autorización.
El depósito provisional se encontraba cerca del reclusorio varonil de Tanivet, y de manera inicial los habitantes de la zona optaron desde el domingo por impedir el ingreso de más unidades.
El martes, sostuvieron una reunión de trabajo y realizaron bloqueos sobre la carretera federal 190 para obligar a las autoridades a retirar las más de 900 toneladas de basura que lograron ser vertidas.
Al no tener espacio dónde tirar los desechos, el gobierno municipal optó por permitir que se acumulara en calles del centro de la ciudad y colonias aledañas.
Un día después, el miércoles, cinco camiones tipo volteo de la CTM, intentaron descargar en un predio particular localizado en San Francisco Lachigoló, Tlacolula.
Las unidades pretendían dejar en el lugar alrededor de 80 toneladas de basura, cuando fueron sorprendidos por vecinos y obligados a recoger los residuos.
Los conductores de los vehículos, fueron multados, además, con 5 mil pesos en efectivo. Al parecer, los desechos provenían del municipio de Tlalixtac de Cabrera.
Y no fue todo. El viernes, integrantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) impidieron al ayuntamiento capitalino el depósito de basura en la ribera del río Atoyac, a la altura de la Central de Abastos.
Alrededor de las 7:00 horas unos 20 camiones recolectores de la CTM se apostaron en la ribera para exigir el retiro de la basura de ese lugar e impidieron el ingreso de los camiones del ayuntamiento, que igual que hace un mes, intentaban depositar los residuos sólidos en ese lugar.
“Por qué no mejor solucionan el problema que tiene allá arriba”. El gobierno no está haciendo nada por solucionar el problema”, manifestó uno de los agremiados
Durante la acción, algunos comerciantes agremiados a la CTM se negaron a dar su opinión al respecto y asumieron una actitud de intimidación hacia los reporteros, intentando quitarles la grabadora.
Por su parte personal del ayuntamiento capitalino, que vigilaba el retiro de la basura de ese lugar, indicó que desconocía quién dio la orden para depositar la basura en ese lugar.
