Álvaro Morales
Con posiciones encontradas, unas a favor y otras en contra de las medidas que implementó el equipo de transición del hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante los últimos seis meses, el empresariado oaxaqueño se dijo dispuesto a apoyar los proyectos de infraestructura anunciados por el nuevo gobierno federal y que en el caso de esta entidad incluyen la modernización de la región del Istmo de Tehuantepec, la reconstrucción de las zonas dañadas por los sismos de septiembre de 2017 y la construcción de 300 caminos que conduzcan al mismo número de cabeceras municipales.
Sin embargo, para la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), delegación Oaxaca, los anuncios hechos por López Obrador y sus acciones durante su etapa como presidente electo, entre ellas la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco y la promoción de amnistía a los políticos corruptos, generaron “serias dudas”.
El líder de Canacintra-Oaxaca, Carlos Guzmán Gardeazabal, no tuvo palabras para calificar la suspensión definitiva del proyecto de Texcoco, anunciada en octubre pasado tras la consulta ciudadana realizada entre los días 25 y 28 del mismo mes, al tiempo que alertó que el sistema de delegados estatales o vicegobernadores, nombre coloquial que les ha sido acuñado, que pondrá en marcha López Obrador para administrar y vigilar la correcta utilización de los recursos federales, es igual a un plan que echó a andar en su momento Luis Echeverría Álvarez, presidente de México entre 1970 y 1976.
Pese a ello, el dirigente empresarial, contador de profesión, sostuvo que la iniciativa privada tiene disposición de trabajar en coordinación y sujeta a las políticas que promueva López Obrador, fundador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que en las pasadas elecciones federales obtuvo más de 30 millones de votos.
–¿Ve usted certidumbre e incertidumbre en el cambio?
–Es una interrogante y (a la vez hay) esperanza, respondió, en entrevista con Real Politik.
–¿Cuáles son los puntos que generan más suspicacia?
–Tenemos que meterle todas las ganas del mundo y que el gobierno del licenciado López Obrador sea bueno y apoyarlo en todo. No hay más porque no nos vamos a ir de México ni de Oaxaca…, atajó, en alusión a aquella campaña lanzada durante la época de proselitismo e incluso en la víspera de los comicios del primero de julio, en la que diversos ciudadanos, sobre todo de clase alta, y algunos personajes públicos, advertían que dejarían el país en caso de un triunfo de López Obrador, al que, consideran, podría llevar a México a un régimen comunista.
–Lo de las consultas y la cancelación del aeropuerto, eso abona a la incertidumbre de la que habló hace unos instantes.
–Por supuesto.
–Cree que se registren cambios en la política interior de Oaxaca ¿esperaría menos corrupción de los diputados, de los que integran el Poder Judicial y del propio Poder Ejecutivo?
–Se van a ajustar las estructuras de poder dependiendo de las del federal; recordemos que ahora está una súper delegada que tiene todo el apoyo de la legislatura y de la Presidencia de la República y que viene a trabajar. Sobre la respuesta suya de cómo lo veo: esto ya existió, esto ya fue, ese modelo de trabajar ya hubo.
-¿Lo puede recordar, por favor?
–Con Echeverría.
–Muchos, durante la campaña, compararon a Obrador con Luis Echeverría.
–Sí, sí, lo sé. Lo dejo ahí
–¿Está de acuerdo con ese cambio de modelo de gobierno?
–Yo no puedo estar en acuerdo o desacuerdo. Yo tengo mi modelo para manejar mi empresa y hay otra persona que puede llegar y cambiar el modelo; al final de cuenta, son los liderazgos que se van a ejercer. Es muy importante que conozca la gente que este modelo puede funcionar o no puede funcionar.
–¿Cree que funcione?
–Vamos a esperar.
–¿Cree que esas medidas, como el perdón, sean efectivas y que vayan a frenar la corrupción?
–Creo que no; si el pueblo de México ha sido ofendido, debe responderle…
»Creo que no se va a olvidar todo porque mucha gente le va a pedir cuentas a ciertas personas que han ofendido mucho al pueblo de México.
Guzmán apuntó, no obstante, que el estado de Oaxaca podría reportar un etapa de crecimiento si el nuevo gobierno federal cumple su promesa de materializar el Corredor Transístmico y, además, apoya proyectos como la instalación de las Zonas Económicas Especiales y la terminación de las supercarreteras Oaxaca-Costa y Oaxaca-Istmo, cuyos proyectos fueron comenzados hace 10 y 18 años, de manera respectiva.
Si lo anterior se conjuga con una actitud prudente de las organizaciones sociales que acostumbran a movilizarse ordinariamente en Oaxaca, pero que la mayoría se dicen afines a López Obrador, el futuro será halagüeño.
Arma de doble filo
Para la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño y Servicios Turísticos (Canacope-Servitur), la llegada de López Obrador al poder es un arma de doble filo; por una parte, recrea la esperanza de la sociedad mexicana, hastiada de la corrupción y la pobreza promovidas por el régimen neoliberal que impulsaron los últimos seis ex presidentes: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; sin embargo, por el otro, un eventual fracaso de la Cuarta Transformación que promueve el lópezobradorismo, podría desembocar en una inestabilidad social en todo el país.
“No cabe la menor duda de que es un presidente legítimo; nos hemos agotado la última esperanza que nos quedaba para acabar con ese cáncer social que se llama corrupción”, sostuvo el empresario.
–¿Es la última opción institucional del pueblo?
–No quiero usar la palabra pacífica; llamémosla institucional… El país no va aguantar una nueva decepción; se jugó la última carta institucional, esto le debe quedar claro a la clase política.
Corres ve en el discurso de reconciliación del nuevo Presidente de México, un mensaje de advertencia en el sentido de que recaerán castigos severos en contra de quien reincida en la comisión de delitos de cuello blanco.
“Vemos con buenos ojos lo que está proponiendo en materia fiscal, de confiar en el empresariado. A aquellos empresarios que no les haya quedado claro, desciframos (el mensaje) como que el gobierno federal va a dar confianza a los empresarios honestos y castigará brutalmente, esa es la palabra que el mensaje de amistad lleva, brutalmente, a quien decida quebrantar la buena fe y la confianza que depositará el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en los empresarios”, apuntó, en una charla sostenida en un restaurante situado al sur de la ciudad.
Para la Canacope el proyecto del nuevo Ejecutivo federal es consistente en el sentido social, pues se trata de eliminar a aquella clase privilegiada que para poder conservar muchos años sus privilegios se ha valido de la miseria y la pobreza de una inmensa mayoría de mexicanos.
Auditar recursos federales
Si bien es imposible que Obrador tome el control de los gobiernos estatales, el líder indicó que puede llevar a cabo acciones que fuercen a la entidad al modelo de “honestidad” impulsado por la cuarta transformación.
“Los recursos que recibe el estado no, pero los recursos federales son auditables por la Federación. Sería bueno que Andrés Manuel consultara al pueblo de Oaxaca si considera viable auditar constantemente la administración estatal.
“Los políticos deben tener un poquito de cuidado de la democracia participativa; creo que el mensaje es muy claro”.
En el mismo sentido se pronunció la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que observa un reducto de esperanza que ponga fin a la corrupción de los gobiernos locales, al tráfico de influencias al momento de otorgar obra pública y a la malversación de recursos.
Tras descartar un proselitismo a favor del presidente en turno, el líder estatal de la organización Giovanni Avelino Ortega sostuvo que es necesario mayor transparencia en el otorgamiento de proyectos y dejar atrás las prácticas promovidas durante los regímenes del PRI y PAN.
“En términos generales, la idea de la nueva administración es apoyar al sector formal de la industria de la construcción; tenemos esa esperanza. Ojalá que con esta nueva administración seamos tomados en cuenta, sobre todo las empresas de Oaxaca”.
No obstante, el dirigente indicó que el reto del nuevo gobierno es reactivar la economía de los estados en el corto plazo de 2019 y que no suceda lo de otros sexenios, en los que los programas de inversión comienzan a ser ejecutados hasta el segundo trimestre del año.
“El panorama (para 2019) es un tanto incierto. Esperemos que las cosas caminen como lo han prometido o como prometen los gobiernos cuando comienzan una gestión”, apuntó.