Aunque no ofrece ningún potencial de inversión, rentar una casa o departamento es una opción que eligen muchas personas que están en distintas etapas de su vida.
Tal vez estén ahorrando para el pago inicial de una casa o tal vez no se pueden dar el lujo de comprar una vivienda. Tal vez estén planeando mudarse en unos años o no les interesa lidiar con el mantenimiento y las reparaciones de una casa.
Independientemente del motivo por el cual decidan rentar un inmueble, te presentamos una guía para que esta experiencia resulte lo menos complicada posible, informándote mejor sobre los aspectos legales y financieros.
Contrato de arrendamiento
El arrendamiento es un acuerdo que estipula las condiciones y responsabilidades a través de un contrato de renta, tanto en el caso del propietario como del inquilino.
El contrato de arrendamiento estipula el monto mensual del arrendamiento, la fecha en que se vence el pago y el término, así como lo que sucederá si una de las partes rompe el contrato. También contiene otros tipos de información como quién pagará los servicios públicos, si se permite tener mascotas en la propiedad y otras restricciones y requisitos que el propietario podría incluir.
Se recomienda leer cuidadosamente tu contrato de arrendamiento antes de firmarlo. Serás responsable legalmente por todo lo que incluye el arrendamiento aunque no lo leas. Mantén una copia del documento en tu archivo. Tal vez te sea útil si tienes alguna duda sobre lo que se permite y no se permite hacer en la propiedad.
Si violas el contrato de arrendamiento
Debes evitar por todos los medios violar o romper un contrato de arrendamiento. Cada contrato establece sus propias penalidades por incumplimiento. Algunos sólo requieren que pagues una penalidad. Otros te exigirán que sigas pagando renta hasta que se alquile la propiedad. Verifica tu contrato de arrendamiento para estar seguro de que puedes manejar las consecuencias antes de decidir terminar con él.
Depósito de seguridad
Los propietarios podrían requerir un depósito de seguridad que se utilizará para cubrir cualquier renta o daño que causes. Es una práctica que este dinero se te debe reembolsar dentro de un plazo de 30 días al finalizar el arrendamiento, o bien en el plazo estipulado en el contrato de arrendamiento. Sin embargo, el propietario puede deducir el costo de las reparaciones que sean necesarias, aparte del mantenimiento por deterioro normal de la propiedad.
Aval
Si el propietario no está convencido de que podrás hacer los pagos, podrías necesitar un aval, el cual es una persona que compartirá la responsabilidad financiera del arrendamiento. Si por alguna razón no puedes abonar los pagos, el aval será responsable de abonarlos. Si no cuentas con un aval o fiador, otra opción es contratar una fianza de arrendamiento.
Seguro de inquilino
El seguro de inquilino es una necesidad. El propietario sólo tendría asegurado el inmueble. Tú eres responsable por tus pertenencias. En cuanto te mudes a la casa o departamento, te recomendamos obtener un seguro de inquilino, que asegurará todos los bienes que tengas en el inmueble. Algunas pólizas también cubren algunas propiedades aunque estén fuera de la propiedad. El seguro de inquilino cubre igualmente daños causados por incendios o inundaciones.
Tips para antes de rentar
Existe una gran oferta de inmuebles en renta, dedica un tiempo a buscar la mejor opción, la que mejor se ajuste a tus necesidades y presupuesto. No descartes la posibilidad de hacer varias visitas antes de decidirte por alguno.
Corrobora la información de cada uno de los inmuebles que te interesan y no te deslumbres por la ubicación, pues por dentro podrían tener graves deterioros o adeudos de servicios.
Verifica la energía eléctrica y el agua, revisa que los contactos no estén dañados y no haya fugas de gas y agua (esto es importante que lo hables con el dueño y sepas de antemano que esos gastos deben correr por tu cuenta o a cuenta de la renta, y así no te lleves sorpresas desagradables).
El pago de predial corresponde al dueño del inmueble, y si hubiera que hacer mejoras, como cambiar la alfombra, por ejemplo, podrías acordar con el propietario para que los gastos erogados vayan a cuenta de la renta.
Visita la zona varias veces, pues algunas padecen de exceso de tráfico en horas pico o no hay dónde estacionarse. Con estas visitas, identificarás los servicios que te ofrece la zona: bancos, escuelas, farmacias, supermercados etcétera).
No olvides preguntar sobre la cuota de mantenimiento y lo que ésta puede incluir como: gas, luz, agua, vigilancia, etc., para que lo consideres y que esto no altere tu presupuesto.
Para cerrar el trato, el arrendatario debe dar al propietario copia de su identificación así como de un comprobante de ingresos; que puede ser tu recibo de nómina o un estado de cuenta bancario.
Los profesionales en arrendamiento consideran que el inquilino debe mostrar que gana al menos cuatro veces el monto de la renta que va a pagar.
Finalmente, se llena un formato con información general de los involucrados y se firma el nuevo contrato. En promedio, el proceso tarda de 7 a 10 días.