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Guelaguetza, de una tradición a un espectáculo

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Con orígenes indígenas, la Fiesta de los Lunes del Cerro se convirtió en un atractivo comercial y turístico, donde gobernantes buscan que sea autofinanciable y discriminan al pueblo

Jazmín GÓMEZ 

Foto 3La Guelaguetza, llamada en sus orígenes como “La Gran Fiesta de los Señores” y convertido por el paso de los años en la convivencia de familias oaxaqueñas en los “Lunes del Cerro”, es actualmente un espectáculo cuyas zonas A y B están destinadas a visitantes que pueden pagar costos cerca de los mil pesos por cada presentación.

Este año, de los 11 mil espacios que se contaban en la “Rotonda de las Azucenas” se redujo a 8 mil 500 por la colocación sillas de plástico y la remodelación que costó  65 millones de pesos de acuerdo a datos oficiales.

La Guelaguetza  se realiza a partir de la llegada de los españoles, en el marco de las festividades de la Virgen del Carmen, razón por la cual se celebra los dos lunes más cercanos a la advocación Mariana el 16 de julio.

De acuerdo al Archivo Histórico de Oaxaca, “La Gran Fiesta de los Señores” era un ritual indígena en donde se incluía el sacrificio humano de una doncella para venerar a la diosa del maíz; al no lograr los españoles su desaparición decidieron imprimir a la fiesta un carácter católico.

Con los conflictos ocasionados por la Independencia y la Revolución la tradición se fue arraigando a un gran pueblo que disfrutaba de los bailes para pasar con el paso de los años a los “Lunes del Cerro”, en donde las familias convivían desayunando platillos típicos y bebidas tradicionales que elaboraban en sus casas.

Tanto significaba para la población la tradición que procuraban estrenar los mejores atuendos, así las Chinas Oaxaqueñas lucían su colorida vestimenta, los charros oaxaqueños sus camisas de pongeé de seda.

Fue después de 1910 cuando finalizaron los conflictos políticos y al estructurarse un gobierno más sólido que se buscaron organizadores que enaltecieran la costumbre, el tradicional paseo y desayuno se acompañaba del repique de las campañas a las 6:00 horas que anunciaban un desfile de las escuelas que partían de la catedral al cerro.

En 1932, la Guelaguetza fue en todo su esplendor

En el año de 1932 se tuvo en el marco del IV Centenario de la exaltación de la antigua Villa de Antequera a Ciudad, lo que se denominó “Homenaje Racial” dedicado a las 7 regiones en las que estaba dividido el estado, los bailes de cada una de esas regiones se vieron en todo su esplendor.

En la presentación se ofrendaron al Presidente de la República y a la Señorita Oaxaca sarapes de Teotitlán del Valle, machetes, cuchillos, cántaros en barro negro, pan de Tlacolula, duraznos y otros productos naturales o artesanales de la entidad.

Con el paso de los años la fiesta se ha ido modificando a criterio de los organizadores y fue en 1951 cuando se adoptó formalmente el nombre de Guelaguetza, pues delegaciones desde ese entonces ofrendaban bailes, música y productos de su región.

Para 1971 se toma la determinación por parte del Gobierno del Estado de construir un auditorio, lo cual dio paso a una nueva festividad, que en sus palcos A y B comienzan a tener costos, actualmente los ocupan en su mayoría visitantes, invitados especiales y pocas familias que tienen la posibilidad de pagar entre 750 y mil 50 pesos por una sola presentación.

Durante el encargo de Fernando Gómez Sandoval se construyó el escenario que actualmente tenemos, que en un principio permitía tener como fondo la bella ciudad de Oaxaca de Juárez, y que con la modificación hecha por otros gobernadores, ha cambiado.

Buscan gobernantes una Guelaguetza autofinanciable

Con el objetivo de tener una Guelaguetza autofinanciable, gobernantes comenzaron a realizar el cobro de boletos para zonas A y B, discriminando a familias oaxaqueñas de escasos recursos que cada año hacían largas filas para poder acceder a los primeros lugares.

Grupos de jóvenes que integran las delegaciones tienen acceso únicamente a un espacio mientras esperan su participación en la presentación de un espectáculo que ante el mundo es visto como los mejores, pero muchas familias de escasos recursos se quedan sin apreciar.

Además nunca se transparenta en qué hoteles se les hospeda a dichas delegaciones, se menciona que a algunas se les tiene favoritismo hospedándolas en hoteles de primera, a otras en hoteles retirados del centro de la ciudad, en cuartos que tienen hasta cucarachas.

Manuel Ramírez, auxiliar en la representación en la delegación de Ejutla de Crespo, misma que por segundo año consecutivo no fue considerada en la Guelaguetza, expresó que a esta delegación como a muchas otras históricamente se les han hospedado en hoteles de último nivel, pero a delegaciones del Istmo se les coloca en hoteles de cuatro estrellas.

Explicó que el deseo y entusiasmo de representar a su región, lleva a que las y los jóvenes no denuncien muchas irregularidades y diferencias en el trato de autoridades estatales, cuando alguien comienza a denunciar abusos se les comienza a minimizar y se les busca desplazar de las participaciones que realizan desde principios de la máxima fiesta.

Secretario de Turismo evitar da declaraciones a la prensa

El actual Secretario de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla de San Martín Diego, envuelto en controvertidas críticas por el gran proyecto que ejecuta el Fideicomiso para el Desarrollo Logístico del Estado de Oaxaca evita dar declaraciones a la prensa.

En la presentación oficial de la Guelaguetza 2015 no estuvo presente pero sí en la reinauguración del auditorio en donde la cantante Alejandra Guzmán ofreció un  concierto por el cual se regalaron boletos a cerca de 500 personas, el resto se entregaron a dueños de empresas amigas, de medios de comunicación y allegados a los mismos funcionarios.

Incluso trascendió que el Gobierno del Estado benefició a la empresa Televisa, quien será contratada para los espectáculos que en adelante se realicen en el auditorio a cambio de no golpetear a la administración de Gabino Cué Monteagudo.

Butacas de plástico, individuales y numeradas, servicio de sanitarios y la remodelación del auditorio Guelaguetza costó a oaxaqueños 65 millones de pesos, una de las cinco etapas que contempla el gran proyecto del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca.

Este lunes 20 en la Rotonda de las Azucenas, miles de turistas disfrutarán de una Guelaguetza que es en nada parecida a la original, algunas familias oaxaqueñas podrán disfrutarlas en la televisora oaxaqueña y otras más escucharán desde sus hogares lo que fue la presentación de un espectáculo comercializado, con orígenes indígenas y ahora un producto turístico.

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