¿En qué condiciones se encuentra la población de Gaza?: 999 palestinos muertos, de los cuales 760 eran civiles, entre ellos 226 niños y 117 mujeres.
Jacobo Dayán
@dayan_jacobo
Misiles vuelan en ambas direcciones. Justificaciones históricas vuelan en y desde todas las direcciones. Argumentos ideológicos se disparan desde todas las direcciones. Discurso de odio surgen de todos lados. Islamofobia y antisemitismo inundan la razón en todas partes. Causas y culpas se reparten por doquier. Mientras tanto, misiles siguen volando en ambas direcciones y la tragedia humanitaria sigue creciendo.
La comunidad internacional atada por sus intereses y apatía, intenta conseguir un cese al fuego cuando, en su momento, no logró presionar lo suficiente para que las partes formulen un acuerdo de paz que otorgue un estado al pueblo palestino y seguridad a Israel.
Personas y movimientos sociales y políticos moderados en ambos bandos, convencidos de que la única solución es la de dos estados para dos pueblos, están siendo derrotados por radicales en ambos bandos. De un lado Hamas, movimiento radical islámico que niega el derecho a la existencia de Israel, considerado grupo terrorista por algunos países. Del otro lado una coalición de gobierno en Israel conformada por una derecha nacionalista convencida de una política de ocupación y de expansión de asentamientos en territorio palestino en Cisjordania y la de un férreo bloqueo a Gaza. El vacío dejado por el fracaso de las negociaciones de paz, hace pocos meses, fue rápidamente ocupado por arengas inflamadas y violencia mutua, arrojando el mismo resultado que en 2009 y 2012.
Mientras tanto, la cobertura mediática de la guerra se convierte en un juego macabro de cifras, y mientras el conflicto escala, el conteo de víctimas es la nota. Ante un enfrentamiento asimétrico tenemos una cobertura asimétrica. Es muy probable que no exista en el mundo un conflicto que polarice más que el de Israel y Palestina, de allí su impacto mediático y social que supera el de otros conflictos más violentos que ocurren simultáneamente.
Gaza, un pequeño territorio (400 kilómetros cuadrados) densamente poblado (cerca de 1.8 millones de habitantes). De 1967 a 2005, Gaza estuvo ocupada por Israel quien unilateralmente decidió desmantelar sus asentamientos y abandonar el territorio que fue controlado por Hamas después de un violento enfrentamiento con Al Fatah, fuerza política que controla Cisjordania y dirigida por Mahmud Abas. A partir de entonces, el bloqueo israelí ha asfixiado la frágil economía de este pequeño territorio donde más del 50% de sus habitantes se encuentran en el desempleo, donde la infraestructura no ha podido ser regenerada, donde la ayuda entra a cuenta gotas, donde el fanatismo de Hamas se ha asentado y controlado el territorio con brutalidad, donde la vida cotidiana es muy compleja.
En las últimas semanas, miles de misiles y bombas han sido lanzados en ambas direcciones. Parecería sin sentido buscar quién inició, siempre se encontrará algún argumento que señale al otro. La pregunta importante es a quiénes les resultaría conveniente esta escalada de violencia, seguramente no a los moderados que buscan restablecer un proceso de paz serio.
¿En qué condiciones se encuentra la población de Gaza? Para el domingo 27 de julio por la noche (horario de México), la Oficina de Naciones Unidas para la coordinación de asuntos humanitarios y la Agencia de Naciones Unidas de apoyo a refugiados palestinos reportaban 999 palestinos muertos, de los cuales 760 eran civiles, entre ellos 226 niños y 117 mujeres. Más de 6 mil palestinos heridos, 215 mil desplazados, 94 instalaciones de Naciones Unidas para el apoyo de la población y 22 centros médicos dañados, y cerca de 200 mil niños que requieren ayuda psicosocial debido a la violencia experimentada en estos días.
En Israel se contabilizaba 46 muertos, 3 de ellos civiles. Dado lo complejo de recabar cifras durante el conflicto, se podrán encontrar otras fuentes con cifras distintas. Algunos de los servicios necesarios para la vida cotidiana en Gaza también han sido dañados, la infraestructura eléctrica y de agua potable no satisface las necesidades básicas de la población, la capacidad hospitalaria es insuficiente.
A diferencia de otros conflictos donde la población puede escapar a países vecinos, en este caso la población se desplaza en un territorio cercado, sin salidas, sin espacios seguros. El conflicto deja pocas horas de tregua, sin descanso emocional, sin ayuda humanitaria suficiente, sin respeto a normas internacionales, sin refugios suficientes, con escasez de alimentos y agua.
El Centro global para la Responsabilidad de proteger declaró que tanto Israel como Hamas tienen la obligación de proteger a los civiles y que “…los ataques a civiles y propiedades civiles en Gaza e Israel violan leyes de derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra… grupos armados palestinos que operan en Gaza han lanzado más de mil cohetes contra Israel, la mayoría dirigida a zonas civiles. Estos ataques indiscriminados con cohetes fueron realizados con la intención deliberada de matar o herir a civiles y destruir la infraestructura civil… A pesar de que Israel tiene derecho a defenderse de los cohetes que llueven sobre sus ciudades, las cuestiones de proporcionalidad y distinción (discriminar entre objetivos civiles y militares) parecen haber sido violados en repetidas ocasiones…”.
Ambos colocan la responsabilidad en el otro, sólo un gobierno en Israel que esté dispuesto a negociar con Mahmud Abas y con compromisos reales para la creación de un Estado palestino podrá debilitar a Hamas. Sólo la existencia de dos estados viviendo con seguridad, dignidad y progreso podrá garantizar la paz. Todas las vidas son importantes, todas, en ambos bandos.
Algunas organizaciones que trabajan en Gaza:
B’Tselem. TheIsraeliInformation Center for Human Rights in theOccupiedTerritories
Al Mezan Center for Human Rights
Palestinian Centre for Human Rights
Comité internacional de la Cruz Roja. Israel y los Territorios Ocupados
Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina (UNRWA)
Oficina de Naciones Unidas para la coordinación de asuntos humanitarios (OCHA)
Del autor
Especialista en Derechos Humanos y analista internacional. Docente y consultor tanto en México como en el extranjero. Colaborador en diversos medios de comunicación. De 2007 a 2013 fue Director de contenidos del Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México.