Mauricio Torres
Desde letreros contra la reforma energética del gobierno federal hasta retos entre legisladores, pasando por disputas sobre qué habría opinado el expresidente Lázaro Cárdenas de esta propuesta y qué dice Mario Molina sobre el fracking, son algunos de los momentos que marcaron el debate de las leyes secundarias que el Senado de la República concluyó el lunes 14 de julio.
Fue un proceso que tomó alrededor de 62 horas a lo largo de cinco días -es decir, un promedio de 12.4 horas por sesión-, en el que los senadores aprobaron cuatro dictámenes en la materia.
Estos documentos, que todavía debe revisar la Cámara de Diputados, se elaboraron con base en las iniciativas que el presidente Enrique Peña Nieto entregó al Congreso el 30 de abril pasado, para reglamentar la reforma constitucional de diciembre de 2013.
A ellas se hicieron cerca de 500 modificaciones derivadas de las negociaciones entre el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el opositor Partido Acción Nacional (PAN), mientras que la izquierda quiso hacerles cambios a través de cientos de reservas, pero todas fueron rechazadas.
En este texto te presentamos 12 momentos que dieron color a la discusión energética en la Cámara alta.
1. La pelea por Lázaro Cárdenas
El jueves 17, durante el primer día de debates, los senadores del PAN y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), principal fuerza de la izquierda, tuvieron una disputa en torno al legado del expresidente Lázaro Cárdenas, responsable de la expropiación petrolera de 1938, y a qué habría opinado él de la actual reforma energética.
Para los legisladores del PRD, los actuales cambios a la Constitución son contrarios a la expropiación petrolera, pues argumentan que implicarán devolver a los extranjeros los recursos energéticos.
Los perredistas incluso han hecho de Cárdenas un emblema de su rechazo a la reforma e introdujeron al salón del pleno máscaras con el rostro del expresidente.
Sin embargo, el panista Roberto Gil Zuarth afirmó que el exmandatario -quien gobernó México entre 1934 y 1940- no era partidario de que la actividad del sector fuera exclusiva del Estado, sino que en ella pudieran participar los particulares, e incluso habría apoyado los cambios legislativos que ahora analizan las cámaras.
“Si el general Lázaro Cárdenas volviera a vivir, estoy completamente convencido que votaría a favor de este dictamen, porque el régimen de 1939 es más flexible y abierto a la iniciativa privada que el que tenemos en 2014”, dijo Gil, lo que generó protestas entre los perredistas.
2. Otra disputa… por Mario Molina
Ese mismo día, partidarios y opositores de la reforma se enfrentaron por las opiniones de otra figura pública: el científico mexicano Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química.
Desde la tribuna, el senador Pablo Escudero, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) -aliado tradicional del PRI-, cuestionó la oposición del PRD a la técnica del fracking o fractura hidráulica para obtener hidrocarburos, argumentando que ésta es respaldada por el propio Molina, quien ha sido asesor de la izquierda en temas ambientales.
“Nos ha dicho que está de acuerdo con el fracking. Nos ha dicho también que hay que hacerlo bien. Y todos coincidimos con eso”, dijo Escudero.
“Mario Molina nos dice que está a favor. Nos dice que no desaprovechemos esta gran oportunidad. Dice textual el Premio Nobel: es absurdo no explotar estos yacimientos, si cuesta menos que extraer petróleo de pozos profundos”, insistió el senador del PVEM.
En respuesta, el perredista Alejandro Encinas dijo que si bien Molina tiene “solvencia profesional y científica”, el debate sobre el fracking no sólo debe basarse en sus argumentos, sino en las condiciones políticas, económicas y sociales del país.
3. ¿Alcoholímetro en el pleno?
Ya entrada la noche del primer día de discusión, el perredista Isidro Pedraza pidió al presidente del Senado, el priista Raúl Cervantes, rectificar que hubiera quórum en la sesión, pues consideraba que se había roto por la ausencia de los legisladores del PAN.
“Y luego todavía de paso, si es posible, que pudiéramos pasarles el alcoholímetro (a los senadores), porque creo que algunos ya andan fumigados (ebrios)”, agregó Pedraza.
“¿Podríamos pasar qué, perdón?”, dijo Cervantes.
“El alcoholímetro, señor”, insistió Pedraza.
“Gracias, senador, qué amable…”, respondió el presidente del Senado, quien entonces continuó con el debate.
4. Dinosaurios en el Senado
El segundo día de debate, viernes 18, abrió con una protesta de la bancada del PRD, que develó en la sede del Senado un megaletrero con la frase “y cuando México despertó”, acompañada de la imagen de un dinosaurio robándose a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La manifestación aludió a los supuestos propósitos del PRI, al que popularmente se asocia con los dinosaurios por tratarse del partido político más antiguo del país.
5. “El idiota aquel”
El mismo viernes, el perredista Adán Augusto López, cercano al excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, arremetió contra el expresidente panista Vicente Fox (2000-2006), al que acusó de “tapar» actos de corrupción en Pemex como el llamado Pemexgate, como se conoce al desvío de recursos que hizo el sindicato petrolero a la campaña presidencial del PRI en el 2000.
“A poco creen ustedes que no saben quiénes son los que han dirigido a Pemex, a poco creen ustedes que no saben que el PRI y el PAN se aliaron en el asunto del Pemexgate, uno para sacar el dinero de Petróleos Mexicanos, y Fox, el idiota aquel que con trabajo ni sabía hablar, bueno, ese se encargó de tapar todo el estercolero”, dijo López.
Para la izquierda, uno de los puntos débiles de la reforma energética de Peña Nieto es que fomentará la corrupción en el sector energético, con los contratos que Pemex y otras instituciones podrán entablar con particulares.
6. ¿»Tiros» contra la reforma?
La tarde del sábado 19, en el tercer día de debates, el perredista Fernando Mayans causó polémica al señalar en tribuna la posibilidad de que la reforma energética sea detenida “a tiros”.
“A lo mejor y a tiros les vamos a revertir la reforma energética. Fíjense cuándo se los digo. No se integren a la generación de borregos, eh. Están a tiempo. Mexicanos, con la demagogia disfrazada de la pureza, en la Legislatura del espectáculo. No habrá tranquilidad en el país, ténganlo claro, no habrá tranquilidad en México mientras no haya justicia, no haya orden social”, dijo.
Aunque en ese momento ningún legislador le recriminó que usara esa expresión, más tarde, tanto en el pleno como en redes sociales, algunos criticaron lo que describieron como una falta de respeto o incluso un llamado a la violencia.
7. La caída del sistema
El mismo día, el panista Francisco Domínguez Servién y el senador Manuel Bartlett, líder del izquierdista Partido del Trabajo (PT) en la Cámara alta, se enfrascaron en un breve debate.
Bartlett, exmilitante del PRI, criticaba en tribuna la iniciativa de Ley de la Industria Eléctrica cuando Domínguez pidió la palabra para hacerle una pregunta.
“Senador Bartlett, (quiero) preguntarle si el sistema de cómputo electoral de 1988 se cayó por falta de luz o por una artimaña del secretario de Gobierno (sic), si me puede contestar”, dijo el panista, al referirse a la elección presidencial de ese año.
Bartlett era entonces secretario de Gobernación y algunos líderes de la oposición y ciudadanos lo acusaron de ser parte de un fraude electoral, popularmente conocido como la caída del sistema.
Al respecto, Bartlett respondió que él no fue responsable del supuesto fraude con el que ganó el priista Carlos Salinas (1988-1994), sino que éste presuntamente fue acordado por el PRI y el PAN.
“A lo mejor estaba usted chavillo para eso y no se acuerda. Bueno, con todo respeto, no fue la juventud y la infancia no es mala. Lo malo es no crecer intelectualmente, y eso sí es malo», dijo Bartlett al senador panista.
8. “Thanks, dearsenators”
El cuarto día de debates, domingo 20, comenzó con un nuevo megaletrero del PRD.
Ubicado en el mismo lugar que el primero, éste decía «Thanks, dearsenators» y mostraba los emblemas del PRI y del PAN, en alusión al supuesto agradecimiento de las empresas extranjeras, en especial de Estados Unidos, por la aprobación de leyes que les darán acceso a los recursos energéticos de México.
9. Sindicalistas y “escapistas”
También el domingo, cuando se discutieron las nuevas leyes de Pemex y de la CFE, la senadora Layda Sansores, del PT, acusó al PRI y al PAN de aprobar normas contrarias a los trabajadores de ambas instituciones.
Además, en su última intervención en tribuna, se puso una casaca y una gorra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que agrupaba a los empleados de la extinta Luz y Fuerza del Centro -desaparecida en 2009 por orden del entonces presidente panista Felipe Calderón (2006-2012)-, y señaló que el senador priista Carlos Romero Deschams, líder del sindicato petrolero, no ha defendido a su gremio y es un “escapista” que no responde preguntas sobre el tema.
“El senador Romero Deschams firmó un convenio, el 29 de julio de 2013, con el señor (Emilio) Lozoya (director de Pemex) para establecer una mesa de trabajo que para el redimensionamiento de la plantilla sindicalizada. ¿Qué es eso de redimensionamiento? Porque para mí, tiene tufo de despido. Y eso era lo que quería yo que explicara. (…) Entonces, espero que el escapista regrese a este escenario”, dijo Sansores.
Momentos después, Romero Deschamps no le respondió en tribuna, pero sí se acercó a hablar con ella en privado.
10. “No chiflen, se ve muy feo”
El mismo domingo, la perredista Dolores Padierna, vicecoordinadora de su bancada, recibió silbidos en tribuna, luego de rebasar el tiempo permitido para su intervención.
“No chiflen, se ve muy feo”, dijo, al tiempo que la Mesa Directiva pidió respeto para la oradora.
Padierna es una de las senadoras que más interviene en el pleno. Sin embargo, legisladores como el panista Javier Lozano se quejan de que no se apega al tiempo fijado para las participaciones en tribuna.
11. Lozano vs. Robledo
Ya durante el debate del lunes 20, el propio Lozano tuvo un enfrentamiento con el perredista Zoé Robledo, luego de que éste lo acusó de participar más en Twitter que en el debate legislativo.
Al respecto, Robledo señaló que Lozano ni siquiera debatió las leyes de telecomunicaciones, cuyo análisis él condujo, y aseguró que fue gracias a la izquierda que en ese dictamen se incorporó la eliminación de los cobros especiales en llamadas telefónicas de larga distancia a partir de 2015.
Lozano lo tachó de mentiroso e incluso lo retó a apostar a que la legislación de telecomunicaciones desde el inicio incluía el tema de la larga distancia.
“Apostamos en este momento usted y yo, que el que miente pide licencia para irse del Senado. ¿Sí o no? Apostemos. Le voy a recordar. Bueno, ¿apuesta usted, sí o no? ¿Sí o no apuesta?”, dijo el panista.
“No puedo apostar con usted porque yo no le creo”, respondió Robledo.
Luego de ese intercambio, el priista Raúl Cervantes exigió volver al debate energético y dio la palabra al siguiente orador.
12. Entre agravios y festejos
La noche del lunes, cuando ya se había aprobado el cuarto y último dictamen energético, los coordinadores parlamentarios tomaron la palabra para dar un mensaje final antes del cierre de la sesión.
Y como había sucedido durante los cuatro días previos, el bloque PRI-PAN se confrontó con la izquierda.
Por un lado, el priista Emilio Gamboa, líder de su bancada, festejó el avance de una reforma que calificó de “histórica”.
“Van muchos años en que en el Congreso mexicano se ha venido trabajando para lograr una reforma energética integral y transformadora, llevamos casi 18 meses construyendo los acuerdos necesarios para aprobar dicha reforma”, dijo.
En contraparte, el líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, afirmó que la reforma es un “agravio” impuesto por una “mayoría mecánica”.
“Si hoy creen que con sus reformas ya triunfaron, se equivocan. Acaban de abrir la jaula del tigre, porque despojaron al pueblo de México de su patrimonio. Desde la izquierda sabremos qué hacer”, concluyó el perredista. (Publicado por CNN-México)