En Oaxaca, es imposible ocultar el fracaso de la alerta de violencia de género contra las mujeres; la ausencia de una política pública de prevención, atención y sanción de las agresiones en agravio de este sector de la población, da como resultado el incremento de los niveles de violencia. La simulación y apatía de las diversas instancias gubernamentales, como la Fiscalía General del Estado o la Semovi, envían un claro mensaje: en Oaxaca las mujeres no importan
Yolanda PEACH
Ser mujer en Oaxaca es vivir en constante peligro.
Cuando las mujeres acuden con una autoridad, para pedir ayuda ante la violencia, son muchas las fallas que impiden activar los mecanismos de protección necesarios.
Ninguna autoridad estatal ha logrado cumplir el cometido de garantizar a las mujeres una vida de calidad, libre de desigualdades.
Los intentos por frenar la violencia que sufren las mujeres en Oaxaca han fracasado. El 30 de agosto de 2018 se decretó la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en 40 municipios de la entidad, y, desde entonces, en lugar de disminuir, las agresiones van en aumento.
ESCALA VIOLENCIA
Los asesinatos y agresiones feminicidas en agravio de las mujeres son una constante que se acentúa, tanto en número, como en grado de crueldad.
Son los ataques reiterados a las mujeres lo que lleva a que Oaxaca se una a Jalisco, Estado de México, Morelos, Michoacán, Chiapas, Nuevo León, Veracruz, Sinaloa, Colima, San Luis Potosí, Guerrero, Quintana Roo, Nayarit, Zacatecas, Puebla y la Ciudad de México, como los territorios más peligrosos para las mujeres.
El sostenido aumento de agresiones a las mujeres, como acoso sexual, violación, violencia familiar y asesinatos, llevó al Estado, en el 2007, a implementar este mecanismo para enfrentar y erradicar la violencia feminicida.
Aunque diversos actores aseguran que, comparando las cifras, es un mínimo porcentaje en el que las víctimas son mujeres, en el 2018, la propia Fiscalía General del Estado informó que del total de delitos cometidos ese año, 18 mil 415 eran víctimas mujeres, 19 mil 944 eran varones y desconocían el sexo de 8 mil 135.
Es decir, de los 46 mil 594 delitos cometidos ese año, el 40 por ciento fue en agravio de mujeres, el 43 por ciento de hombres y desconocían el sexo del 17 por ciento restante. Tan sólo tres puntos porcentuales menos respecto a los varones.
El mecanismo de la alerta de género, se activó para alertar tanto a funcionarios como a la población en general, sobre la urgencia de detener los feminicidios, el acoso callejero, laboral, escolar o doméstico, la discriminación y la violencia que viven las mujeres.
En Oaxaca, la violencia aumenta. El año que se decretó la alerta de género, se cometieron 126 asesinatos a mujeres, en el 2019 fueron 136, hasta el 31 de enero del 2020 se llevaban 19. Respecto a los delitos sexuales, en el 2018 se denunciaron mil 222, en el 2019 mil 540 y se llevaban 109 en enero del 2020.
En cuando al delito de violencia familiar, eran 5 mil 274 casos en agravio de mujeres en el 2018, se denunciaron 6 mil 441 y hasta el último día de enero del 2020 se sabía de 499.
TORPEZAS OFICIALES
Quizá el caso más emblemático de la violencia que sufren las mujeres en Oaxaca tomó bandera con la joven profesionista que fue rociada de ácido en el cuerpo cuya agresión se perpetró en la región Mixteca.
El ataque, que se viralizó en redes sociales, apunta a que, el agresor que ordenó el ataque, es un empresario con el que sostuvo una relación sentimental.
Al iniciar la investigación se tipifica por la Fiscalía General como lesiones dolosas, dejando de lado la tentativa de feminicidio, que hubiera permitido una mejor y oportuna atención a la víctima, así como un actuar más eficaz en contra de los agresores.
Este yerro se suma a otros casos, en lo que la Fiscalía de Oaxaca no ha explicado qué criterios utiliza para descartar como figura penal la del feminicidio, lo que lleva a que las investigaciones se realicen únicamente como homicidio doloso.
Los números que maneja el fiscal general, Rubén Vasconcelos Méndez, es de 29 feminicidios en el 2018, 29 en el 2019 y 2 hasta enero del 2020.
Las cifras parecieran maquilladas si se toma en cuenta que para que se para que se trate de feminicidio pueden ocurrir varias circunstancias, como el que la víctima presente cualquier tipo de signos de violencia sexual.
Si le infringieron heridas, escoriaciones, contusiones, fracturas, dislocaciones, quemaduras y mutilaciones con implicaciones degradantes o sexuales.
Cuando existan antecedentes o indicios anteriores de cualquier tipo de violencia, misoginia, amenazas, hostigamiento, acoso o maltrato del victimario.
Todos los casos en que el cadáver fue enterrado u ocultado.
También si el cuerpo o restos mortales fueron expuestos o arrojados en un lugar público.
En los asesinatos en los que la víctima fue incomunicada o privada de su libertad.
Los que fueron motivados por desprecio u odio a la víctima por discriminación o misoginia, en el atendido de conductas contra la mujer como actos violentos o crueles.
Cuando existió entre el agresor y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.
Por tanto, si no se ha esclarecido el crimen en su totalidad, no se puede determinar con exactitud si existían antecedentes de violencia, si fueron motivados por odio o si existió una relación de confianza.
Si realmente la Fiscalía de Oaxaca estuviera en lo cierto en cuanto a sus cifras, significaría que los homicidios dolosos en agravio de mujeres los resolvió al 100 por ciento, por tanto, pudo descartar con total seguridad que no ocurrió ninguna de las circunstancias que dicta el tipo penal de feminicidio.
Casos como el de “la saxofonista” (nombre con el que se viralizó este ataque), podrían encabezar una investigación en contra de la propia dependencia estatal, al considerar que en el artículo 412 del Código Penal de Oaxaca, reza que a quien dolosamente en el ejercicio de una función pública propicie, promueva o tolere la impunidad; así como omita, retarde o entorpezca la investigación, persecución y sanción del delito (feminicidio), se le impondrá una pena de prisión, además de ser destituido e inhabilitado para desempeñar otro empleo, cargo o comisión en el servicio público.
SIMULACIONES E INEFICACIA
La obligación del Estado no es sólo detener los feminicidios, sino frenar cualquier posible situación de riesgo para una mujer. No esperar a que su vida esté comprometida.
Mariana Nassar Piñeyro, titular de la Secretaría de Movilidad, es otra funcionaria que se unió a la simulación al implementar el programa piloto ruta segura.
El programa consistió en dos rutas, la primera del fraccionamiento Álamos al Rosario, la segunda de la Primera Etapa a la Central de Abasto, en esta última con un horario de 10:30 y 16:30 horas. Al rendir su informe indicó que en los dos meses que duró el proyecto se captó a 9 mil 375 mujeres.
Los horarios elegidos son en los que menos agresiones sufren las mujeres, que son atacadas en la mayoría de casos en las primeras corridas del transporte urbano y en las últimas.
Estudios de la Secretaría de Movilidad en México establecen que el 96 por ciento de las mujeres han sido víctimas por lo menos una vez de algún acto de violencia en el transporte público, desde agresiones verbales, contacto físico forzado o persecución.
La Fiscalía General del Estado informó de 46 agresiones sexuales denunciadas en contra choferes de taxis locales, taxis foráneos, camiones y mototaxis en la actual administración, del 1 de enero de 2017 hasta el 31 de agosto de 2019.
La Fiscalía especializada en para la Atención a Delitos contra la Mujer por razón de Género detalló que se han denunciado 17 violaciones o violaciones tumultuarias, 10 cometidas dentro del transporte público, así como 29 abusos sexuales, todos infringidos en el interior del vehículo.
Respecto a las violaciones o violaciones tumultuarias, cinco fueron cometidos por taxistas foráneos, seis por taxistas locales, uno por un chofer de un camión urbano y cinco por mototaxistas.
Al detallar los delitos de abuso sexual y abuso sexual agravado, indicó que 16 fueron cometidos por taxistas foráneos, cuatro por taxistas locales, tres por choferes de camiones urbanos y seis por mototaxistas.
Respecto a las violaciones, 10 fueron cometidas en el interior del transporte público, taxi local, foráneo o mototaxi, en tanto los 29 abusos sexuales se perpetraron en estos vehículos.
La nula atención en el tema ha llevado, en las últimas semanas, a la difusión de las agresiones, acompañadas de fotografías o videos, en un intento para que sea la propia ciudadanía la que tome cartas en el asunto.
ALERTA, SIN RESULTADOS
Declarar la alerta de género quiere decir que en este lugar está latente un peligro inminente para las mujeres. El gobierno está obligado a disminuir las cifras de violencia en todas sus modalidades, no solamente en casos de violencia extrema.
Seminarios, talleres y simposios para establecer retos y diagnósticos no ha servido nada más que para contextualizar. Está latente la falta de sensibilidad y la indiferencia ante un problema que debería ser considerado catástrofe estatal y generar un estado de alerta las 24 horas.
Ignorar el problema sólo legitimó un aprendizaje social para controlar, maltratar y asesinar. Se continúa con la cultura de la violencia aprendida.
La violencia en agravio de las mujeres, al final del día, lastima a la sociedad. Un dolor que degrada los valores y que fomenta más violencia.
Tal pareciera que el gobierno estatal vive su propio duelo, sólo que quedó estancado en la etapa de la negación y no ha logrado chocar con la realidad, para tomar acciones que verdaderamente frenen la violencia en agravio de las mujeres.
“Efectivamente, con agua no se limpia la sangre y con el simple discurso no se revierte esta lamentable situación (…) el Poder Legislativo ha dado muestras de sensibilidad institucional, en donde incluso hemos pedido la renuncia del fiscal general del Estado”
Horario Sosa
Presidente de la Junta de Coordinación Política
“En los casos de feminicidio el culpable suele encontrarse en el círculo más cercano a la víctima, pues se trata de violencia que se comete en el interior de los hogares”
Rubén Vasconcelos Méndez
Fiscal general de Oaxaca
“Ante la nula respuesta de la Fiscalía a cargo de Rubén Vasconcelos y, de la Secretaría de la Mujer, que encabeza Ana Vásquez; las redes sociales son la única opción de las víctimas de violencia de género en Oaxaca”
Usuario de Twitter
Las cifras:
96
por ciento de mujeres han sido víctimas de violencia en el transporte público
29
feminicidios reconocidos por la fiscalía en 2019
107
homicidios dolosos de mujeres en 2019
1,540
delitos sexuales cometidos en el 2019
6,441
casos que se conocieron de violencia familiar en 2019
45.33
por ciento de las agresiones sexuales se perpetraron en el hogar
49.94
de los delitos sexuales es en agravio de niños y adolescentes
46
agresiones sexuales en el transporte público habían sido denunciados este sexenio
Alerta de género
Oaxaca
Jalisco
Estado de México
Morelos
Michoacán
Chiapas
Nuevo León
Veracruz
Sinaloa
Colima
San Luis Potosí
Guerrero
Quintana Roo
Nayarit
Zacatecas
Puebla
Jalisco
Ciudad de México
Violencia de género
Se concibe como un abuso de poder que busca someter y controlar a una mujer, contribuyendo a mantener una situación de desigualdad mediante el uso de la fuerza física, sexual, económica o psicológica. Una forma de discriminación que inhibe gravemente la capacidad de las mujeres de gozar de derechos y libertades en igualdad.
