Un estudio elaborado por la organización México ¿Cómo vamos? reprueba a Oaxaca en materia económica, en siete de ocho indicadores del Semáforo Estatal enciende la alerta roja y sólo en uno, el que se refiere a la población contratada por el gobierno, tiene la luz preventiva; en tanto el INEGI coloca a la entidad en el lugar 28 de los 32 estados del país en cuanto a crecimiento económico y revela que
Oaxaca junto con Guerrero y Chiapas son los que perciben los peores ingresos
Yolanda PEACH
Oaxaca está reprobado en materia económica. La entidad tiene alerta roja en siete de ocho indicadores económicos que mide la Organización México ¿Cómo Vamos?
Los indicadores donde el semáforo económico ha encendido la luz roja son: crecimiento económico, empleos formales generados acumulados, productividad, pobreza laboral, informalidad, deuda pública y desigualdad laboral. La entidad sólo tiene alerta amarilla en el indicador referente a la población ocupada en el gobierno.
La organización mide el crecimiento económico con los colores verde, naranja, amarillo y rojo. El primero significa que la economía crece en forma óptima, el segundo que tiene un crecimiento regular, el tercero que tiene un incremento mínimo y el cuarto, que la economía decrece.
México ¿Cómo vamos? es un colectivo de investigadores integrado por un grupo plural de académicos y expertos en economía y política pública mexicana que junto con universidades y centros de investigación debaten y dan seguimiento a los temas que se consideran fundamentales para el país.
El análisis hecho por el colectivo de expertos destaca que Oaxaca sólo se salva en el indicador referente al porcentaje de la población ocupada en el gobierno, que en el segundo trimestre de este año se ubicó en 3.8 por ciento, apenas una décima porcentual más que en el mismo periodo de 2018, lo que significa que ser burócrata estatal es la única esperanza del oaxaqueño para ser económicamente activo.
En su Semáforo Estatal referente a Oaxaca, México ¿Cómo vamos? reporta que, en el primer trimestre de 2019, el crecimiento económico se ubicó en -1.5 por ciento, muy por debajo de la meta anual que es crecer al 4.5 por ciento.
Respecto a los empleos formales generados acumulados, en el segundo trimestre de este año se registraron -4, 957 empleos, cuando la meta era alcanzar 19 mil 300 empleos acumulados en el segundo trimestre de 2019.
En tanto que la productividad registró un decremento al caer de 81 pesos la hora trabajada en el primer trimestre de 2018, a 74 pesos, en el primer trimestre de este año, cuando el objetivo era más pesos producidos por hora trabajada.
La informalidad creció del 73.5 por ciento en el segundo trimestre de 2018 al 74.4 por ciento en el mismo periodo de este año. La meta de gobierno era reducir a los trabajadores informales, por lo que no sólo no se cumplió, sino al contrario, aumentó la economía informal.
Otra alerta roja se registró en cuanto a la desigualdad laboral, que pasó de 0.438 en el segundo trimestre de 2018 a 0.450 en el segundo trimestre de 2019. La meta era reducir la desigualdad en el ingreso laboral, pero no se logró, al contrario creció.
Casi de la mano va la pobreza laboral, que se ubicó en 60.03 por ciento en el segundo trimestre de 2019, dos puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2018 cuando se ubicó en 62.0 por ciento. La meta era reducir el porcentaje de la población que no puede adquirir canasta alimentaria con su ingreso laboral.
Por último, el estudio destaca que la deuda pública aumentó del 4.1 por ciento al 4.5 por ciento de 2017 a 2018, por lo que el semáforo encendió la luz de alerta roja.
REGRESIÓN EN OAXACA: INEGI
Los datos del estudio elaborado por México ¿Cómo vamos? que arrojan una alerta en la economía estatal, son confirmados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE).
El organismo federal revela que para el primer trimestre de 2019, Oaxaca presentó una variación anual en el total de su economía de (-)1.4 por ciento.
Los indicadores muestran que Oaxaca registró un descenso ocasionado por el comportamiento de las actividades secundarias que cayeron 11.2 por ciento.
Las actividades primarias. que contemplan la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, tienen un incremento de 7.9 por ciento en el primer trimestre de 2019.
En cambio, las actividades secundarias, como son los sectores de la industria de la minería, manufacturas, construcción y electricidad, reflejan una variación a tasa anual de (-) 11.2 por ciento en el primer trimestre de 2019.
El organismo federal publica que, sobre todo, el comportamiento en el rubro de la construcción provocó que Oaxaca, se situara, en la penúltima posición en el país.
El INEGI señala que Oaxaca tiene la posición 28 de las 32 entidades en materia económica.
SALARIO MÍNIMO INSUFICIENTE
El abogado laborista Jaime Eliel Mayoral Gómez admitió que el retroceso en la economía estatal preocupa a todos los sectores de la población.
Señaló que pese al aumento del salario mínimo, éste continúa siendo insuficiente para adquirir los productos de la canasta básica, mismos que continúan subiendo, entre el 5 y el 18 por ciento, por lo que el poder adquisitivo de los trabajadores es fragmentado.
“El incremento al salario mínimo no es suficiente para restituir el poder adquisitivo que se ha disminuido desde hace años y que limita las posibilidades de que se pueda comprar la canasta básica”, apuntó.
Señaló que lo preocupante para la economía regional en Oaxaca, donde no se tiene industria, es que la esperanza de crecimiento es el turismo, las remesas y la inversión del gobierno federal.
“La economía va a la baja. Los empresarios le temen a invertir en Oaxaca, lo que provoca falta de empleo y que el mayor anhelo de cualquier oaxaqueño, sea laborar para el gobierno estatal; es decir, ser burócrata”, reconoció.
Señaló que Oaxaca, prácticamente vive de gobierno, tan es así, que no sólo los ciudadanos buscan un empleo burocrático, sino que, las empresas buscan ser contratadas y obtener las licitaciones para poder subsistir.
“Ahora que el gobierno no está dando obras, es donde las empresas, sobre todo las constructoras, están minando sus entradas, lo que se vuelve un detonante para la corrupción, al intentar obtener, por medio de dádivas y porcentajes, que les otorguen algún contrato”, señaló.
Sin embargo, advirtió que el peso que carga el gobierno en el pago a la burocracia, mina, por mucho, su presupuesto, lo que lo ha llevado a hacer erogaciones excesivas y lo “amarra de manos” para poder invertir en otros rubros, como obras públicas.
“Llegará un momento en que el gobierno se tendrá que sacudir el exceso de burócratas para evitar su debacle financiero”, advirtió.
COMIDA, LA PRIORIDAD
Familias oaxaqueñas prefieren gastar en status que en productos básicos. Según revela la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares 2018 dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se prefiere gastar en esparcimiento, mientras que otros, destinan su dinero en combustible para sus vehículos.
El instituto reveló que Oaxaca, Guerrero y Chiapas siguen siendo los estados donde menos ingresos se reciben.
Indicó que las familias de estas tres entidades perciben la mitad de los ingresos que el promedio de los hogares a nivel nacional con 27 mil 600 pesos trimestrales, de los cuales, gasta 16 mil 800 en comer y transportarse.
Con los 10 mil 800 pesos que le quedan, que es el 40 por ciento de sus ingresos trimestrales, tiene tres mil 600 pesos mensuales para el pago de la luz, el gas, el teléfono, los gastos escolares, gastos médicos y ropa.
Aunque el monto del gasto en comida es menor que el promedio nacional, la compra de alimentos abarca entre el 42 y el 45 por ciento de su presupuesto, que es la proporción más alta del país.
Pese a que las familias oaxaqueñas gastan 12 mil 500 pesos trimestrales en comida, tres mil 800 pesos menos que el promedio a nivel nacional que es de 16 mil 375 pesos.
Otro 18 por ciento es destinado al transporte y el 10 por ciento a servicios de educación.
Otro menor porcentaje se destina a artículos de cuidados personales, de limpieza, enseres domésticos, energía eléctrica, vestido y calzado.
Desglosado, los oaxaqueños ocupan, del dinero destinado para la comida, el 23 por ciento a las tortillas, 12 por ciento al tomate, 10 por ciento al huevo y 10 por ciento al pan dulce.
En cuanto a la comida, lo que se compra más son alimentos preparados como atole, tacos, tamales, tortas, memelitas, pozole, licuado, gelatinas y elotes.
También compran maíz en grano, queso fresco, frijol, pollo, bistec de res, chorizo, jamón, salchicha y chicharrón.
La encuesta revela que, durante el 2018, se destinaron más de seis mil 410 millones 537 mil pesos al pago de recargas para teléfonos celulares.
En promedio, en cada familia se destinó, al año, cinco mil 609 pesos para el saldo a la telefonía móvil.
En este rubro llamado servicios de transporte, comunicación y entretenimiento, el oaxaqueño gasta el 20 por ciento de sus ingresos y de éste, el 39 por ciento en la compra de saldo y el 36 por ciento en transporte.
Si se compara con su opuesto, que es Nuevo León, las familias reciben ingresos mensuales, en promedio, de 29 mil 200 pesos en promedio. Casi el triple de lo que reciben los oaxaqueños y el doble del promedio nacional.
En porcentaje, las familias de Nuevo León, son los que menos gastan en comida. Sólo el 30 por ciento de su presupuesto, aunque el monto es de 10 mil 500 pesos al trimestre, pero que es el 28 por ciento más de lo que gasta una familia oaxaqueña.
A pesar de que las familias de Oaxaca reciben tres veces más apoyo del gobierno que el promedio a nivel nacional, sólo el seis por ciento de los ingresos totales proviene de esa fuente.
En Oaxaca, tener un gasto imprevisto, como una enfermedad, los deja vulnerables, ya que se quedan sin algún servicio e incluso, sin comer.
