Destacado especialista en el ramo de la medicina, el doctor Ortiz Armengol tuvo la gran responsabilidad de organizar a la universidad, desde el reordenamiento de las carreras que se cursaban entonces, hasta la instalación del Consejo Universitario; fue quien creó las estructuras de lo que llegó a ser la Máxima Casa de Estudios de Oaxaca
Carlos CERVANTES
Los directores del Instituto de Ciencias y Artes del Estado, así como los rectores de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca fueron los docentes más destacados, distinguidos profesionistas y ciudadanos conocidos en la sociedad oaxaqueña por su honorabilidad. Fue a partir de 1968 cuando la universidad de Oaxaca cayó en un profundo pozo del cual no ha logrado salir, sino al contrario, parece que cada día se hunde más en la mediocridad teniendo actualmente el nada honroso lugar de ocupar el último lugar en calidad académica del país. Su primer rector fue el ameritado médico Federico Ortiz Armengol.
Como es sabido, el último director del Instituto de Ciencias y Artes del Estado fue el Licenciado Ignacio Castro Mantecón, quien comenzó las gestiones para que el ICAE fuera elevado a la categoría de universidad con la esperanza de un mejoramiento en todos los aspectos, pero especialmente en la calidad educativa a fin de que los egresados abandonaran las aulas bien preparados para enfrenarse a la vida profesional.
La trayectoria
El primer rector de la Universidad a la cual se le bautizó como “Benito Juárez” fue el doctor Federico Ortiz Armengol, con una amplia trayectoria profesional y política. Hizo sus estudios de bachiller en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado y continuó sus estudios de medicina en la misma institución, los cuales prosiguió en la Escuela Nacional de Medicina de la UNAM donde se tituló como médico cirujano y partero en el año de 1924. Prosiguió su preparación académica en la Ciudad de México donde estudió la Maestría en Salud pública en el Instituto de Salubridad e Higiene.
Al concluir sus estudios ocupó varios cargos: director del Instituto Antirrábico de México, director de uno de los distritos sanitarios de la Ciudad de México, jefe de los Servicios Coordinados de Salubridad en Durango y Chihuahua, supervisor general de Salubridad en el país, presidente de la Sociedad Internacional México-Estados Unidos en Salud Pública, oficial mayor de la Secretaría del Trabajo, director de la Escuela de Enfermería del Instituto “Juárez” de Durango, entre otros.
También fue maestro de anatomía, fisiología e higiene en escuelas de educación secundaria del entonces Distrito Federal, maestro de biología en la Escuela Preparatoria de la UNAM, maestro de botánica y zoología superiores y física médica en la Facultad de Medicina de la UNAM, asimismo profesor de medicina preventiva e higiene en la misma facultad.
Incursión en la política
El doctor Ortiz Armengol participó en política partidista siendo diputado local de 1950 a 1953. Luego diputado federal por lo que en 1958 contestó el último informe del presidente Adolfo Ruiz Cortínez. Fue una situación singular pues don Federico al mismo tiempo era rector de la Universidad y diputado federal.
Rector de la Universidad
En Oaxaca Ortiz Armengol ocupó otros cargos como el de director del Hospital “Dr. Aurelio Valdivieso”, además de catedrático de teoría y clínica de pediatría, así como de dermatología y sifilografía. En los últimos años fue delegado del ISSSTE tanto en Oaxaca como en otras entidades del país.
Fue rector de la Universidad de Oaxaca en dos periodos: de enero de 1955 a diciembre de 1956; enseguida fue reelecto desempeñando el cargo hasta diciembre de 1959.
Al doctor Ortiz Armengol le tocó la compleja labor de organizar a la universidad, desde el reordenamiento de las carreras que se cursaban entonces, hasta la instalación del Consejo Universitario, se adoptó la composición “Estudiantes” como himno de la universidad, asimismo la bandera universitaria con los colores dorado y azul; el maestro Alfredo Canseco Feraud, diseñó el escudo de la institución en un hermoso óleo sugerido y aprobado por el Consejo Universitario del cual se ignora su paradero, solo existen copias. Se inició la vida académica con los mejores augurios: el Gobierno del Estado le donó la Biblioteca General con todo y edificio en la esquina de 5 de Mayo y Avenida Independencia, asimismo el parque de beisbol “Lic. Eduardo Vasconcelos”. La sede de rectoría quedó en el edificio central de avenida Independencia y Macedonio Alcalá donde funcionaban las escuelas de Leyes y de Comercio y Administración.
Día del Estudiante
Fue nombrado secretario general el señor Manuel Castro Rivadeneira, quien durante muchos años desempeñó el cargo con responsabilidad y honradez. Tesorero el joven contador Carlos Cavero Hernández. La Federación Estudiantil Oaxaqueña era una organización de mucho peso político que agrupaba a todas las escuelas de la universidad y de ahí salieron diversos líderes que posteriormente incursionaron en política partidista. Eran buenos para la oratoria.
El día del estudiante era celebrado con gran algarabía en el mes de mayo. Los “Juegos Florales” eran de gran tradición cada año en que se convocaba a los poetas del país a participar con una composición de homenaje a Juárez. La velada artística en el teatro Alcalá donde se entregaba la flor natural al poeta laureado y siempre era invitado el gobernador del estado, así como el representante del Presidente de la República. Varios presidentes mexicanos visitaron el edificio central de la Universidad y fue Ruiz Cortínez quien donó la estatua del Benemérito que se encuentra en el patio de honor. En esa velada se entregaba la medalla de oro al estudiante que había pasado todas las materias con la calificación de “diez”, tradición que venía desde el Instituto de Ciencias y Artes del Estado.
Durante el rectorado de Ortiz Armengol se construyó el primer edificio destinado a la escuela de medicina en la calle Burgoa esquina con Bustamante, donde hoy es la escuela de idiomas.
Una personalidad
El doctor Ortiz Armengol nació en la ciudad de Oaxaca en 1898 y falleció el 14 de junio de 1975 a los 77 años de edad. Fue su esposa la señora Esther Cruz Ahedo, oriunda de la ciudad de Guadalajara y parte de rancia familia de la ciudad tapatía. Poco después del casamiento establecieron una granja avícola que fue denominada “La Resolana” en una amplia extensión de terreno ubicado entre la Calzada Porfirio Díaz y el río de la Cascada. En ese mismo espacio se edificó la residencia familiar. Al desaparecer la granja el espacio se convirtió en un fraccionamiento de lujo donde se avecindaron norteamericanos jubilados construyendo residencias ajardinadas. Hoy nada queda de eso y el espacio se ha ido reduciendo con otro tipo de construcciones más comunes. La señora Esther o Teté, como le decían sus amistades fue la primera dama en manejar un automóvil en esta ciudad de Oaxaca. Era curioso verla en el auto descapotable cuando en el medio solo se conocían a los choferes.
Don Federico fue estimado no solo en la naciente universidad sino en toda la entidad, especialmente en la ciudad de Oaxaca donde hizo intensa vida social.