A seis meses de los sismos del mes de septiembre pasado que dañaron severamente la infraestructura educativa de la entidad, los trabajos de reconstrucción avanzan a marchas forzadas en los planteles que resultaron con alguna afectación, donde a la fecha, el 99 por ciento de los estudiantes han retornado a clases pero en condiciones anacrónicas, toda vez que son atendidos en aulas improvisadas y sin los servicios más elementales, mientras el Gobierno estatal no ha aportado un solo peso para estas tareas como en cambio sí lo han hecho otros organismos de la iniciativa privada
Texto: Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Fotos: Luis Alberto CRUZ
La educación en el Istmo de Tehuantepec está en crisis. Desde el 7 de septiembre pasado la infraestructura de la región quedó devastada y seis meses después del que el presidente Enrique Peña Nieto llamó el “peor sismo de los últimos cien años”, las autoridades han dado una respuesta débil, lenta e insuficiente.
Las críticas para atender a la niñez del Istmo surgen desde distintos frentes, desde la organización internacional Save the Children, que la semana pasada presentó un informe sobre las carencias que enfrentan los niños en zonas afectadas; del magisterio oaxaqueño, que acusa que los gobiernos estatal y federal se están guardando el dinero de la reconstrucción para las elecciones, y de la misma Secretaría de Hacienda, que en los reportes de recursos aportados señala que las autoridades oaxaqueñas, a diferencia de las de Puebla o Morelos, no han aportado un solo peso para levantar escuelas.
La misma Secretaría de Educación Pública, que cuenta con un censo de 18 mil 152 inmuebles educativos afectados, reconoce que en siete entidades afectadas el avance en la reconstrucción de escuelas es del 80%; en Oaxaca, Chiapas y Estado de México los logros son “significativamente menores”, según informó el pasado 18 de marzo a través de un comunicado. La dependencia señaló que para financiar la reconstrucción de todas las escuelas afectadas se cuenta con más de 20 mil millones de pesos que provienen de diversas fuentes, el Fondo Nacional de Desastres, el Programa Escuelas al CIEN, la Reforma Educativa y el seguro de atención a daños contratado por la SEP. No obstante, son las autoridades estatales las encargadas de ejecutar los recursos.
Pese a esa disponibilidad de recursos, solo 66% de las escuelas con daño total a nivel nacional han iniciado su reconstrucción, según un informe de Save the Children, basado en datos de la plataforma reconstruccion.mejoratuescuela.org.
–A seis meses de los tres sismos que destruyeron gran parte del país, ¿la situación debería ser mejor?
–“Sí, pero el Estado no ha reaccionado como debería”, asegura Nicolás Villa, coordinador de Relaciones Públicas y Proyectos Especiales en México de Save The Children, que ha realizado trabajo de ayuda en la emergencia tras el sismo desde septiembre pasado. En el Istmo, subraya, “prácticamente todos los niños regresaron a la escuela, eso es una parte positiva, pero lo que nos preocupa no es la cobertura, la cifra es que el 99% ya están en las clases, ¿pero en qué condiciones?, la mayoría están en aulas temporales, que si bien les permiten regresar a la escuela no es una opción definitiva”.
Save the Children, que ha atendido a 32 mil niñas, niños y adolescentes de 13 municipios afectados por los sismos, entre ellos Ixtaltepec, Juchitán, Unión Hidalgo y Tehuantepec, considera que asignar recursos para una reconstrucción “colectiva, dirigida y protegida no ha sido una de las prioridades del gobierno federal y los gobiernos de los estados”.
La lenta reconstrucción se extiende también a las viviendas, donde solo el 28.8% de las casas de pérdida total han iniciado su reconstrucción.
“Juchitán, por ejemplo, fue una de las zonas más afectadas, si hoy caminas por las secciones séptima u octava ves calles donde cada diez metros hay un montículo de tierra, hay muy pocas casas construidas. El dato que tenemos de Sedatu en el caso de Oaxaca, a finales de enero, era de 60 casas reconstruidas en todo el estado, honestamente es una cifra sumamente baja después de tres o cuatro meses”, asegura Villa.
Los errores del gobierno
Villa, representante de la organización internacional, apunta una serie de errores en el proceso de reconstrucción que han obstaculizado mayores avances.
El gobierno, asegura, ha fallado en cada uno de los rubros que habrían garantizado una reconstrucción eficiente, desde el acompañamiento que dio a las personas que recibieron apoyos para levantar sus casas, hasta garantizar que los precios de materiales fueran los adecuados para una emergencia e incluso transparentar la información que permita conocer la magnitud del desastre, cuántas viviendas dañadas hay, dónde, qué apoyos se han entregado, a quién.
Además de entregar un apoyo económico insuficiente, 30 mil pesos para personas que registraron pérdida de su vivienda parcial y 120 mil en casos de daños totales, el gobierno exige a los beneficiarios un rigor que no ha aplicado a su propio actuar.
“También vemos que cuando se entrega el dinero por partes, el gobierno ejerce presión para volver dos o tres semanas después y ver los avances, si no son de la altura de la expectativa de los funcionarios pueden cancelar la ayuda, eso se llama condicionamiento”, asegura.
A los fallos de la actuación de los gobiernos federal, estatal y municipal se suma la incapacidad para garantizar que las construcciones cumplan las medidas necesarias para resistir un nuevo embate sísmico. Hay, además, un manejo opaco de la información.
“Se requiere mayor información y transparencia, la información fluye gota a gota, muy lento, las supuestas actualizaciones de daños no tienen que ver con la información que entregaron uno o dos meses antes las autoridades. Hace 10 días preguntamos a gente del ayuntamiento de Juchitán cuál era el estatus de casas demolidas y reconstruidas en el municipio, no tenían esa información, que es básica para conocer concretamente qué está pasando con los damnificados”.
Ni un peso del gobierno estatal
El portal reconstruccion.mejoratuescuela.org fue construido por organizaciones de la sociedad civil con información de autoridades de los tres niveles de gobierno, entre ellas la Secretaría de Hacienda, y da cuenta a través de un mapa interactivo de los planteles dañados por los sismos. Entre las organizaciones que lo realizaron se encuentra el fideicomiso Fuerza México, integrado entre otros organismos de la iniciativa privada por el Consejo Coordinador Empresarial, Fundación Televisa y el Instituto Mexicano de la Competitividad.
De acuerdo con la información de esta plataforma, 28 escuelas de Oaxaca sufrieron daños graves; 608 severo o moderado y 2 mil 199 menor. De las que registran daños graves, severos o moderados 106 son atendidas con recursos del programa Escuelas al Cien; 106 del Fonden y tres de la iniciativa privada. Del Gobierno del Estado no se ha registrado avances en la reconstrucción de planteles educativos con recursos propios.
Gran mentira
En el ámbito educativo en Juchitán se está preparando una gran mentira, considera Chamil Castillo Martínez, dirigente sectorial de la Sección 22 del SNTE en el Istmo de Tehuantepec. La afirmación surge de la conclusión de la obra del nuevo Centro Escolar Juchitán, la única escuela primaria pública de Juchitán de Zaragoza que ha sido reconstruida al 100 por ciento.
Desde el 13 de septiembre pasado cuando inició la demolición de esta escuela, que por décadas fue el plantel público más grande de Oaxaca, el control de la obra fue de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo cual resultó para que en seis meses fuera construida una nueva escuela. En las otras, asignadas a constructoras privadas, el avance es mínimo.
“Llevan un mes cortando varilla”, acusa Ignacio Santiago López, subdirector de la Escuela Primaria “Daniel C. Pineda” de Juchitán, donde estudian alrededor de 870 alumnos. Desde el sismo y hasta la primera quincena de febrero los alumnos recibían clases en el patio del plantel, bajo el techado de lámina de la cancha de usos múltiples. Desde los primeros días de diciembre, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca anunció que otorgaría 30 mil pesos mensuales a cada escuela para la renta de espacios óptimos donde pudieran brindar clases a sus alumnos, sin embargo los recursos no llegaron.
A mediados de febrero inició la demolición y la constructora pidió a los directores que retiraran a sus alumnos, por lo que debieron suspender las clases dos semanas. Hasta inicios de marzo el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Educativa (Iocifed) entregó las aulas provisionales. De las nueve plataformas que ofreció construir la dependencia, con cuatro aulas cada una, al final realizó cinco, con seis salones cada uno. 30 aulas y ningún baño. Las condiciones, asegura el subdirector, aunque son mejores que cuando estaban a la intemperie, aún son desfavorables, principalmente por las altas temperaturas que se registran en el Istmo y el poco espacio que tienen los estudiantes en los salones.
La obra de la nueva escuela, agrega, ya está asignada pero la constructora lleva un mes cortando varilla y no hay una fecha aproximada para la conclusión de la escuela.
“Como maestros ya tenemos mucha presión de los padres de familia, estamos dando clases pero en condiciones muy deplorables, no podemos continuar así”, asegura Castillo Martínez.
La gran mentira que se quiere contar, sigue, es que el Istmo, Juchitán, ya están reconstruidos y se presentará la imagen de la escuela que construyó el Ejército como prueba.
“Qué está pasando con el gobierno estatal, con el gobierno federal que no reconstruyen escuelas. Es una desgracia natural donde todos estamos involucrados, no nada más el magisterio, sino la sociedad en general pero el gobierno no lo ve así, el gobierno quiere entregar el Centro Escolar Juchitán para decir que ya se rehabilitó toda la región del Istmo, y es una gran mentira”.
De acuerdo con el censo del magisterio oaxaqueño, en el Istmo de Tehuantepec hay al menos 900 escuelas afectadas por los sismos, de las cuales al menos una tercera parte presenta daños severos o de pérdida total. Hoy, a más de seis meses del devastador sismo, la reconstrucción es un proceso lento, prácticamente imperceptible.
Elecciones pueden
atrapar reconstrucción
Tanto Nicolás Villa, de Save the Children, como el representante de la Sección 22 en el Istmo coinciden en que las elecciones son un factor que influye en el proceso de reconstrucción de zonas afectadas por el sismo.
“El gobierno tiene que soltar el dinero del Fonden ya, para qué lo tiene guardado, ¿para la campaña política que se avecina? nosotros no vemos para qué lo estén guardando si las escuelas están tiradas”, expresa Chamil Castillo.
“Al IEEPO lo que le interesa es que nosotros demos clases en la calle, no coadyuva en nada a que se reconstruyan las escuelas, anda arreglando fisuritas, con 15 mil, con 20 mil pesos y eso no es correcto”, agrega.
Para Villa resulta extraño que ningún candidato presidencial hable sobre este tema. “No es solo un tema de nivel federal, es un tema que también se da en el Estado de México, Oaxaca, Puebla, Morelos, Ciudad de México, estamos hablando de varios partidos políticos, es llamativo que no sea un tema incluido en el debate electoral, lo que es importante es asegurar que a un año del sismo, en septiembre próximo, la mayoría de la gente haya regresado a casas dignas, que las escuelas ya están reparadas y funcionales, ese debería ser el objetivo del gobierno y de todos los ciudadanos de este país”, finaliza.
