El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha anunciado la decisión de Washington de imponer restricciones de visado a ciertos empleados de compañías tecnológicas chinas, como Huawei, que, supuestamente, hayan proporcionado apoyo material a regímenes que violen los DD.HH., comunicó este domingo a través de su cuenta de Twitter.
Hace dos días, Pompeo aseguró que la colaboración de EE.UU. con China fue un total fracaso, señalando que la política de apertura hacia el país asiático, dictada por las buenas y nobles intenciones del expresidente Richard Nixon —que ocupó la Casa Blanca entre 1969 y 1974— debe tocar a su fin.
«El mundo libre debe triunfar sobre esta nueva tiranía», declaró el secretario de Estado en referencia al Partido Comunista de China, al que presentó como una amenaza para el mundo entero a la que solo puede hacer frente haciéndole cambiar de políticas o aislándolo.
Casi 50 años después del histórico viaje de Nixon a Pekín en 1972 y su papel en el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China, Pompeo acusó a Pekín de aprovechar aquella apertura —conocida como la diplomacia del ping-pong— para abrirse camino hacia el poderío y la prosperidad a través de mentiras y engaños, subrayando que ahora a EE.UU. y a sus aliados les toca utilizar «métodos más creativos y firmes» para presionar al Gobierno chino para que cambie de rumbo.