A menos de una semana de haber sido nombrado como Secretario, cargo que también ostentó durante el sexenio de José Murat, Juan Díaz Pimentel suspendió el pago de casi 5 mil sindicalistas “regularizados” y anunció el despido de al menos 3 mil 200 trabajadores que, según su versión, fueron contratados de manera ilegal por las administraciones de Ulises Ruiz y Gabino Cué; lo anterior, ha provocado confrontaciones verbales e incluso insultos del funcionario hacia los obreros, quienes estallaron un paro parcial de labores, que ha afectado a 50 hospitales y mil centros de salud
David Méndez
La actitud provocadora del actual secretario de Salud, Juan Díaz Pimentel, quien en un lapso de 48 horas suspendió pagos, despidió a más de 3 mil trabajadores de la dependencia a su cargo y, luego, tras ser increpado, lanzó señas obscenas a un sector de la base sindical, provocó una nueva crisis en el sistema sanitario de la entidad, lo que hasta el fin de semana mantenía en paro parcial a más de 15 mil trabajadores y cerradas las áreas administrativas, de quirófano, laboratorio y consulta externa en alrededor de 50 hospitales y mil centros de salud.
Siete días después de haber sido nombrado en el cargo por el actual gobernador, Alejandro Murat Hinojosa, Díaz sacudió el avispero y anunció el 15 de enero la postergación del pago correspondiente a la primera quincena de enero y la segunda mitad del aguinaldo de fin de año, para alrededor de 5 mil colaboradores contratados por las pasadas dos administraciones, que encabezaron Ulises Ruiz y Gabino Cué, bajo el esquema de “regularizados”.
Tal retraso en la cobertura de pagos, de acuerdo con la versión oficial, derivó de la falta de ministración de los recursos del Régimen Estatal de Protección Social en Salud (REPSS) –Seguro Popular—con los que se subsidia esa parte de la nómina.
Pero ello no fue todo, pues Díaz Pimentel, que desempeñó el mismo cargo durante el sexenio de José Murat, padre del actual mandatario, reportó que mil presuntos aviadores y 2 mil 200 trabajadores contratados de manera “irregular” (militantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud), serían cesados de los SSO por significarle al erario erogaciones extraordinarias e ilegales por 600 millones de pesos al año, recursos que podrían destinarse, dijo, a la compra de medicamentos.
El secretario, no obstante, no dio a conocer nombres de los aviadores ni los cargos que ostentaban
Díaz se limitó a aseverar que no existían recursos, pero no mencionó que únicamente durante los primeros nueve meses de 2017, la dependencia había gastado 3 mil 455 millones 589 mil 908 pesos y, además, mantenía en la congeladora otros mil 62 millones 78 mil 668 pesos, que se traducían en un subejercicio. El destino de ese capital no ha quedado totalmente claro.
Del total erogado, según documentos oficiales de la Secretaría de Finanzas, 2 mil 611 millones 672 mil pesos fueron devengados directamente por los Servicios de Salud y 843 millones 917 mil 908 pesos por el REPSS o Seguro Popular.
Posteriormente, un día después de que se hizo público el no pago para los regularizados del SNTSA, el Sindicato de Trabajadores y Profesionales en Salud (STyPS) refrendó la acusaciones lanzadas a mediados de 2017 y sostuvo que durante los últimos 25 años, en los sexenios de Diódoro Carrasco, José Murat, Ulises Ruiz y Gabino Cué Monteagudo, las autoridades malversaron 100 mil millones de pesos que le correspondían a la dependencia.
Si bien reconoció la existencia de malos manejos en la nómina del sector salud, entre ellos la existencia de aviadores –como lo ha asegurado Díaz Pimentel–, afirmó que los funcionarios que en algún momento se han desempeñado al frente de aquella entidad, han incurrido en otro tipo de desvíos multimillonarios que de no haber existido, hoy tendrían al estado con un sistema sanitario robusto y con hospitales de primer mundo.
La organización pidió una investigación a fondo en contra de todos los personajes que han tenido a su cargo las riendas de la dependencia, para establecer cuál ha sido el destino del dinero que tuvo que haber servido para mejorar la eficiencia de los servicios de salud.
Pimentel lanza seña obscena
El 17 de enero, durante una reunión con integrantes del Sindicato Nacional de la Secretaría de Salud en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” de la ciudad de Oaxaca, los trabajadores abuchearon y corrieron de la sede a Díaz Pimentel.
En un video que se hizo viral en redes sociales, se observa como los obreros increpan al secretario y éste, a su vez, apunta a sus detractores con la mano derecha y hace una señal obscena.
Lo anterior y su renuencia a dar marcha atrás con el retraso de los pagos y el despido de los 3 mil 200 sindicalistas, agudizó las pugnas con el SNTSA, que ese mismo día intensificó el paro parcial de labores y demandó la destitución del funcionario.
A su vez, el SNTSA rechazó ser el responsable del quebranto financiero en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
En un pronunciamiento enviado el 16 de enero, la organización aseveró que la “falta de capacidad político-financiera” no es responsabilidad del gremio, así como tampoco “el rezago en materia de salud en todo el estado, como lo es la falta de medicamentos, insumos, material de curación, equipamiento, recursos humanos e infraestructura hospitalaria”.
A las protestas del Sindicato, se sumaron las secciones 35, 73 y 94, que el viernes realizaron una marcha que partió de la sede estatal de la gremial, al Zócalo de la ciudad, donde refrendaron cada una de sus demandas.
Hasta el sábado, las manifestaciones continuaban y la atención en hospitales y clínicas sólo se daba en las áreas de urgencias y hospitalización.
