El último trimestre de 2017 fue el más inseguro para los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) en Oaxaca.
Entre cinco y seis establecimientos comerciales al mes enfrentaron un robo a mano armada.
El monto promedio de lo robado fue de 20 y 60 mil pesos, ya sea en efectivo o en mercancía.
Esa incidencia le permite asegurar al presidente de la Canacope en Oaxaca, Pedro Corres Sillas, la gravedad de lo recopilado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la cuarta edición de la Encuesta Nacional de Sincronización de Empresas (Enve) que recién se hicieron públicos.
La encuesta ubica que el 33.7 por ciento de las unidades económicas del país fueron víctimas de algún delito en 2017.
El robo o asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes, pero también el robo hormiga son los delitos con mayor incidencia, siendo el costo promedio del delito por unidad económica de 66 mil 31 pesos.
El dirigente de la Canacope en Oaxaca aseguró que a partir de octubre pasado inició «un periodo de caos» impuesto por la inseguridad».
Si no era un hotel en el centro o una lavandería en la periferia, algún otro de los 450 negocios agrupados reportaba uno de los cinco o seis asaltos que se acumulaban por mes.
El ambiente de inseguridad se prolongó el primer trimestre de 2018, pero fue el mes de febrero el que considera el mes más negro, sin contar los robos hormiga o por descuido, que no contabilizan.
La inseguridad en Oaxaca fue reprochada el 27 de febrero pasado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Oaxaca.
En una conferencia de prensa, el presidente del consejo directivo de ese organismo, Raúl Ruiz Robles, urgió a instalar una mesa permanente entre autoridades y sector empresarial.
Si bien hubo encuentros posteriores, desde hace dos meses no ha existido un nuevo acercamiento y «debido a lo delicado del tema de seguridad el Consejo tomó la decisión de no hacer declaraciones al respecto».