PEDRO SOSA GUTIÉRREZ
El martes 23 de abril de 2019 en pláticas conciliatorias llevadas a cabo en la Junta de Conciliación y Arbitraje, celebradas entre los “representantes” de la Universidad y la dirigencia del STAUO, dejó un mal presagio que inevitablemente colocará a la Universidad en un escenario de huelga, otra vez.
En clara evidencia de la ausencia del rector Dr. Eduardo Carlos Bautista Martínez, en la toma de decisiones de la política educativa, administrativa y sobre todo laboral, que permita la buena marcha de una institución que se derrumba por la falta de oficio político; que, lejos de generar puentes de comunicación con todos los sindicatos de la Universidad que reclaman prestaciones que les han sido negadas, ya por desvío de recursos, ya por contrataciones al margen de la ley, o en mucho de los casos, por corrupción; lo han convertido en un mudo testigo, de lo que pudo haber sido una administración universitaria que permitiera sacudirse el yugo de sus mecenas a quienes les debe lealtad y obediencia.
La presencia del Abogado General Lic. Héctor López Sánchez en la mesa de negociaciones, en nada coadyuva en la revisión de violaciones contractuales que reclaman los sindicalistas, el motivo, ser parte de la mafia del poder.
Y es la mafia del poder universitario la que ha tomado el control de toda la estructura administrativa de la Universidad, es decir, el rector ha pasado a ser solamente una figura decorativa dedicada a suscribir convenios para dar muestra que en la UABJO “todo está bien”; acciones que, desde luego, en nada benefician la función sustantiva de la Institución de Educación Superior más importante en la entidad.
¿Que reclama el STAUO?
Las violaciones permanentes al Contrato Colectivo de Trabajo, trajo como consecuencia la negativa de la Universidad a otorgar recategorizaciones, jubilaciones, pago de becas, y la devolución de cargas académicas que fueron arrebatadas al personal docente del STAUO, en franca actitud de disminuir la membresía de dicha organización sindical; estos desplazamientos han servido para implementar procesos ilegales de nuevas contrataciones que se han realizado al margen de los procedimientos administrativos, sin tomar en cuenta a la Secretaria Administrativa, es decir, se han realizado contrataciones directas a través de la Secretaría de Finanzas, vía dirección de nóminas que dirige José Elías Palomeque, otro miembro de la mafia del poder universitario.
El personal docente ha reclamado la devolución de sus horas clase que han ostentado, en el menor de los casos, desde hace más de 10 años y otros con antigüedades que superan los 25 años y que cobran nómina con todas sus prestaciones, cada profesor imparte de 20 horas hasta 60 horas clase, unos de tiempo completo otros por asignatura.
De lo anterior se deduce, que las nuevas contrataciones también reciben percepciones económicas por concepto de sueldos, luego entonces ¿existe duplicidad de pagos por las mismas cargas académicas?
Que como lo han denunciado los sindicalistas, la Universidad se niega a devolver las horas clase contenidas en sus cagas académicas, argumentando que dichas devoluciones corresponden a directores de Escuelas y Facultades y que no está en sus manos resolverlo.
El abuso de autoridad de la rectoría se ha traducido no solo en actos arbitrarios y abusivos de poder para arrebatar las horas clase al personal docente, si no, desaparecerlos del sistema de redes y de las asignaciones de aulas y de alumnos en todos los semestres, dichos actos hacen notar la ausencia del principio de autoridad, que por razones obvias no ostenta la máxima autoridad ejecutiva de la Universidad.
La falta de respuesta de la rectoría
Ante la negativa por resarcir las violaciones al Contrato Colectivo que reclama el STAUO, y el desplazamiento de sus agremiados de todas las unidades académicas para favorecer al SUMA, en abierta protección de la Universidad a las nuevas contrataciones de personal docente, incluida la reiterada exigencia de realizar una auditoría académico administrativa, hace inminente el estallamiento de huelga para el día 30 de abril del año en curso, que traería como consecuencia, que nuevamente se paralice la Universidad afectando a más de 27 mil estudiantes.
Doble discurso del rector
El lenguaje recurrente de la rectoría de la universidad, se ha centrado en los llamados a los docentes del STAUO a la sensatez y al dialogo para resolver sus exigencias, sin embargo, dicho lenguaje se ha convertido en sinónimo de imposición arbitraria.
Es por demás notorio que las decisiones para resolver en definitiva la problemática laboral que hacen recurrente las huelgas, paros, tomas y suspensión de actividades promovidas por distintas organizaciones sindicales al interior de la Universidad, no pasan por el rector.
De lo anterior, cobra vigencia lo manifestado por el rector el lunes 8 de marzo del año 2019 en sesión sobre diagnóstico de obligaciones como sujetos obligados, sostenida entre el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Oaxaca (IAIPO), y que en relación a sus obligaciones de transparencia, dijo “este resultado de ninguna manera es para la autocomplacencia sino para identificar los elementos que nos permitan transmitir a la comunidad universitaria que la transparencia es un ejercicio colectivo que no depende de la voluntad de una persona”.
Lo dicho por la máxima autoridad universitaria, conduce a entender que las acciones en los ámbitos financiero, académico y administrativo dentro del marco legal constitucional y de la Universidad, no dependen de él, la conclusión es obvia.