La detección de este padecimiento en etapa temprana marca la diferencia entre vivir y morir, precisó Sandra Elizabeth Santiago Martínez, jefa del Departamento del Cáncer en la Mujer de los Servicios de Salud de Oaxaca
José HANNAN ROBLES
Mientras que cada minuto muere una mujer en el mundo por cáncer de mama, en Oaxaca fallecen entre 80 y 85 al año, indicó Sandra Elizabeth Santiago Martínez, jefa del Departamento del Cáncer en la Mujer de los Servicios de Salud de Oaxaca.
En el mundo el cáncer mamario es el más frecuente y el de más alta mortalidad entre las mujeres. En el estado de Oaxaca el cáncer cérvico uterino es la primera causa de defunción en mujeres mayores de 25 años, la cifra es alta.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se detecta un millón 300 mil nuevos casos de cáncer de mama lo que representa el 16% de los cánceres femeninos.
En nuestro país diariamente pierden la vida en promedio 15 mujeres a causa de esta enfermedad.
El mes de octubre ha sido decretado por la Organización Mundial de la salud como el mes de la Sensibilización sobre el cáncer de mama, por eso se recuerda en México y en el mundo la lucha contra el cáncer de mama.
Santiago Martínez, en entrevista, explicó que el cáncer de mama es curable, cuando el tumor mide menos de un centímetro, es decir cundo es detectado en etapa uno, en México 10% de los casos son detectados en esta etapa. El 75 % son descubiertos hasta la etapa tres, reduciendo las posibilidades de recuperación total de un 85% en la primera etapa hasta un 35%.
El cáncer mamario también ataca al hombre, en un porcentaje menor al 1%.
La Norma Oficial Mexicana, recomienda que la mujer a partir de los 20 años debe realizarse de manera mensual una autoexploración con el dorso desnudo frente a un espejo, primero observar su seno y después tocarlo, ilustró.
La prevención del cáncer mamario
A partir de los 25 años, anualmente, debe de someterse a una exploración hecha por un médico o enfermera, después de los 40 se recomienda cada dos años hacerse una mastografía.
La mamografía y la ecografía ofrecen un diagnóstico de sospecha, para corroborar este diagnóstico es necesario hacer una biopsia en la zona para obtener una muestra de tejido del área sospechosa para su estudio.
La intervención quirúrgica mayor es la primera opción de tratamiento en los cánceres de mama en estadios localizados, lo que hace necesario el ingreso hospitalario de la paciente por espacio aproximado de una semana.
Hay diversos tipos de cirugía: tumorectomía, cuando existe un solo tumor; cuadrantectomía, cuando se extirpa el cuadrante donde se localiza el tumor; mastectomía, cuando se extirpa la mama entera. La cirugía va de acuerdo al tamaño, localización y extensión del tumor.
Después de la operación, el tratamiento debe ser multidisciplinario, es decir no solo se requiere de la labor de un oncólogo para atacar las células cancerosas, sino de tratamiento psicológico en apoyo de la paciente que “al sentir que le falta un seno ya no es mujer”.
“Pero los senos, no es todo lo que hace ser mujer, por eso se requiere el apoyo en este duelo, en la pérdida de la salud, del seno. Se requiere el soporte de la familia, pero el principal apoyo debe de venir de la pareja. Debe ser un tratamiento integral”.
Para terapia de tratamiento existe la aplicación de quimioterapia, cirugía, radioterapia y hormonoterapia.
La decisión de reconstrucción de la mama es una cuestión personal, puede hacerse en forma inmediata después de la cirugía o ya que hayan corrido algunos meses o años, será el oncólogo quien aconseje la mejor opción a seguir.
Las mujeres después de los 50 años con mayor riesgo
La jefa del Departamento de Cáncer de la Mujer, refirió que los factores de riesgo son diversos, entre ellos la edad, ya que el riesgo de desarrollar cáncer de mama se incrementa a medida de que la mujer envejece, el mayor número de casos se presentan después de los 50 años.
Existe entre uno y dos por ciento de posibilidades de que una mujer que ha padecido cáncer de mama lo padezca en la otra mama, siempre y cuando no tenga otros factores de riesgo, puede presentarse, si existe en parientes de primer grado o parientes cercanos.
Existe la posibilidad de que el cáncer de mama se dé en la familia si el pariente que padeció el cáncer de mama es hombre, pues esto puede ser señal de que los cambios genéticos hereditarios contribuyeron al riesgo de desarrollar cáncer.
Hay varios genes hereditarios relacionados con un aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama y otros tipos de la enfermedad. Los genes uno y dos de cáncer de mama son los más frecuentes. Las mutaciones de estos genes se vinculan con un aumento de riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario y otros tipos de cáncer.
Si estos genes presentan mutaciones, aumenta en el hombre el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de próstata.
La presencia de cáncer de ovario puede incrementar el riesgo de una mujer en desarrollar cáncer de mama, así como a la exposición de estrógeno y progesterona, hormonas femeninas que controlan el desarrollo de las características sexuales secundarias, el desarrollo de las mamas y el embarazo.
Las mujeres que iniciaron su menstruación antes de los 11 o 12 años o llegaron a la menopausia después de los 55, tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama porque las células mamarias han estado expuestas al estrógeno y a la progesterona durante un tiempo más prolongado.
Poseen mayor riesgo de padecer cáncer de mama las mujeres que tuvieron su primer embarazo después de los 35 años.
Estudios realizados muestran que los factores de estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de cáncer de mama y de otros cánceres.
Las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesas poseen mayor riesgo de padecer cáncer de mama y que reaparezca después del tratamiento.
La actividad física regular puede proteger a las mujeres de cáncer de mama.
Las bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama y de que reaparezca después de un tratamiento.
Hay una falta de autocuidado de la salud en las mujeres
Los factores que no se pueden modificar, son el envejecimiento, todas las mujeres a mayor edad tienen riesgo de padecer cáncer, el hecho de ser mujer es otra cosa que no se puede cambiar y predispone más a padecer el cáncer.
Otro causante del cual no se puede prescindir es la contaminación ambiental, las radiaciones, a veces relacionadas con algunas mujeres que han recibido radioterapia por alguna otra clase de cáncer que hayan padecido como son los linfomas.
Ante la falta de autocuidado de la salud existente en toda la población, durante octubre la Secretaría de Salud de Oaxaca intensifica las acciones y autocuidado en este tema.
En este marco, se trabaja para que las mujeres acudan a realizarse la exploración, el Papanicolau, la detección del virus del papiloma y la mastografía.
“Es pobre la costumbre de cuidarnos como mujeres, estamos más pendientes de la salud de los hijos, de los papás o del esposo pero no de la propia”, lamentó.
Cuando el cáncer de mama se detecta en mujeres embarazadas, dependiendo de la etapa clínica en que se le encuentra es la conducta a seguir.
El embarazo puede evolucionar sin ningún problema para el producto, sin embargo para la mujer si puede condicionar un avance más rápido del cáncer de mama.
Aunque hay campañas permanentes para prevenir la enfermedad, el mes de octubre ha sido escogido para intensificar la prevención de este mal con la detección temprana.
Las estrategias de detección precoz recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para los países de ingresos bajos y medios, son el conocimiento de los primeros signos y síntomas más la exploración clínica de mamas.
No obstante que las campañas hacen énfasis en la exploración, esta no es suficiente. En necesario que las mujeres de 40 años o más se realicen una mastografía al año, y quienes son menores de 40 un ultrasonido, aún en casos de que no se presenten factores de riesgo.
La mastografía, es muy importante que se haga, pero no antes de los 40 años, porque la mama todavía es muy densa, y la placa se ve blanquita y no se observa bien, explicó.
Finalmente pidió a las mujeres estar muy pendientes de signos clínicos como, piel de naranja, que el pezón se retraiga, la palpación de algún módulo mamario, enrojecimiento de la piel, asimetría de glándulas mamarias, bolitas en el axila, secreción del pezón con aspecto sanguinolento, entre otros.
El cáncer de mama va en aumento, el cérvico uterino en descenso porque se han hecho acciones con un tiempo mayor atrás, concluyó.
