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El PRI no tiene dueño: Juárez Cisneros

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Miguel Ángel Schultz 

NUEVOS DIRIGENTES DEL PRI 5Con la ausencia de los dirigentes nacionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se consumó el arribo de Héctor Anuar Mafud Mafud y María Elizabeth Acosta, a la dirigencia estatal del tricolor.

Ambos políticos rindieron protesta como presidente y secretaria general, respectivamente, ante una plaza de la Danza pletórica de militantes que vinieron de diversos puntos de la entidad a respaldar a sus dirigentes, el pasado viernes.

El ritual inició minutos antes de las cinco de la tarde luego de confirmar que había quórum legal de integrantes del Consejo Político Estatal. El delegado regional especial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, René Juárez Cisneros ,tomó la protesta a los nuevos dirigentes partidistas.

El también senador de la República adelantó el evento y anunció que no estarían ni el presidente nacional del PRI, César Camacho ni Ivonne Ortega, secretaria general del organismo.

Aunque trascendió que se encontraban en Oaxaca, pero por su seguridad era necesario preservarlos ante el embate que sería objeto el evento por parte de integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que de última hora convocaron a sus miembros para sabotear la reunión priista.

Apresurada ceremonia

La ceremonia de toma de protesta tuvo que ser apresurada por la movilización que realizaron unos 200 integrantes de la Sección 22 SNTE, que avanzaban por la avenida Morelos, hasta llegar a la esquina de la calle Aranda.

Justo donde inicia la explanada del El Patio de la Danza, se concentraron por los menos tres mil priistas, ataviadas algunas mujeres con sus trajes regionales.

El PRI en Oaxaca ha vivido en un ambiente de confrontación y divisiones internas, luego de la derrota electoral del año 2010, cuando pierde la gubernatura, con su candidato Eviel Pérez Magaña, ahora senador de la República, presidencias municipales significativas así como el control de la Cámara de Diputados.

En su discurso el también ex gobernador de Guerrero, Juárez Cisneros, hizo hincapié en la necesidad de la unidad y puntualizó una frase, que muchos entendieron como dirigida a los ex gobernadores de Oaxaca José Murat y Ulises Ruiz Ortiz: “el partido no tiene dueño”.

Pareciera que esa parte del discurso hacía referencia que el PRI tiene por practica obedecer una sola voluntad, como ha sido a lo largo de su historia que inicio en 1928, hace 86 años, que es la de acatar la voluntad del presidente en turno de México, en caso de ser emanado de sus filas o en su caso del gobernador.

La orfandad de la derrota

Pero en Oaxaca las cosas cambiaron en diciembre del año 2010 cuando tomó protesta como gobernador, Gabino Cué  Monteagudo, que arrebató al PRI  la gubernatura del estado, aliado con el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con el ex Partido Convergencia ahora Movimiento Ciudadano.

A partir de esa derrota en el año 2010 la militancia y cuadros dirigentes priistas quedaron huérfanos; en el gobierno federal se encontraba Felipe Calderón, emanado del PAN, como lo fue su antecesor Vicente Fox en el 2000.

Por ello la fuerza de los ex gobernadores de Oaxaca, particularmente José Murat y Ulises Ruiz  ha sido esencial y aún hoy en el estado son quienes controlan a los principales grupos priistas.

Todo indica que esta situación empecerá a cambiar con el arribo de la nueva dirigencia estatal del PRI, que será la herramienta, el partido del presidente para retomar el poder en Oaxaca y meter orden en las filas priistas.

De los otros ex gobernadores priistas Diódoro Carrasco Altamirano, se fue a las filas del PAN; Heladio Ramírez López, fiel a su estilo actúa con recato institucional y Jesús Martínez Álvarez, abandonó al PRI y se fue al ex partido Convergencia, ahora respira por la herida que le dejó ser secretario general del Gobierno de Gabino Cué.

Lealtad a toda prueba

El recién ungido presidente priista de Oaxaca, Héctor Anuar Mafud Mafud hizo hincapié en los  valores que serán el eje de su ejercicio político: lealtad sin titubeos, unidad para cerrar fisuras, responsabilidad para alcanzar el triunfo electoral, en los comicios federales por venir en el año 2015 y en los estatales del 2016.

“El verdadero poder del partido está en la militancia y no en los beneficios personales, hemos cumplido con un proceso legal para llegar a este momento”, dijo el veterano político que ha servido a los tres últimos gobernadores priistas: Diódoro Carrasco Altamirano, 1992-1998; José Murat  1998 -2004 y Ulises Ruiz Ortiz 2004-2010.

La presencia de Liz Acosta representa la cuota que tienen las mujeres, pero también el reconocimiento a su disciplina, que no han mostrado otras mujeres priistas que de ostentar en el cargo reproducirían la lucha por cuotas de poder que esencialmente protagonizan otros cuadros femeninos de ese partido.

El colapso del PRI ha sido de tal dimensión que hoy en día, cuadros dirigentes intermedios del otrora poderoso partido en Oaxaca, se les dio por buscar incluso ser representantes de comisariados comunales, regidores, presidentes o administradores municipales de poblaciones insignificantes, con tal de tener un poco de elíxir, sin el que no podrían vivir, del poder político, que les ha servido para amasar su poca o mucha fortuna que poseen.

Los comisionados y su menosprecio

Sin lugar a dudas el arribó de la nueva dirigencia priista en Oaxaca, deja atrás el sabor amargo de la derrota; del sálvese quien pueda, de la aceptación de los comisionados especiales nombrados desde México por la dirección nacional del PRI como representantes priistas que sólo llegaron a maltratarlos como fue el caso de Salvador Sánchez, Juan José Castro o Melquiades Morales Flores.

El propio guerrerense René Cisneros Juárez obligó a todos los priistas sin importar que fueran destacados oaxaqueños a hacer una procesión ante su escritorio, para que le confesaran en la intimidad sus culpas y le dijeran sus deseos.

Además de quedarse con la dirección del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Oaxaca, donde colocó al  junior originario de  Ometepec, Guerrero Rafael Navarrete Quezada, hijo de Mario Navarrete Gutiérrez, ex alcalde priista de Ometepec.

Estos movimientos representan también jugosos negocios para el equipo del senador René Juárez Cisneros, metido a los negocios de la construcción desde los tiempos en que fue gobernador, pero esa ya es otra historia.

También estuvo Jorge Esteban Sandoval Ochoa, originario de Chihuahua, quien todo prometía pero nada cumplía, tan era así que hasta cometía la ridiculez de salir de su oficina pasando entre los barrotes de la ventana para dejar plantados en la antesala de su oficina a quienes tenían cita con él.

La reconfiguración del PRI

La recomposición del PRI en Oaxaca se sustentará sin lugar a dudas en la presidencia de la República, ya que Enrique Peña Nieto ha hecho lo que no hizo siquiera el fundador del PRI, Plutarco Elías Calles, es decir se volvió parte de la dirección política del PRI, por lo que sin lugar a dudas éste, el partido, será el andamiaje del control político del país.

Asimismo surgieron en la larga noche de la orfandad diversos agrupamientos de priistas que a través de estos buscaron tener el control de alicaído PRI y darse valor unos a otros  como el Movimiento Renovador, que lideraron Germán Espinoza, Javier Mendoza y Jorge Franco.

También surgió el Frente Renovador del PRI, que afirmará tener más de 900 simpatizantes, cuadros de base e intermedios, agrupamiento que presidió Roberto Villalana Castillejos, Virginia Hernández, Moisés Molina, Ricardo Dorantes, Miguel Ángel Pereda, Blanca Grajales, Samuel Jiménez, Rufino Camarillo, Gregorio Pérez, Manuel Díaz Cisneros, Manuel Guzmán Santos y Manuel García Corpus entre otros.

Todos esos personajes al momento de ser colocados en los más de 70 puestos de las delegaciones de las dependencias federales, perdieron enjundia política y volvieron a la disciplina.

Héctor Anuar Mafud tiene ante sí el gran reto de reconfigurar a su partido, considera que  su edad no es un obstáculo para poder cumplir con su cometido como lo ha declarado y pone como ejemplo al presidente de Uruguay, José Mujica, que tiene más de 80 años y que ha sido propuesto para recibir un premio Nobel.

Otra de sus tareas es salvar la casa priista sobre la que pesa un embargo ya que el partido fue demandado laboralmente y hay una sentencia en su contra por más de 4 millones de pesos.

Asimismo ha dicho el ahora presidente del PRI, que no estará al servicio de ningún aspirante a la gubernatura, ya que resulta infantil creer que alguien más que la dirección de nacional de su partido podrá nombrar al candidato, lo que aún está muy lejos de ocurrir.

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