El Gobierno federal activó por primera vez un “alerta de género” por casos de violencia sistemática contra las mujeres y de impunidad ante estos crímenes en 11 municipios que concentran más de la mitad de los asesinatos y desapariciones de mujeres del Estado de México, en el centro del país.
Este mecanismo de emergencia conlleva la activación de distintas medidas –todavía no anunciadas oficialmente– para intentar prevenir e investigar a fondo los casos de feminicidios y desapariciones en lugares concretos.
La herramienta se creó en 2007 pero aunque las organizaciones sociales habían pedido activarlo en 13 estados, en algunos casos desde 2008, nunca se había puesto en práctica debido a “prejuicio, miedos” y motivos políticos, explicó ayer María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, uno de los colectivos solicitantes.
“Es algo histórico que va a generar precedentes para que este mecanismo sea más ágil y se garantice la vida y el acceso a la justicia de las mujeres”, dijo.
Estrada añadió que el gobierno federal “ya se ha comprometido, no hay vuelta atrás” pero lamentó que las autoridades tardaran cinco años en aprobar su petición tras un largo proceso jurídico y que en ese tiempo los asesinatos, las desapariciones y la impunidad continuarán.
La Secretaría de Gobernación decretó el alerta el martes tras analizar un informe de un grupo multidisciplinar de funcionarios federales que constató la “existencia de violencia sistemática contra las mujeres”, un “contexto de impunidad y permisividad” ante estos crímenes, un “agravio comparado” por el hecho de que las víctimas sean mujeres y un “conjunto de conductas misóginas que perturban la paz social”.
Estos problemas se concentran de manera especial en 11 municipios del Estado de México, aledaño a la capital.