Agencias
El Ejército mexicano, que en la última década ha tenido que hacer funciones de «policías», está formado para salvaguardar la soberanía del Estado.
Sin embargo, debido a la «guerra contra el narcotráfico´´ han tenido que salir a las calles.
Hoy, México cuenta con el segundo Ejército más poderoso de América Latina, sólo detrás de Brasil.
Datos de la Sedena arrojan que hay 267,500 miembros activos; 76,500 reservas.
Miembros activos: 267,500 personas. Reserva: 76.500 personas, 695 vehículos blindados, 362 aeronaves: 362 y 143 buques.
La fuerzas del Ejército, a veces criticadas, mantienen una alta confianza entre la población.
En un sondeo de Consulta Mitofsky de octubre del año pasado, arrojó que el 77.1% de los encuestados tiene confianza alta en el Ejército.
Además, el 62.5% de los participantes tiene una opinión buena del Ejército, mientras que el 26.4 por ciento tiene una opinión regular, el 10.1% mala y el 1% no contestó.
Esta institución de seguridad está muy por encima, en la opinión pública, en comparación a las Policías estatales, municipales y federales (ahora la Guardia Nacional).
Es precisamente por este motivo, que los presidentes se apoyan en la fuerza del Estado cuando existen problemas graves.