Agencias.-Existen varios rincones del planeta con condiciones de vida extremas y sin infraestructura o maquinaria disponible para la construcción. Incluso en casos de desastres naturales o de accidentes industriales, las labores de mitigación de daños se complican; es el caso de la central de energía nuclear en Fukushima.
Allí, el Gobierno de Japón prevé que el 70% de las personas evacuadas desde marzo del 2011 podrían regresar a sus hogares recién para el 2017. Es decir, unas 80 mil personas han debido esperar cuatro años y deben esperar todavía otros tres, con la esperanza de regresar a su hogar.
Ante este tipo de escenarios, existen al menos dos modelos de viviendas de altísima tecnología que permiten dotar de una gran calidad de vida en condiciones extremas.
La casa en forma de huevo
La Eco capsule permite disfrutar en su interior de las comodidades básicas de un hogar convencional: cama, agua potable y comida. Su configuración le permite autoabastecerse con la recolección de agua lluvia y por medio de energía solar y eólica.
Este hogar puede ser transportado con un remolque y usarse como laboratorio, cuarto de hotel, casa de emergencia o puesto de ayuda humanitaria.
Su baño incluye un inodoro de compostaje y una ducha, y el sistema de recolección y filtración de agua lluvia ofrece agua potable, según han explicado sus creadores.
Esta vivienda fue creada por un equipo de arquitectos de Eslovaquia, que prevé ponerla a la venta a finales de este año, y las entregas de las primeras unidades fabricadas están previstas para mediados del 2016.
Una flor mecánica plegable
Lo que en principio es un rectángulo rígido es la estructura central de S.H.E.E., el proyecto de casas auto desplegables creadas para ambientes extremos. En la actualidad, estas se han convertido en el sinónimo de la investigación de territorios inhóspitos.
Del rectángulo base, los ‘pétalos’ de esta flor mecánica se despliegan para formar una habitación circular de cinco metros de diámetro que cuenta con lo necesario para suplir de las necesidades básicas a sus habitantes.
Estos habitáculos han sido desarrollados por un consorcio conformado por los gobiernos de Austria, Francia, Bélgica, Estonia y República Checa.
El primer prototipo completamente funcional estará listo para el 2016.