Con el fin de preservar los valores y fomentar la unión familiar, desde el 2005 se celebra en nuestro país el Día de la Familia, el primer domingo de marzo
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado; es el grupo social básico en que la mayoría de la población se organiza para satisfacer sus necesidades y en el cual los individuos construyen una identidad por medio de la transmisión y actualización de los patrones de socialización.
Los cambios demográficos, económicos, sociales y culturales ocurridos en México durante las últimas décadas, han influido en la evolución y composición de las familias, lo que invita a reflexionar sobre su situación actual, identificando problemáticas que deben ser atendidas mediante servicios y políticas públicas encaminadas a garantizar el bienestar de sus integrantes.
COMPOSICIÓN DE LOS HOGARES
Tradicionalmente se ha utilizado el concepto de hogar como aproximación de familia, ya que por cuestiones operativas los ejercicios para la generación de información estadística básica (censos, conteos y encuestas) utilizan el hogar como unidad de recolección y análisis de datos; no obstante, este concepto también ha evolucionado, en el levantamiento censal de 2010 surgió el término de hogar censal que difiere de la definición utilizada tradicionalmente en otros eventos censales y encuestas en hogares , pues se refiere al grupo de personas vinculadas o no por lazos de parentesco que residen habitualmente en la misma vivienda.
Si bien hogar no es sinónimo de familia, es posible aproximarse a la situación que acontece en el ámbito de la vida cotidiana de la familia, debido a que en los censos y encuestas se registra el vínculo que tiene cada uno de los miembros del hogar con el jefe (ya sea consanguíneo, conyugal, de afinidad, adopción o costumbre), y con ello distinguir los diversos arreglos residenciales.
TIPOS DE FAMILIA
Nucleares
(parejas e hijos)
Mononucleares
(algunos de los padres e hijos)
Ampliadas
(un núcleo y otros familiares)
Compuestos
(Núcleos familiares y otros sin parentesco)
¿CÓMO SON LAS FAMILIAS MEXICANAS?
El Consejo de la Comunicación realizó un amplio estudio sobre la Familia Mexicana, sus valores, intereses, retos y perspectivas en el nuevo milenio y se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Familiar. El estudio fue desarrollado por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y el Consejo de la Comunicación. Aquí algunos de los resultados:
La familia mexicana favorece el apoyo, la unión, la entrega, el amor y la alegría; su fortaleza es que la importancia de ello se percibe tanto en los momentos positivos como en los adversos.
La familia mexicana genera en sus miembros valores comunes, tales como: sencillez, solidaridad, trabajo y esfuerzo, así como el resguardo de la tradición.
Sin embargo, se descubrió que, en especial los jóvenes, reconocen que la familia mexicana no favorece la disciplina, ni una actitud ganadora o de aceptación del éxito: con frecuencia, refuerza una visión conformista y “perdedora” que se refleja a nivel social en conductas inseguras, a veces sumisas.
También se reveló que a las familias en México les falta favorecer en mayor medida los valores de la honestidad, el deseo de sus miembros por superarse y el respeto a las normas comunes (puntualidad, normas sociales, etc.)
Los miembros de la familia reconocen que en México, la familia conserva aspectos positivos con respecto a las familias en el exterior, como el mantenimiento de costumbres y tradiciones en familia, pasar el tiempo de recreación juntos y demostraciones de cariño.
No obstante, también reconocen factores negativos en la familia mexicana con respecto a las familias en otros países: existen relaciones familiares opresivas o fiscalizadoras que no fomentan el desarrollo personal y estereotipos en contra de la educación y el desarrollo profesional de las mujeres.
La comunicación entre los miembros de la familia es el material de unión y entendimiento; sin ella, las relaciones intrafamiliares se debilitan en todos los niveles: entre la pareja, de padres a hijos y viceversa, generando fricciones por ruptura del ideal familiar.
CÓMO REFORZAR LOS LAZOS FAMILIARES
Comunicarse
Una de las maneras más fáciles de mejorar la relación familiar es hacer tiempo para hablar unos con otros. Trata de tener una cena familiar semanal o cada noche en la que todos tengan la oportunidad de hablar acerca de sus intereses y luchas. Esto a veces puede generar conflictos, pero el simple hecho de estar cerca para hablar unos con otros podría conducir a una mejora de la comunicación de tu familia. Mantén una política de puertas abiertas y hazles saber a tus hijos que pueden hablar contigo sobre cualquier cosa en cualquier momento.
Pasar tiempo juntos
Es difícil dejar tiempo para la familia entre el trabajo, la escuela, las actividades extracurriculares y todas las obligaciones de la vida moderna. Trata de reservar por lo menos una o dos semanas al año para tomar unas vacaciones con la familia o hacer un viaje juntos, deshazte de muchos de los factores externos que hacen que reunirse sea tan difícil. Estos viajes pueden ofrecer muchas oportunidades para hablar acerca de la vida, aprender nuevas habilidades o aficiones y crear lazos por intereses compartidos, como la pesca, el camping, o la escalada en roca.
Ser creativo
El acto de crear es un proceso intrigante que une a todos los involucrados, incluso si el producto final es algo simple o temporal. Sentarte a pintar cuadros, escribir historias o simplemente jugar con tus hijos permitirá que trabajen juntos para crear algo completamente nuevo y te ayudará a crear fuertes recuerdos positivos que fortalezcan tus lazos familiares. La creatividad en grupo también ayuda con la comunicación, ya que implica cooperación y habilidades para resolver problemas.
Centrarse en el individuo
Las familias numerosas pueden tener problemas con sus relaciones internas, ya que los miembros individuales pueden sentir que no son importantes. Dedica tiempo a cada uno de los miembros de tu familia para que sepan lo importante que son para ti y todos los demás. Esta es una excelente manera de detectar los problemas de comportamiento o emocionales que no pueden surgir durante las salidas familiares o eventos públicos. La atención individual le da a cada persona la oportunidad de decir lo que piensa sin preocuparse por lo que el resto de la familia pueda pensar.