El proceso electoral, las ambiciones políticas, la corrupción, la falta de compromiso, la inexperiencia en el servicio público, así como los errores, abusos y actos de prepotencia cometidos por funcionarios, son entre otras las causas que mantienen desbaratado el equipo de trabajo del gobernador Alejandro Murat, quien a 14 meses de iniciada su gestión no tiene un rumbo definido y ha quedado demostrado que sus colaboradores a la menor oportunidad abandonan el barco
Flor Hernández
La contienda electoral de este año, en la que habrán de elegirse en Oaxaca presidentes municipales, diputados locales y federales, así como senadores, además del cambio en el ámbito federal del titular del Ejecutivo, ha causado una desbandada en el gabinete del gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Los funcionarios “chapulines” saltaron de siete Secretarías hacia candidaturas que, en algunos casos se confirmaron y en otros, solo fueron promesas que permitieron efectuar una “limpia” de los compromisos adquiridos durante la campaña por el mandatario estatal.
Además de los “huecos” que dejaron los hombres y mujeres de confianza del mandatario estatal, por la búsqueda de obtener un cargo de elección popular, en el incipiente sexenio se han efectuado cambios de secretarios que duran en su encomienda meses, sin ofrecer resultados contundentes.
De aquí para allá
De la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) “brincó” Sofía Castro Ríos, quien anunció en un primer momento que pelearía un escaño en el Senado de la República, aunque finalmente se registró como precandidata a la diputación federal por Tlacolula.
La aspiración fue validada por la Comisión Estatal Electoral de Procesos Internos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y con ello se concretó su candidatura.
La licenciada en derecho –de obtener el triunfo en este 2018–, llegaría por tercera ocasión a una diputación federal, luego que fuera legisladora en San Lázaro entre 2003 y 2006; además de 2009 y 2012, cuando agredió a golpes a su compañero oaxaqueño del Partido Acción Nacional (PAN), Guillermo Zavaleta, apoyada por Margarita Liborio.
La SAI recibió recortes en el periodo en el que Castro Ríos se encontró al frente, esto debido a la determinación de la Secretaría de Finanzas de reducir el monto de operatividad de la institución, lo que se interpretó como un descontento del mandatario con la oriunda de San Carlos Yautepec.
El ocho de enero, la ex funcionaria pública dejó el cargo al frente de la titularidad de Asuntos Indígenas, para regresar a su curul en la LXIII Legislatura, pero su reincorporación fue meramente virtual, ya que a la fecha no se ha “aparecido” en la Cámara de Diputados.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Alimentación (Sedapa), Eduardo Rojas Zavaleta, también dio el “salto” de esa dependencia hacia la precandidatura a la diputación federal por el distrito de Puerto Escondido.
El ex presidente municipal de San Pedro Mixtepec de 2011 a 2013, se hizo cargo de la política del campo y productividad por poco más de un año, tiempo en el que denunció subejercicio de recursos de la administración anterior, sin que estableciera un mecanismo de trabajo que permitiera impulsar este tipo de actividades.
Así también, uno de los integrantes de la “burbuja” de Alejandro Murat, el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh), Raúl Bolaños Cacho Cué, dejó el cargo para asumir en breve la candidatura al Senado de la Republica por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Se prevé que en los próximos días el joven político sea ungido como el aspirante del PVEM para ocupar la primera posición de los aspirantes a la Cámara Alta por ese instituto político, del cual no es militante.
Bolaños Cacho Cúe es el proyecto político de los Murat, José y Alejandro, pues una vez que se convierta en senador de la República, en cinco años regrese como candidato del PRI al gobierno de Oaxaca.
Los engañados
Mientras algunos servidores públicos ya tenían garantizado su espacio en la continuidad de su carrera política, otros se “jugaron” el puesto y se quedaron sin posiciones.
En este caso se encuentra el ex secretario de Economía, Jesús Rodríguez Socorro, quien renunció a su encargo desempeñado durante un año y un mes para registrarse como precandidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.
Sin embargo, la Comisión Estatal Electoral de Procesos Internos, cerró el paso a los aspirantes a encabezar la capital oaxaqueña, entre los que también se encontraba la directora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Mariana Nassar Piñeyro, quien dejó su espacio para probar suerte en la búsqueda de un cargo de elección popular.
El órgano regulador del PRI determinó declarar desierta la convocatoria para la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.
Una situación similar vivió el ex secretario de Salud, Celestino Alonso Álvarez. El ex servidor público renunció a la dependencia y se inscribió como precandidato a diputado federal por el distrito 08, Oaxaca de Juárez.
Sin embargo, el PRI concedió la posición a Martha Alicia Escamilla León, quien durante el actual gobierno se desempeñó como directora del Registro Civil, otra más del gabinete ampliado que “brincó” a la elección.
Renuncias inminentes
Y aunque Javier Villacaña continúa al frente de la Secretaría de Administración, en breve se anunciará su salida de la dependencia para buscar nuevamente la presidencia municipal por Oaxaca de Juárez.
Como la publicidad que comienza a circular en portales de internet, el ex edil capitalino (2014-2016) ya se promueve con el mismo slogan que manejó durante su periodo “Hagamos que las cosas buenas sucedan”, aunque ahora se incluye un perspicaz “de nuevo”.
El todavía secretario dejará su posición para hacer frente a un escenario adverso para el que se requiere la estructura del PRI con sus viejas prácticas, la movilización en las colonias y el trabajo que lo llevó hace cinco años a la presidencia.
Por su parte, el secretario de Vialidad y Transporte, Francisco García López dejó de despachar en la institución sin que aún tenga definido el espacio que con el voto de la ciudadanía buscará. Las posibilidades se centran entre la presidencia municipal de Juchitán o la diputación local por ese mismo distrito.
Ambos políticos dejaron de despachar en sus oficinas, pero sus renuncias todavía no se han hecho efectivas, probablemente están esperando los tiempos para dar el sí a la contienda electoral.
El caos
Sin embargo, no todos los movimientos realizados por Murat Hinojosa en las secretarías se han debido a las aspiraciones políticas de sus titulares, sino más bien a las constantes rencillas con los sindicatos de trabajadores, o bien, a los conflictos provocados por torpezas políticas.
La Secretaría de la Mujer ha tenido tres titulares en poco más de un año y dos meses. La primera, Miriam Liborio Hernández fue duramente criticada por grupos de feminista, hasta que abandonó la institución y se refugió en la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi).
Posteriormente tomó posesión de la institución la panista Mariuma Vadillo, a quien acusaron de despido injustificado de una mujer embarazada, por lo que fue relevada por Ana Vásquez Colmenares, ex secretaria de Cultura, quien pretende cambiarle el nombre de la instancia.
No obstante, el caso más emblemático de falta de control en el gobierno es el que priva en los Servicios de Salud de Oaxaca, dependencia que ha registrado ya cuatro cambios en lo que va del gobierno.
Al inicio del sexenio Gabriela Velásquez Rosas se hizo cargo de la institución y por cuestiones de salud dejó el camino a Celestino Alonso Álvarez, quien tras diversas protestas y bajo pretexto de buscar una diputación federal, salió de los SSO.
Murat Hinojosa nombró entonces a Juan Díaz Pimentel, quien estuvo en el cargo menos de mes y medio. Desde su llegada suspendió pagos y advirtió el despido de al menos tres mil 200 trabajadores, lo que unió a las tres secciones sindicales en su contra, las cuales estallaron un paro de actividades para exigir el pago de sus salarios y la salida del funcionario.
Tras denuncia la complicidad del sindicato para evitar una limpia en la Secretaría de Salud, el ex delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dimitió.
El proceso electoral, la falta de experiencia o bien, los actos de prepotencia cometidos por funcionarios públicos, han dejado al gobernador Alejandro Murat con un equipo de trabajo que no tiene claro el objetivo de la actual administración y a la menor oportunidad, abandonan el barco.