Desolación al interior de la corporación de la Secretaría de Seguridad Pública luego de la reciente masacre de cinco de sus compañeros; reprueban el manejo al interior de la corporación, al no contar con los recursos suficientes para realizar su encomienda, aunado a la campaña nacional que alienta a que la población los ignore como figura de autoridad, lo que ha incrementado las agresiones en su contra, mismas que han quedado en la impunidad
Yolanda PEACH
Fotos: Esteban Chincoya
Rabia y coraje es lo que se sumó al sentir de los policías estatales después de que cinco de sus compañeros fueran masacrados en San Vicente Coatlán. Se confirmó el abandono en el que trabajan, la inseguridad y la falta de condiciones dignas para desempeñar su labor.
Peor que nunca, es como califican elementos de la Policía Estatal de Oaxaca su situación laboral, al no contar con los recursos suficientes para realizar su trabajo. Aunque algunas voces llamaron a realizar un paro en protesta, fue más el temor a represalias o perder su trabajo.
Es el propio secretario de Seguridad Pública, Raúl Ernesto Salcedo Rosales, quien afirmó unos días antes de la masacro, que ningún dinero alcanza para trabajar en materia de seguridad, “trabajamos con lo que hay”, recalcó.
Respecto a la media nacional, Salcedo Rosales, señaló que en Oaxaca existe un déficit de mil 700 policías estatales para alcanzar esta medida, aunado a que este año se redujo 14 millones de pesos el presupuesto de la dependencia.
Adelantó que el gobierno se prepara para adquirir 180 patrullas, pero desconocía cuántas se entregarían a la Policía Estatal.
Entrevistado, deploró que las condiciones en las que viven actualmente, estén deplorables, “anuncian la entrega de unidades… de nada sirve”, recriminó.
Confió que la Policía Estatal está pasando por una muy mala situación, ya que no se les dota de lo necesario para cumplir medianamente con la encomienda.
Aseguró que son pocos los que cuentan con armamento y la mayoría, está en mal estado, por lo que arriesgan su vida cada que van a un operativo, pues la delincuencia los ha rebasado en tecnología.
“Tenemos armas que datan de hace más de 20 años, inservibles, al igual que los chalecos antibala, tienen el mismo tiempo, 20 años. Nuestros cascos están despostillados”, afirmó.
Indicó que para ir a los operativos, incluso ni la gasolina les alcanza, por lo que muchas veces terminan poniendo de su bolsa, ya que con los viáticos es otro problema, siempre los retrasan y a algunos, ni les dan.
“Estamos peor que nunca (…) nos hemos resignado”, anotó un poco temeroso.
Confió que después de la protesta que hicieran en el sexenio pasado, en el que lograron que el secretario de Seguridad Pública en ese entonces, Alberto Esteba Salinas renunciara, les dejó una amarga experiencia.
Recordó que al inicio toda la corporación participó en esta protesta, pero poco a poco se fueron desanimando y al final, aunque era un número considerable, eran menos, por lo que, veladamente, sufrieron represalias.
“Creo que el principal temor de los compañeros es perder el empleo. La gran mayoría de los que pertenecemos a la corporación estamos por convicción, por lo que, es mejor aguantar”.
No obstante que las cifras anuales incrementan cada año en cuanto a incidencia delictiva, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, anunció que el índice va a la baja.
Al participar en la Segunda Reunión Regional Zona Sureste de las Conferencias Nacionales de Secretarios de Seguridad Púbica del Sistema Penitenciario y de Seguridad Pública Municipal de los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán, refrendó el compromiso del gobierno estatal con la paz, la concordia y la seguridad pública como sinónimo de prosperidad y bienestar para México.
Lo reafirmó el secretario de Seguridad Pública en Oaxaca al destacar que la entidad está entre las 10 más seguras del país, pues los datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública arrojan que los delitos en Oaxaca van a la baja. “El estado se ubica entre los 10 del país más seguros y en el lugar 22 por delitos en general, gracias a que la coordinación institucional ha funcionado, por lo que se han reducido los índices delictivos y se ha podido contener en algunos espacios la violencia que se presenta”.
El funcionario reconoció que el apoyo de la Guardia Nacional ha sido fundamental para disminuir los delitos en Oaxaca, “más de dos mil elementos de la Guardia Nacional desplegados en las nueve coordinaciones regionales”.
Incluso el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, aplaudió la labor que en materia de seguridad realiza el mandatario estatal, quien ha mostrado el carácter prioritario que tiene este tema para el estado, “lo cual se refleja en los resultados positivos en cuanto a la baja en la incidencia delictiva”.
HUMILLADOS Y VAPULEADOS
Si el tema de las condiciones laborales en Oaxaca les preocupa, más les indigna la situación que se vive actualmente en el país.
Un comandante cuestionó la “doble moral” que se vive en el gobierno federal, “(Andrés Manuel López Obrador) nos falta al respeto con sus comentarios (…) no tiene ni idea de la problemática delictiva del país”, reprobó.
Asegura que los controles de confianza, sólo sirven de pretexto para correrlos y quitarles su antigüedad y sus plazas, “¿por qué no hacen estos exámenes de control de confianza a los diputados y a los funcionarios?”, se pregunta.
Cuestionó que el gobierno federal apoye que no se evalúe a los maestros, “no somos apestados para que nos haga menos y nos discriminen”.
Aseveró que los sueldos deben ser aumentados, “necesitamos un aumento salarial sustancial y homologación de sueldos en función a la antigüedad, escolaridad, capacitación y comisión”, anotó.
Actualmente un policía estatal A gana nueve mil 300 pesos, un suboficial, 10 mil 219 pesos, un oficial, 10 mil 309, un subcomandante, 10 mil 455 y un comandante 10 mil 641 pesos.
“Es poco el sueldo que percibimos para la labor que realizamos. La gran mayoría cubre horarios de 24 horas de trabajo por 24 de descanso, lo que es contrario a lo que mandata la Ley Federal del Trabajo, además de poner en riesgo constante nuestra vida; sin embargo, amamos esta profesión, estamos acá por un sentido social”, anotó al asegurar que no afectarían a la ciudadanía al dejarlos sin el servicio.
Advirtió que ante los bajos salarios, muchos policías siguen laborando a pesar de su avanzada edad, ya que las pensiones son muy bajas, “nuestras condiciones laborales deberían ser más justas, a los jubilados les dan alrededor de cinco mil pesos al mes”, señaló.
“Antes, de niño, soñabas con ser policías, porque te respetaban, era la figura de autoridad. Ahora cualquier te falta el respeto, te echa el carro encima, te ofende”, lamentó.
Enfatizó que en Estados Unidos de Norteamérica, si lastimas a un policía, corres el riesgo de perder la vida o las condenas son muy altas, “en México se están perdiendo los valores.
“Cada vez nos pierden más el respecto con esa política de abrazos no balazos, de preferir acusar con la abuelita al delincuente en lugar de realmente enfrentar al criminal”, reprochó.
Tan sólo en lo que va del año, suman 19 policías asesinados en Oaxaca. Los últimos, los cinco estatales. Patrullaban San Vicente Coatlán cuando fueron acribillados. Cuatro compañeros más resultaron heridos.
“Si no se les da un castigo severo y pronto a los agresores, el mensaje que estará mandando el gobierno estatal será muy peligroso, porque entonces sí, donde quiera nos ningunearán”, señaló.
Señaló que la impunidad que se ha vivido en los casos de las agresiones a los policías, los sumen en la desesperanza.
“Ni siquiera nos dan permiso para faltar y acudir a la Fiscalía General del Estado para rendir declaraciones o seguir los trámites, ni aun cuando se trata de aseguramientos o para declarar sobre detenciones. Cuando nos dejan ir, es por nuestros propios medios”, acusó.
Los policías estatales, exigieron en un escrito que circuló a través de redes sociales, a destitución de César Alfaro y Escamilla, a quienes responsabilizaban directamente de la masacre, por su omisión en proteger a los elementos de tropa.
“Exigimos destitución de esos mandos traidores judas, vendidos con criminales por unos cientos de miles de pesos, empresarios, agiotistas, ganaderos, rancheros, joyeros, renta de casas, empresarios constructoras de materiales, mil veces traidores”.
DESCONTROL TOTAL
Policías estatales cuestionaron la experiencia del titular de la dependencia, Raúl Ernesto Salcedo Rosales, que si bien es abogado y tiene una especialidad en la formación en Alta Dirección para la atención de riesgos regionales de los mandos de instituciones de seguridad de Centroamérica, El Caribe y México, por el Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España, no garantiza que sepa dominar lo referente a la seguridad pública.
El funcionario, quien trabajó por más de 20 años en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y después en el Centro Nacional de Inteligencia en Oaxaca, no se ha podido coordinar con el comisionado de la Policía Estatal, Raúl Antonio Castillejos Solís, lo que genera un clima de incertidumbre.
“Ahorita, lo único que nos preocupa es conservar el trabajo, con los antecedentes del titular, hasta miedo nos da hablar por teléfono o comentar lo que ocurre al interior de la dependencia”, señaló uno de los elementos.
Señaló que siempre cumplen las órdenes sin cuestionar, realizando labores extenuantes, con horarios desmedidos y sin las condiciones adecuadas, por lo que lamentó que cuando existe algún problema con la población civil, sean los primeros en ser linchados.
“No nos reconocen nuestro trabajo, ni la sociedad ni el propio gobierno, pero acá seguimos, cuidando por la seguridad de los nuestros, porque nosotros también somos parte de Oaxaca”, recalcó.