Atrapado sin salida en el infierno
Por Teo Luna
A la memoria de Irlanda
Maldita enfermedad perversa del alma
Ahí estaba, quieta, en su ataúd, con una expresión de paz, alejada de angustia, dolor, frustración; las emociones habían desaparecido de su cara, ya no mostraba líneas de expresión tristes, Irlanda murió de sobre dosis a la heroína, 3 hijos, 34 años, casi 20 luchando contra las adicciones, viviendo de una anexo a otro, de recaída tras recaídas, de tocar fondos, fuertes, gruesos, muy duros, sufrir por todo lo que es esta enfermedad; una enfermedad cruel, física, mental, emocional, de la personalidad y espiritual. Murió después de haber gozado las gotas de miel de la recuperación, casi un año limpia, libre de drogas y de repente, la tentación, la fuga, el arponazo, el corto impulso, y el viaje sin retorno. La negra, como se le llama a la heroína por estos rumbos del norte de México, es una droga muy poderosa que causa adicción, es una perra rabiosa, cuando menos unos 40 adictos, muertos de sobre dosis al mes. Descanse en paz, Irlanda, quien fue una de las primeras lectoras de mi columna De Adicto a Adicto, escribiéndome hace más de 14 años y medio.
La heroína se ha llevado a muchos de mis amigos
Recuerdo con mucho cariño a todos ellos, a Ulises, un chavo con un mar de sufrimiento, marcado con una cicatriz en la yugular por haber intentado quitarse la vida; a Jorge, el lavaplatos, menor de 18 años, la última vez que lo vi, fue en Ciudad Juárez, en un crucero pidiendo ayuda para un centro de rehabilitación, luego, a los pocos meses, estuve en su funeral; como él, mi buen amigo Julio, el que duró años en la lucha, de un anexo a otro, algún tiempo limpio, muchos más, reventado, hasta que cayó en una lápida por el arponazo, tronando, muriendo de sobredosis; como murió también el buen Fernando, quien estuvo en el Anexo conmigo y nos seguimos frecuentando, él me regaló su testimonio, el que titulé Secuestrado y ahora lo publico en mi libro “Un Drogadicto en Casa”; han muerto muchos hombres y mujeres, adictos que no han podido o no han querido, como Javier, que falleció de cirrosis hepática; Juan, de Pancreatitis; Luz Elena, empastillada y muchos más que se han ido por la puerta falsa. Muchos están aún secuestrados por La Saliva del Diablo.
Esta enfermedad, es de fondos
Yo tenía una vida familiar, social y laboral, soy alcohólico desde los 12 años de edad, cuento con 43 años dentro de los medios de comunicación, en mi libro “De Ayer y Hoy”, tengo un artículo titulado, “Periodista que no toma, es como una flor sin aroma”, esa es mi vida, fui un borracho funcional, por favor, léase entre comillas, tomaba a diario y mis fondos ya eran palpables, un primer divorcio, una pésima relación con mi segunda esposa, un cúmulo de defectos de carácter, todas las características de la enfermedad y una vida llena de amargura, soledad, frustración, miedos, y sin duda, la decadencia en mí comienza cuando, a los 33 años, pruebo la cocaína, me hago adicto compulsivo a la sustancia y comienzo a tocar fondos, soy víctima de mi celotipia infernal, unos celos patológicos, sicóticos, enfermizos, me torno maniaco depresivo, pierdo el trabajo, me corren de mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, por irresponsable, quemo mi casa 4 veces, trato de matar a mi mujer, pierdo el sano juicio y estoy muerto en vida, toco fondos muy tristes, crueles y severos, aun así, sigo activo.
¿Por qué es tan compleja mi enfermedad?
Es una enfermedad genética, antes de nacer el enfermo ya está predispuesto a caer en las garras de una adicción o en cualquiera de las características de la enfermedad mental, física y emocional. La mente del adicto es sumamente ágil, soy un hipersensible, con una inteligencia diferente, no superior, tengo una manera de pensar complicada, soy neurótico, bipolar, con problemas de comunicación, soy víctima de un alto nivel de ansiedad, de angustia, soy presa fácil de los miedos, la frustración, el nerviosismo, no tengo autocontrol emocional, soy egocéntrico, soberbio, no tengo humildad, son tantos los componentes de la enfermedad, que no basta con tapar la botella, muchos dejan de beber, dejan de consumir, pero siguen igual o peor de enfermos con sus actitudes infantiles, con su neurosis que destilan hasta los poros, el sufrimiento no se acaba, por esa razón, un alcohólico sustituye una droga por otra, deja el vodka y se prende del tafil o del cigarro, vaya, no es fácil salir del hoyo.
El mundo del mediocre
Un adicto que no puede con la sustancia, es un tipo que no podrá salir bien librado cuando lucha contra alguien o por algo, el adicto es mediocre, enano, nacido para perder, quien daña a su cuerpo, no se quiere y no puede querer a nadie por esa razón, tengo un mundo de defectos de carácter y patrones de conducta equivocados, con la letra I, por ejemplo, soy ingobernable, irritable, inconsciente, irresponsable, inestable, intocable, iluso, con la letra D, soy distante, disfuncional, descortés, desesperado, dependiente, devaluador, desconfiado, dudo, dramático, deprimido, déspota, distraído, y así, yo pude encontrar más de 400 defectos de carácter, muchos de ellos derivados de los 7 Pecados Capitales, pero en 14 años y medio de recuperación, he estado luchando contra mí mismo, no aspiro a quedar blanco y puro como la nieve, pero sí aspiro a dejar de ser mediocre, a dejar de pensar como adicto, a dejar de meterme en lo que no me importa, a observarme y cacharme cuando soy envidioso, cuando me justifico.
El que quiera azul celeste, que le cueste
Para mi amiga Laura que me escribe desde Argentina: Para salir del hoyo de una adicción, cualquiera que sea, cocaína, heroína, morfina, tabaco…. Incluso, dependencias o adicciones a personas, a relaciones enfermizas, lo recomendable, es primero reconocer el problema; segundo, atacar directamente el estrés, la angustia y la ansiedad, atacar el nerviosismo mediante técnicas de respiración, desintoxicar el cuerpo con té negro y té verde, tomarlos como si fueran, agua de uso, promedio tres litros diarios, ir a un grupo de autoayuda, comer cada hora una fresa y hacerla trizas con la lengua, moliéndola con el paladar duro, ir al vapor cuando menos una vez a la semana, escribir un diario, buscar un padrino o madrina para hacer catarsis, hacer ejercicio, levantar la autoestima, servir a otros, ejercer, cada día, actos de humildad, aplicar la abrazoterapia con todos los seres queridos y compañeros de oficina, leer a Teo Luna, y todo lo relacionado con la enfermedad. El reto es bajar la ansiedad, haz la dieta del limón, durante 21 días, un limón por día y vas sumando un limón por el día agregado, es decir, día 12, 12 limones, luego cuando llegues a 21 limones, te regresas hasta el uno, del 21 a un día, un limón. Hoy sé que si yo hubiera hecho todo esto, no hubiera tocado los fondos que toqué.
¿Por qué recae el recaído?
Porque nunca se levanta, no basta con dejar de consumir, sino en hacer un verdadero cambio de defectos de carácter y patrones de conducta, es un grave error, quien dice que se deben de controlar, no puedes controlar la pereza, ni la gula, ni el especular, mucho menos la incertidumbre de la duda, tampoco la impuntualidad o el corto impulso, son infinidad de cosas las que un enfermo emocional tiene que hacer para recuperarse, entre ellas: la gratitud, la humildad, la empatía, el servicio, el compromiso y, sobre todo, una actitud distinta, propositiva ante la vida, hay un mundo de recetas para combatir la ansiedad y dejar de consumir cualquier tipo de sustancia, pero si no hay buena voluntad, no hay nada.